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Análisis del texto "Elogio de la Dificultad" (2000) de Estanislao Zuleta


Enviado por   •  23 de Abril de 2015  •  Resúmenes  •  981 Palabras (4 Páginas)  •  503 Visitas

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Colegio Campestre San Diego

Grado Décimo

Marzo 26 2015

Filosofía

Alejandra Brandwayn

ESTANISLAO ZULETA EN LA ACTUALIDAD

El texto “El Elogio De La Dificultad”(2000) de Estanislao Zuleta aporta varias ideas de gran importancia acerca de cómo los seres humanos tenemos la perspectiva del carácter, comportamiento y la manera como idealizamos la felicidad y la fantasía de vivir una vida perfecta sin necesidad de luchar, tomar riesgos, sufrir, ni tener que atravesar ningún obstáculo, es ahí donde el autor nos plantea que tenemos un gran problema, y no es el que no logremos lo que nos proponemos o lo que deseamos lo que ocurre es que no sabemos desear. No se ha dicho que está mal desear o proponernos ideales excelentes, pero debemos proponernos esos ideales o esas metas siendo más que un ser humano mediocre que desea la perfección sin búsqueda ni sabiduría alguna. El querer vivir u obtener una vida completamente fácil es sinónimo de un ser lleno de miedo, que teme al fracaso, al hecho de no ser aceptado, y a la crítica.

Estamos anhelando un mundo donde la vida es perfecta en el cual todo va a estar hecho y lo que falte por hacer no nos cueste en lo absoluto y no sea necesario colocar en práctica nuestras capacidades para ello, sino solamente disfrutar de la satisfacción de hacer parte de ese extraordinario mundo, es decir son solo anhelos y sueños sin fundamentos por los cuales no se está trabajando. Cuando se ambiciona por una realidad perfecta en donde todo este dado, y ya no haya cosas por lograr o pensar no habrá perfección en sí. La perfección solo se puede definir cuando hay imperfección, y la felicidad cuando hay tristeza. Como ya no habría la lucha, ya nada se lograría a través del esfuerzo y ya no habría ambición ni pensamiento ni mucho menos libertad. La vida sería un desperdicio y sería algo que no valdría la pena si todos fuéramos iguales y consiguiéramos todo de la misma manera.

Sucede que miramos a las demás personas como enemigos capaces de truncar nuestros sueños, porque piensa diferente es decir no respetamos la manera de ver las cosas desde el punto de vista en que las ven los demás “como el respeto es respeto a la diferencia, solo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa” formulamos juicios sin darnos la oportunidad de conocer a la otra persona llevando así a agresiones sin fundamento porque simplemente pretendemos que todas las personas opinen de la manera como nosotros lo hacemos o simplemente lo señalamos como un enemigo, pensando siempre que nos quiere hacer daño, que se está oponiendo y que está actuando de mala fe ante nuestro propósito, sin saber a ciencia cierta qué es lo correcto.

Los seres humanos nos imaginamos siempre con tener todo a la mano pero nos equivocamos y cuando se presentan esas barreras de la falta de un recurso económico o de una dificultad física nos cerramos y pensamos de una manera equivocada diciendo que nunca podemos romper esas barreras.

Cuando pensamos acerca de las posibilidades de otros decimos que son más afortunados, pero desde otra perspectiva no nos damos la oportunidad de conocernos y ver las capacidades que podemos aportar a la realización de esos sueños sin sentirnos fracasados.

Hay que ir más allá cuando estamos en la búsqueda del objetivo, hay que trabajar, tolerar, persistir, insistir, razonar, ponerle lógica a las cosas y sobre todo no desfallecer. La facilidad que impone la sociedad, viene con el ignorar las dudas, indecisiones, angustias y demás dificultades, no le temen a la muerte, sino a la necesidad de ponerse en cuestión. Síntoma de lo anterior, y evidencia de la dominación de estas ideologías es el carecer del respeto, pues no se puede tener en cuenta la verdad del otro por el simple hecho de que es falsa y contradictoria a la nuestra. Nos atormenta la complejidad y el trabajo duro; imaginamos una vida sin complicaciones, sin esfuerzo una vida aburrida sin anhelo de superación. Nos conformamos con verdades absolutas, adoramos la quietud y exaltamos la pasividad, trazamos barreras de odio e indiferencia vemos al otro como nuestro enemigo. Pensar por sí mismo nos causa pánico, miedo, nos da angustia cuestionar, utilizar nuestra razón, procuramos suprimir la autonomía y pretendemos encontrar un líder que hable y actué por nosotros.

Deseamos mal, vivimos en el mundo de las mentiras y las ilusiones falsas, las doctrinas promulgan amor por lo propio y rechazo a lo extraño y a lo diferente; nuestro problema radica principalmente en la misma forma desear, en la angustia y pesimismo que produce la utilización de la razón, porque tememos equivocarnos, no tenemos el suficiente criterio para decidir por sí mismos nos da escepticismo combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.

Entonces he ahí de este facilismo donde viene el pesimismo y el individualismo, sólo por pensar que se abandonó cualquier esperanza de vida aparentemente mejor. Lo más importante es dejar atrás el miedo a luchar y esforzarnos por lograr nuestras metas, sabiendo que las cosas toman mayor valor cuando nos exigen respeto y superación.

Al ser humano se le conoce como un creador de mundos en los que no hay problemas, que piensan que la felicidad está en la vida sin búsqueda, riesgos, lucha y sin sufrimientos ni dolor. Que toma la crítica como una manera de error o mala fe de parte de la otra persona. Se cataloga como un mediocre por la inseguridad que produce ir más allá de los propios anhelos y/o deseos. Podemos concluir aportando que no está mal hecho de ser seres humanos emprendedores con ideales que apuntan hacia la excelencia, pero que se debe dejar de lado ese miedo a tomar riesgos o atravesar situaciones complejas y trabajar, luchar para llegar a nuestros ideales sin necesidad de apuntar al facilismo.

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