Alberro Solange

Alberro Solange, “Protagonismo de lo rutinario cotidiano” en: 1 Anuario Conmemorativo del V Centenario del Descubrimiento de América. México, UAM-AZCAPOTZALCO. 1989. pp.17-21

Entendemos por vida cotidiana el entorno social en el que nos desenvolvemos, los gestos, las actitudes y los comportamientos tanto aislados como integrados, casi todos los hombres hacemos las mismas cosas las cuales transmitimos de generación en generación y escapa de la conciencia y la voluntad pues seguimos haciendo lo que nos enseñaron en nuestra niñez y vemos que se hace al rededor nuestro. Es así como se dan las relaciones humanas en todas sus dimensiones y más allá en una verdadera cosmovisión.

En el análisis de los acontecimientos y eventos cotidianos la etnología y el psicoanálisis han permitido descubrir el valor y la riqueza de los aspectos más banales de la vida de los hombres. El estructuralismo mostró que una sociedad resulta ser un conjunto de elementos relacionados entre sí de tal modo que cualquier cambio en uno de ellos provoca modificación del equilibrio existente.

Agnes Heller. “El contacto cotidiano”, en Sociología de la Vida Cotidiana. 2a. ed. Barcelona, Península, 1987. pp. 359-318.

Toda relación personal refleja algo de la naturaleza de la totalidad social, cuando más numerosas son las relaciones interpersonales que surgen sobre una base de libre igualdad, tanto más está humanizada la sociedad.

El contacto cotidiano como base y reflejo de las relaciones sociales se desarrolla entre hombres particulares y concretos. Las relaciones que aparecen en la vida cotidiana en base a los contactos determinados por el lugar ocupado por la división del trabajo, pueden ser distinguidos en dos tipos principales basadas en la igualad y las basadas en la desigualdad, puede tratarse de relaciones de dependencia o de inferioridad-superioridad.

Estos contactos permanentes forman parte de él en la amistad, el amor y el odio. Las formas de contacto pueden ser de acción directa en la cual puede o no existir la acción verbal.

El contacto cotidiano sucede de varias formas: se trata del contacto casual, del contacto habitual, de la relación y del contacto organizado. Cada uno de estos tipos no se presenta obligatoriamente aislado, sino que puede también estar interrelacionado con los otros.

La acción verbal establece relaciones en sus formas elementales como la comunicación (los participantes permanecen pasivos recibiendo una información), la discusión (todos los participantes son activos en busca de una solución) y la persuasión (un integrante funciona como pasivo y otro activo intentando convencer por medio de un discurso).

Confiarse también es un fenómeno de la vida cotidiana pues necesitamos ser escuchados y comprendidos por otra persona. La conversación es también un hecho fundamental de la cotidianidad con la cual dos o más personas intercambian ideas pero no es un factor permanente de la vida, sino más bien una ocasión rara o solemne. La presencia de la conversación como fenómeno continuo sistemático de la vida es, por lo tanto, indicio de un nivel cultural relativamente alto.

El silencio también crea contactos y relaciones entre las personas pues el silencio es extremadamente concreto con un contenido concreto en una situación y por una razón concreta. Por ejemplo cuando un escolar responde con el silencio a las preguntas del maestro, este silencio posee un contenido concreto, aunque totalmente distinto del precedente: en general significa que el escolar no sabe responder. El hombre realiza todas estas acciones con un saber especifico del porque las manifiesta.

Pero hay un tipo de acción directa o verbal, y de saber correspondiente que no entra en el círculo de la reproducción social y de las cuales no es responsable, se trata del juego.

Un aspecto esencial de todo juego es que desarrolla o

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