Acueductos de Segovia
leuman9 de Julio de 2013
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INTRODUCCIÓN
Para los romanos, que buscaban en la monumentalidad de sus construcciones un cauce eficaz a su obstinada voluntad de imposición de poder, fue el acueducto uno de sus logros más perfectos.
Se imponen al espectador por sus tres dimensiones: altura fuera de la escala humana, longitud que llega a ser verdaderamente colosal en alineaciones de kilómetros y que además se alarga indefinidamente por la vibración monótona de sus arcadas y por su espesor que llega a dar esbelteces de verdadero alarde, como ocurre, por ejemplo, en Segovia.
La experiencia adquirida no se acumulaba en libros, ni se abstraía en cálculos complicados, sino que aparecía rotunda en los ejemplares conservados. Por el simple hecho de seguir en servicio demostrando su eficacia, es decir, su adecuación a todas las funciones que tenían que cumplir, entre ellas la de transportar agua, función bastante sencilla, y otra más compleja la de resistir las acciones que están a la destructiva; pero incluso las ruinas eran lección elocuente del comportamiento de las obras.
Los asentamientos humanos deben estar siempre situados cerca de una fuente de agua limpia, ya sea un río o un manantial. Mientras Roma no fue más que un pequeño estado dentro del Lacio, su fuente fue el río Tíber, pero a finales del siglo IV a.C., cuando los romanos luchaban en la Segunda Guerra Samnita, se encontraron con que necesitaban urgentemente un suministro alternativo. Quizá esto se debiera a que el agua del Tíber ya no era suficiente para una población cada vez más grande, o quizá a que existía el peligro de que el enemigo envenenará su única fuente, pero lo cierto es que a consecuencia de ello, en el año 312 a.C., los romanos empezaron a construir su primer acueducto, el Aqua Appia.
ACUEDUCTOS
Los acueductos son túneles artificiales que llevan agua de un lugar a otro. Ellos son utilizados para que áreas secas puedan obtener agua en áreas que tienen más. Pensamos acueductos eran solo utilizado en tiempos antiguos. Entonces ellos eran lindos puentes de agua que estaban encima del suelo. Los romanos antiguos construyeron algunos de estos y ellos pueden ser vistos todavía. Los acueductos se han utilizado para el abastecimiento de agua o para el transporte de un lugar a otro. Algunos de nuestros miembros equipos visitaron Acueducto de Roebling Delaware y tomaron el retrato a la derecha. Este se diseñó originalmente para el viaje a través del Río Delaware cuando ellos encontraron que el Transbordador no era capaz de llevar a todas las personas que querían cruzar. Así que todos acueductos no se utilizaron para beber agua.
Acueducto de Segovia
Incluso cuando la población estaba a orillas de un río, la construcción de conducciones era la mejor forma de garantizar el suministro, en vez de extraer el agua del río que, aunque estuviera muy cerca, generalmente tenía un nivel más bajo que el poblado. En otras ocasiones se hacía el acueducto porque el agua era de mejor calidad que la del río. Para cubrir esta necesidad se emprenden obras de gran envergadura que puedan asegurar un suministro de agua.
Aunque existían precedentes en las civilizaciones antiguas del Próximo Oriente y los ingenieros griegos habían construido conducciones eficientes, los ingenieros romanos, gracias fundamentalmente a su uso del hormigón, fueron los que pusieron a punto técnicas que se pudieron generalizar por todas las ciudades del Mediterráneo. Con todo, los factores técnicos no fueron los únicos que contribuyeron a difundir este tipo de obras, hizo falta también la unidad política del Imperio y la existencia de un sistema económico fuerte que creara las condiciones para el desarrollo urbanístico.
La mayor parte del recorrido se hacía por canales, en general cubiertos, que se construían por las laderas de los montes, siguiendo la línea de pendiente deseada (generalmente pequeña, del orden del 0,004%), y se situaban cada cierto tiempo cajas de agua o arcas de agua, pequeños depósitos que servían para regular el caudal o decantar los sólidos, normalmente arena, que las aguas pudieran arrastrar.
Cuando se debía salvar un camino, a un nivel un poco más bajo que el del acueducto, se usaban sifones, en los que el agua pasaba bajo el obstáculo y volvía a subir al nivel anterior. A menudo debían salvar desniveles más grandes y en ellos adoptaban la forma de arquería o puente, puesto que hacer conducciones en sifón capaces de resistir altas presiones era más caro. Como los puentes son la parte más visible de la obra, ha quedado la costumbre de llamar Acueducto a la propia arquería.
