Antecedentes Historicos Del Pelo

ANTECEDENTES HISTORICOS DEL PELO

Antes de abordar los antecedentes históricos del pelo, debemos conocer primeramente su definición.

Entendemos como pelo el filamento cilíndrico, sutil, de naturaleza cornea que nace y crece entre los poros de la piel de casi todos los mamíferos y de otros animales de distinta clase.||cualquier hebra delgada de lana, seda u otra materia semejante.|| En los tejidos, parte que queda en su superficie y sobresale en el haz y cubre el hilo. (Plaza & Janes editores S.A., 1999)

En todas las culturas y a lo largo de la historia el cabello ha tenido un significado especial, ha sido utilizado como accesorio natural de los humanos y tiene una gran importancia simbólica como un medio de expresión personal, por ejemplo los egipcios utilizaban su cabello como símbolo de estatus social, los celtas como un símbolo de fuerza, los griegos como una expresión de actitud, medusa como expresión de peligro, muchos como símbolo de oposición, y es así que vemos como distintas culturas y personas han utilizado el cabello con distintos propósitos, sin embargo a nosotros en el área de la criminalística nos interesa saber y utilizar el cabello como indicio, como evidencia, como una manera de encaminar la investigación hasta el esclarecimiento de la verdad

El pelo, tiene su origen en el ancestro común que tenemos con las aves y los reptiles, hace 300 millones de años. Los primeros mamíferos aparecieron sobre la tierra hace unos 210 millones de años, nuestro género Homo, hace unos 4 millones, y nosotros como especie Homo sapiens, hace unos 200 mil años. Siempre tuvimos pelo, y al parecer nuestros “primos” las aves y los reptiles también, por más que ahora no lo muestren. El pelo está hecho de proteínas de queratina, pero no sólo el pelo, sino las uñas, plumas, cuernos, garras y pezuñas. Según Leopold Eckhart, uno de los investigadores del estudio, de la Universidad de Vienna, Austria, el ancestro común de las aves, reptiles y mamíferos, tenía genes para la creación de queratina. (Ruiz, 2011) Una de las primeras investigaciones en química forense se realizó en 1889 en Francia, cuando Alexandre Lacassagne identifico el cuerpo de una persona perdida tiempo atrás, por medio del análisis de un pelo. El pelo del cadáver era negro, mientras que el pelo del hombre perdido era café. Lacassagne sabia que el color del pelo frecuentemente cambia cuando el cuerpo permanece en el ataúd, por lo que lo lavó repetidamente hasta encontrar que su color original era, en efecto, café. Mas tarde le pidió a un químico que lo analizara para ver si el cabello era teñido, el resultado negativo de la prueba indicó que el color natural era café, finalmente comparó el grosor del cabello del cadáver con el del hombre perdido (cabello extraído de su cepillo) y resultaron idénticos. (Chamizo Guerrero, 2001)

Desde una

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