Analisis De La Capacidad Institucional

ANALISIS DE LA CAPACIDAD INSTITUCIONAL

Aplicación de la metodología SADCI

SADCI (Sistema de Análisis de Capacidad Institucional) es una metodología que se aplica en los casos en que se necesita identificar el grado de capacidad institucional actual para llevar a cabo determinadas acciones; evaluar los obstáculos y debilidades a remover o eliminar y establecer las acciones y planes requeridos para ello. En tal sentido, su dimensión temporal de referencia es el futuro y su aplicación está concebida particularmente para programas y proyectos. La situación típica es el análisis del componente de fortalecimiento institucional requerido para asegurar el éxito de un proyecto. El SADCI también puede ser aplicado para conocer el déficit de capacidad en la gestión rutinaria de una organización, así como para evaluar los resultados de un programa o proyecto.

El principal producto de la metodología es la identificación de los déficit de capacidad institucional – DCI, su clasificación en diferentes tipos de déficit atendiendo a sus posibles causas; y a la formulación de un componente de desarrollo institucional como una respuesta de fortalecimiento e intervención organizacional para superación de esos déficit.

La metodología permite el análisis de capacidad institucional en forma independiente de la modalidad de trabajo y estructura organizativa. Asimismo no se limita a los DCI que puedan existir en una única organización sino que abarca a los existentes en la trama institucional involucrada en la realización del proyecto en el desarrollo de los procesos habituales de la organización.

ESTRUCTURA DEL SADCI:

Objetivo General del Proyecto: Es el estado de las cosas al cual el proyecto contribuye a lograr y que hoy no existe o existe de manera poco satisfactoria.

Objetivos Particulares: Se refieren a diferentes aspectos de las acciones a ser encaradas para lograr el objetivo general. Los objetivos particulares en su formulación deben incluir indicadores. De los objetivos particulares a su vez, se desprenden las actividades. Estas permiten entender de qué manera se combinan los recursos que dispone el proyecto para lograr el efecto o impacto deseado.

Los objetivos específicos del proyecto se logran cuando todas las actividades en las que se desagregan se cumplen de manera exitosa.

La metodología permite identificar un conjunto de condiciones a ser resueltas para que las tareas puedan ser completadas y con ellas las actividades.

La metodología de captura de la información se articula alrededor de entrevistas con informantes clave de la organización. Los datos trasmitidos por ellos se vuelcan a un conjunto de formularios.

Una vez establecidas con precisión las tareas, deben repasarse con un sentido crítico

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