En muchas ocasiones, estos acueductos continuaron en uso durante la Edad Media e incluso en tiempos modernos, gracias a arreglos y restauraciones. Las soluciones aplicadas a los acueductos romanos se siguieron usando sin modificaciones sustanciales hasta el siglo XIX. En el siglo XX, los progresos en la producción de cementos, el armado del hormigón con acero, los nuevos materiales y técnicas en la construcción de tubos y la posibilidad de construir potentes estaciones de bombeo revolucionaron las conducciones de agua y simplificaron su adaptación al terreno.
El Acueducto en la historia
Pont du Gard, Francia.
Los romanos construyeron los acueductos más importantes en tamaño, así como en mayor cantidad, en todos sus territorios.
Fotografía antigua del Acueducto de Segovia (España).
Un acueducto arranca en un sistema de captación de agua. El agua pasa de forma controlada a la conducción desde un depósito de cabecera.
Acueducto como para agua de beber
Las aperturas del acueducto pueden estar en una corriente, en el depósito, o en área grande con agua. El agua mueve cuesta abajo por gravedad para que algunos acueductos empiece más alto arriba que donde el agua va. Cuándo la tierra es plana y no se puede mover cuesta abajo, las bombas se utilizan para empujar el agua por el acueducto. Hay dos clases de acueductos: el encima de-suelo y las clases subterráneas.
Los acueductos del encima de-suelo se parecen a veces a puentes. El agua en esta clase de acueducto quizás este fuera, en la superficie [agua de superficie] o esté dentro de un tubo como un tubo de túnel. Los acueductos de superficie del agua necesitan el tratamiento de agua por que todas las cosas [las ramitas, excremento animal, la tierra] caen adentro y necesitan ser sacadas.
Acueducto subterráneo
Muchos acueductos son verdaderamente millas y millas de tubos o canales que ligan dos lugares uno con el otro. Estos túneles pueden estar hechos de piedra, de ladrillo, de madera, o de metal. Los acueductos subterráneos no necesitan tanto tratamiento de agua porque ellos son cerrados y las cosas como hojas, y como excremento animal no les pueden entrar. Visitamos el acueducto Viejo de Croton y tomamos algunas fotografías interesantes. Este acueducto tiene 38 millas de longitud y tomó agua del Río de Croton a la Ciudad de Nueva York. Encima de-suelo y acueductos subterráneos, los dos tipos tienen puertas y válvulas para controlar cuánta agua atraviesa.
El primer paso en la construcción del acueducto es encontrar la ubicación de la fuente de donde se tomaría el agua. No siempre se disponía de una fuente, para asegurar agua fresca y saludable. Muchas veces era necesaria una minuciosa labor de búsqueda hasta dar con ella. Vitrubio, en su Libro VIII, indicaba la metodología que debía seguirse, basada sobre todo en la observación directa de la naturaleza: la vegetación, el terreno, su configuración y el grado de humedad.
Por otro lado se presentaba el problema de como realizar la captación. Para ello decidían desviar parte del curso del río, a través de un canal impermeabilizado con opus sininum, y aprovechar la pendiente del terreno para conseguir la inclinación necesaria para la conducción del agua hacia una represa o lago artificial. De esta manera se mantenía una reserva de agua para el verano. Además, estas represas ayudaban a decantar el agua por sedimentación y normalizaban la distribución.
La conducción del agua desde la represa admitía diversas soluciones. Vitrubio había estipulado tres posibles maneras: por canal cubierto de mampostería, por tubería de plomo o por tubería de cerámica. Las tuberías de cerámica ya eran conocidas en Egipto y resultaban las más económicas; para construirlas utilizaban unas láminas de unos tres metros de largo que luego enrollaban en cilindros de madera y unían soldando los bloques.
La propia palabra romana aquaeductus (conducto de agua) indica claramente qué es un acueducto. No se trata de un puente que lleva agua, aunque algunas veces esté formado de puente, sino de un canal hecho por el hombre con el cual se transporta el agua. Los romanos preferían que el agua de sus acueductos fluyera cuesta abajo, a favor de la gravedad, pues así no hacía falta aplicarle presión para que corriera.
Pero si por las circunstancias que fuesen esto no era posible o viable, surgía como muchas más veces, el ingenio romano encontraba una solución. Dicha solución consistía en la construcción de los llamados sifones. Los sifones funcionan a la manera de los vasos comunicantes, y están compuestos por tres elementos: un tubo descendente, uno horizontal y uno ascendente. Tal y como se puede apreciar en el esquema que hay a pie de texto, el tubo descendente ha de tener mayor diámetro que los otros dos para que el agua adquiera la presión suficiente y, una vez atravesado el tubo horizontal -que evita el cambio violento de dirección-,
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