Ambiental

I. Antecedentes del Derecho Ambiental Mexicano

Según lo expuesto por la Lic. María Eugenia Paredes Pérez (PAREDES PÉREZ, María Eugenia. Análisis de la Legislación Ambiental de México) antes de la llegada de los españoles, las personas que habitaban en México, observaban un respeto hacia la naturaleza, ya que era considerada como proveedora de los implementos para la vida, por lo que, a través de religiones politeístas se le identificaba como algo divino, sirviéndose de ella solamente lo indispensable para lograr la subsistencia, por lo que se puede decir que la historia del derecho ambiental, en México se remonta hasta la época prehispánica. Por ejemplo, se dice que durante el gobierno de Moctezuma II, se crearon y promovieron parques zoológicos y jardines botánicos, sin embargo a la llegada de los españoles comienza una época de sobreexplotación de los recursos naturales que se manifiesta a través del

saqueo de la riqueza de la Nueva España, lo cual significo a lo largo del proceso de conquista una prolongada historia de depredación y alteración del equilibrio ambiental.

Fue hasta 1876 cuando el México independiente inicio su labor protectora del ambiente, cuando el Gobierno se hizo cargo de proteger el Bosque Desierto de los Leones, ya que era una importante fuente de agua para la Ciudad de México, debido a sus manantiales. Pero no es sino hasta la promulgación de la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917), cuando al amparo de su articulo 27 comienza a desarrollarse la protección legal del ambiente. Por medio de los preceptos consagrados en el mencionado artículo los constituyentes plasmaron el concepto de propiedad como una función social, permitiendo al gobierno de la Nación condicionar el aprovechamiento de los recursos naturales al bien común de los habitantes. Uno de los personajes destacados en materia de protección al ambiente en la historia legislativa de México, fue el Ingeniero Miguel Ángel Quevedo, a quien se le conocía como el “precursor y promotor del movimiento conservacionista en México”, ya que se encargó de impulsar la instauración de gran parte de los parques nacionales existentes en el territorio mexicano. Poco antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Estocolmo, 1972) surge la Ley Federal para prevenir y controlar la contaminación, específicamente en 1971, que regulo específicamente los efectos de la contaminación ambiental en la salud humana; diez años después la Ley Federal de protección al ambiente de 1982 abrogó la Ley antes citada, el objeto de la nueva Ley fue establecer normas para la conservación, protección, preservación, mejoramiento y restauración del ambiente, así com de los recursos que lo integran, la prevención y control sobre los contaminantes y las causas reales que los originan.

Sin embrago cabe hacer mención que las modificaciones a la legislación ambiental fueron mínimas y no revolucionaron de manera notoria los instrumentos de política ambientales que la Ley anterior establecía. Se puede decir que es hasta la década de los ochenta que el tema ambiental empieza a formar parte de la política nacional, incluyéndose en el Plan Nacional de Desarrollo para los año 1983 – 1988, y con la creación de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecológico (SEDUE) durante el gobierno del Presidente de la Republica, Miguel de la Madrid Hurtado. En 1984 se sanciona el primer Programa Nacional de Ecología 1984 – 1988, elaborado por la SEDUE. Con la publicación en el diario oficial de la Federación el 28 de enero de 1988 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en adelante la LGEEPA, se crea un instrumento jurídico base, que establece los criterios y parámetros generales en materia ambiental, principalmente en cuanto al régimen de competencias y política ambiental.

A principios de la década de 1970, eran pocos los países que habían contaban con leyes para regular el manejo del ambiente y de los recursos naturales. Dos acontecimientos de orden internacional marcaron las directrices de las políticas públicas en cuestión de medio ambiente y recursos naturales durante los últimos treinta años: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en 1972 en un primer momento, y dos décadas más tarde la Conferencia de Río en 1992.

Se puede afirmar que el medio ambiente se convirtió en un asunto de importancia mundial a partir de la primera, también conocida como la Conferencia de Estocolmo, donde se reconoció el daño causado por el hombre en distintas regiones de la Tierra: contaminación del agua, el aire, la tierra y los seres vivos; trastornos del equilibrio ecológico de la biosfera; destrucción y agotamiento de recursos no renovables; así como el daño en el ambiente que rodea al ser humano, en donde vive y trabaja, con consecuencias nocivas para la salud. En la Declaración de la Conferencia se menciona que en los llamados países del Tercer Mundo, la mayoría de los problemas ambientales eran ocasionados por el subdesarrollo, y por el contrario, en los países industrializados los problemas ambientales eran motivados por el desarrollo tecnológico. La Conferencia declaró 26 principios, dentro de los cuales destacan: que los recursos naturales deben preservarse en beneficio de generaciones presentes y futuras; que los recursos no renovables deben de emplearse de forma que se evite su agotamiento; que la descarga de sustancias tóxicas y la liberación de calor debe realizarse únicamente en cantidades que puedan ser neutralizadas y que no causen daños irreparables a los ecosistemas; que deben destinarse recursos para la conservación y mejoramiento del medio; que se debe utilizar la investigación científica para evitar y combatir las amenazas al medio ambiente; y que debe fomentarse la educación en cuestiones ambientales.

Cabe señalar que con motivo de la apertura de la Conferencia de Estocolmo, el 15 de diciembre de ese mismo año, durante el XXVII periodo de sesiones, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente. Otra resolución, adoptada por la Asamblea General ese mismo día, conformó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Aunque 1972 marca el inicio de una época en el cuidado y preservación del medio ambiente, en los años subsiguientes las actividades encaminadas a encaminar los esfuerzos nacionales no llegaron muy lejos, ya que, aunque se avanzó en cuestiones de orden técnico y científico, en el plano político se continuó dejando de lado a las cuestiones ambientales, por lo que se fueron agravando, entre otros problemas, el agotamiento del ozono, el calentamiento de la Tierra y la degradación de los bosques. En 1983, la Organización de

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