AUTOEVALUACIÓN DEL CENTRO ESCOLAR

AUTOEVALUACIÓN DEL CENTRO ESCOLAR

Se asume que en los últimos años se fueron reconfigurando entre escuelas y contextos, el adaptar su diseño institucional y educativo a sus características y necesidades especificas.

Es decir los lazos entre las escuelas y su contexto en un marco de transformaciones económicas y sociales que atiende a exigir mayor participación de las familias y comunidades en marcha de las instituciones educativas.

Es fundamental comprender cómo este grupo mayor, la comunidad se vincula con las escuelas. La pertinencia de la educación a la relación que establece la escuela; el uso de la planta física y de otros bienes, medios por parte de la comunidad, alianzas de trabajo conjunto intersectorial, con las organizaciones sociales de la comunidad y fortalecimiento del capital social de la comunidad (organización, participación, experiencia, vínculos de confianza) en beneficio de la labor educativa.

Las escuelas pueden y deben apoyarse, aportar y beneficiarse de sus escuelas, la interculturalidad y la atención a la diversidad, el conocimiento y la corresponsabilidad en casos de problemáticas y críticas.

Las escuelas y familias no toman en cuenta la situación diversa de las familias y su obligación de preparar, de participar y de apoyar el proceso educativo de sus hijos para alcanzar los resultados esperados de la educación.

Las familias buscan civilizar a la escuela, adecuada a las demandas, los cambios sociales económicos y culturales recientes, es decir la eficacia de la relación entre familias y escuelas. Lo deseable es que los dos converjan en el sentido que le atribuye a la educación escolar, que ambos lados sean positivas que compartan expectativas altas con respecto años logros esperados.

La coincidencia en los valores y en los fines de la educación suele ser una variable presente y significativa en las experiencias escolares, exitosas en los diferentes contextos, cuando la escuela promueve la solidaridad y la equidad por medio de un trabajo en grupos y de avance en el aprendizaje, que incluye a todos los logros que estimulan actitudes de competencia y esperan que sus hijos avancen a un ritmo individual acelerado, y cuando las familias desean que sus hijos logren rápidamente habilidades y conocimientos, y los padres de familia esperan una educación de calidad que propicio aprendizajes significativos y rendimientos elevados.

Pero la realidad es otra, se vive todos los días la poca colaboración entre las familias y escuela sin un mínimo de confianza y valoración mutua entre sus actores, en vez de contribuir a establecer un clima de respeto para que la actividad educativa escolar pueda convertirse en un proyecto compartida.

La Asesoría Académica implica una comunicación eficaz y una reorganización del colectivo escolar. Cada comunidad organizada en el espacio de la escuela favorece la visión compartida, el cumplimiento de la misión de la escuela pública, el diseño de objetivos, estrategias y metas, así como el compromiso para su ejecución y logro.

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