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Centros Escolares


Enviado por   •  6 de Mayo de 2015  •  1.611 Palabras (7 Páginas)  •  259 Visitas

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MATERIA: ADMINISTRACION EDUCATIVA

ASESOR: MAESTRO. BLAS BATRES AGUILAR

ALUMNO: YAZER ELI REYES MORALES

TEMA: ENSAYO “LA PERVERSIDAD EN LOS CENTROS ESCOLARES”

FECHA: 22 DE ABRIL DEL 2015

LA PERVERSIDAD EN LOS CENTROS ESCOLARES

INTRODUCCIÓN

Dentro del siguiente análisis comprendemos que la perversión puede hacer acto de presencia en las distintas etapas del proceso educativo. En el pensar, planificar, decidir, actuar, evaluar y cambiar. Estos elementos son los que comúnmente ponemos en movilización en las instituciones; los que desafortunadamente se ven afectados por las irracionalidades de los docentes. Las buenas intenciones de los actores, no garantizan la funcionalidad del mecanismo instalado en la organización si estas no son acompañadas del compromiso y responsabilidad de acción.

Se presentan las problemáticas que enfrentamos como la de pensar que todo es neutral o que las pretensiones de los protagonistas evitan cualquier perversión en la organización escolar, sin embargo esto se observa como una ingenuidad. No basta con manifestar ideas y ponerlas sobre un escritorio, la obligación es el análisis de los proyectos en turno, así como proponer estrategias de mejora para erradicar problemáticas.

"Estamos pensando en la perversidad en términos de la organización antes que en los actos individuales de sus miembros que para ser perversos necesitan un marco que los identifique como tales" (Etkin, 1993).

LA PERVERSIDAD

Lo perverso, como es de notarse, no forma parte del discurso. Desde el punto de vista institucional todo es coherente, todo es positivo. Si este circuito funciona, todo se mantiene en orden. Sin embargo la realidad es otra, ocultada detrás del discurso encontramos las irresponsabilidades que mantienen a la educación obstaculizada, sin derecho al cambio.

Dentro de los ámbitos escolares siempre aparece una rutina, ésta se lleva a cabo por los personajes educativos sea cual sea el escenario en el que se desempeñen. Estas circunstancias se reflejan de inmediato, provocando una cultura de sumisión puesto que se determina de manera sutil un horario, comportamientos similares, la exigencia de normas, sin pensar que la autonomía en la toma de decisiones puede ser benefactora para la institución. Es en este momento cuando la rutina se hace un hábito y difícilmente lo pueden erradicar

Otra preocupación que existe dentro del sistema educativo y que genera descontento entre los actores es la violencia que se ejerce de forma simbólica, que actúa de forma psicológica en los docentes, en el dominio de lo imaginario, en las formas miméticas de la socialización.

El carácter obscuro y contradictorio de los fines de la organización escolar, con relación a esta característica, podemos encontrar que todo proceso de transmisión de saberes, conocimientos e informaciones son un proceso de inculcación, selección y omisión, refiriéndonos a que primeramente se interpreta una realidad, posteriormente se selecciona una parte de la cultura y finalmente se ocultan ciertas informaciones.

Otro aspecto a abordar es el de la transmisión de mitos sociales. Los mitos sobre el progreso simplemente son un discurso que se queda en eso, las desigualdades que hoy en día se presentan son amplias y cuando nos permitimos hablar sobre la libertad, de igual forma se tiene que tener mesura en los comentarios e ideas que surgen, por el temor a las reprimendas por parte de las altas autoridades. Pareciera que nuestro sistema está en busca de individuos modelos, en lugar de competentes.

Dentro de la heteronimia funcional se detecta que la estructura de autorización en la organización escolar, provoca que se anulen las interrogantes sobre lo moral y, que las personas no se sientan responsables de sus actos. Esto se basa en que si hay autorización para hacer algo, está bien hacerlo. Esta forma de autorización opera de forma escalonada, como por ejemplo: directivos, profesores, alumnos. Sería interesante aventurarse a asumir responsabilidades, no estar esperando a que mi autoridad máxima me diga si está bien o no mi acción; de lo contrario se seguirá en la misma línea (si no me toca, no tengo porque) , esta es otra característica muy marcada en la cultura del sistema.

Cuando se llega el tiempo de la reflexión, tienden a no darle la debida importancia, esta característica se da por las urgencias de la acción, por la instalación de prioridades en el cuerpo social, también por asegurar la sobrevivencia de las escuelas sean cuales sean los resultados de los análisis sobre ella, esto ocurre por la falta de procesos externos de evaluación, porque no se tienen los parámetros que apoyen en la resolución de situaciones de bajo nivel académico.

Las cuestiones mencionadas hacen que persistan las formas de perversidad. Cuando se vuelve complicado el tiempo de reflexión, las cosas siguen avanzando de forma “natural” como si todo marchara a la perfección.

Lo perverso en un estudio de cosas que se instalan en el funcionamiento cotidiano de la institución escolar; se produce cuando la organización escolar acaba priorizando un control sobre el aprendizaje y la convivencia.

La escuela maneja un poder que tiene una doble intención: por una parte un poder legal definido por la capacidad de influir en las conductas, de conseguir

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