Análisis medianoche en París

Medianoche en París es una película que nos brinda la oportunidad de ver lo extraordinario como lo ordinario de la vida, nuestras alegrías y decepciones. Woody Alen nos brinda como personaje principal a Gil Pender, un hombre en su lucha por convertirse en el escritor que siempre quiso ser, atrapado en su vida nostálgica en la cual se niega a si mismo lo infeliz que es con su presente, con su prometida Inés que nunca logra comprenderlo y su ansia por vivir en la época de París en los años 20. La película comienza a tomar su curso cuando una extraordinaria noche, Gil se ve transportado a los años 20, logrando conocer aquellos artistas a los que siempre a admirado y de los cuales también se inspira para su novela. Gil se ve encantado con su vida en aquella época, provocando mayor desdicha en su vida presente; conforme pasa el tiempo, Gil logra comprender que no debe comparar su vida con alguna época pasada, ya que siempre le llevará tristeza y decepción; por el contrario, debe enfocarse en su vida actual, vivirla de tal manera que logre ser feliz en ella. Finalmente toma la decisión de terminar con su prometida, mudarse a París y centrarse en su literatura.

Con cada viaje a medianoche que realiza Gil a la época de los años 20, este filme no solo nos brinda la vida personal del personaje, sino también nos llena de conocimientos sobre el arte con artistas como Picasso, la cultura de aquella época, y a su vez haciendo alusión a grandes personajes literarios de la que fue llamada la generación perdida, tales como Scott FitzGerald, Ernest Hemingway y Gertrude Stein, entre otros grandes artistas que también son mencionados.

Como conclusión, este filme nos regala una historia romántica, artística y extraordinaria. También, nos deja una gran lección, cada persona es quien forja su destino, es quien crea su felicidad, no es el tiempo, la época quienes nos hacen las personas que somos, es algo personal; cada época es maravillosa y enriquecedora a su manera, pero también las personas debieron tener sus dificultades; la solución no es escapar de nuestro presente, es enfrentarlo, tener perspectiva y crear, moldear nuestras vidas.

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