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Análisis reflexivo y comparativo de las fotos elegidas. Bibliografía y webgrafía


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  1.498 Palabras (6 Páginas)  •  437 Visitas

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INDICE

  • ¿En qué consiste la actividad? ¿Por qué elegí estas fotos?
  • Análisis reflexivo y comparativo de las fotos elegidas.

  • Bibliografía y webgrafía


¿En qué consiste la actividad? ¿Por qué elegí estas fotos?

En la actividad se nos pide que comparemos y analicemos dos de las fotos que Peter Mezel recoge en su libro “Hungry Planet: What the Eorld Eats”, en el que plasma, con sus fotografías, familias junto con la compra de alimentos que consumirán en una semana, basándose en una investigación detallada de cómo la gente se alimenta en 24 países alrededor del mundo.

Desde el principio se ve claramente el fin del autor al realizar esta obra, no sólo desde el aspecto económico y consumista (somos lo que comemos), sino que también desde la perspectiva cultural y medio ambiental. La diferencia existente entre los países del sur y los del norte es destacable.

Las fotos que he elegido pertenecen a dos familias de los continentes americano y europeo. La familia Melander de Bargteheide, de Alemania, con unos gastos semanales alimentarios de 375,39 €, y cuya comida favorita son las patatas fritas con cebolla, bacon y arenque, fideos fritos con huevos y queso, pizza y flan de vainilla. Y la familia Ayme de Tingo, Ecuador, con gastos de alimentos para una semana de 20,25 €, y cuya receta familiar es sopa de col con patata. Ya con la descripción anterior se puede percibir los contrastes que existen y es una de las razones del porqué de esta elección. Las otras son el tipo de comida visiblemente diferente de una familia a otra, los espacios donde están retratadas las familias, el número de familiares y las expresiones de sus caras. Sorprende ver que en Ecuador, más humildes por lo que se ve en la foto, todos sonríen.

Análisis reflexivo y comparativo de las fotos elegidas.

Es evidente al mirar las dos fotos que los modelos de consumo son totalmente diferentes, a pesar de que la influencia de la globalización y capitalismo están presentes en ambos países. En Alemania el PIB per cápita es muy superior que en el caso de Ecuador, al igual que su población. Es un país desarrollado donde la calidad de vida es más alta puesto que es económicamente fuerte, y con un IDH positivo debido a que tiene una esperanza de vida larga y saludable, conocimientos y nivel de vida digno. Ecuador, sin embargo, tiene PIB per cápita de 4.485 €, lo que nos indica que la calidad de vida de los ecuatorianos es muy baja. El IDH de Ecuador ocupa el puesto 87, que nos dice que el progreso es también bajo. Pero ¿realmente el PIB es un buen indicador del desarrollo humano, de la calidad de vida?  Pues no, puesto que utiliza herramientas que no toman en cuenta la degradación del medio ambiente, ni la desaparición de los recursos naturales, básicos para la vida humana, y causados por las actividades económicas. Es una herramienta que mide el desarrollo monetario. Por ello es necesario buscar otros indicadores que tomen en cuenta estos efectos colaterales. Así, que el PIB sea alto, no significa que la población de ese país esté mejor económicamente y menos en términos de calidad de vida. Tomando esto en cuenta, las fotografías que elegí pueden ser un ejemplo de lo anteriormente dicho.

La familia de Melander están retratados en el comedor de su casa con una mesa grande llena de su compra para una semana. Son cuatro miembros en la familia. Hacen sus comidas en un horno eléctrico, microondas y parrilla de barbacoa. La conservación de los alimentos es en el frigorífico y arcón congelador. La compra se compone en su gran mayoría por productos procesados envasados  (bebidas, zumos, guisantes congelados, embutido, pescado, fideos, bollería, cereales azucarados, aderezos, mermeladas, mantequillas, etc.), fruta fresca (plátanos, naranjas, manzanas y pasas), verdura fresca (patatas, cebolla, lechuga, zanahoria, coles), carnes frescas, lácteos envasados (leche, queso y yogures), chocolates, snacks, y otros productos que no distingo bien. No reconozco ninguna marca (tampoco las veo claras en la fotografía). Su modelo de consumo esta basado en el consumo de productos procesados y envasados, que podemos encontrar en un supermercado. La cantidad de alimentos semanales se ve desproporcionada para el número de personas en la familia. Además consumen más productos envasados que frescos y gran cantidad de azúcares.

La familia Ayme está retratada en su casa cocina de Tingo. Cuentan con ocho hijos, diez miembros familiares. Utilizan para cocinar el horno de leña y el secado al aire para la conservación de alimentos. Su alimentación es básicamente vegetariana componiéndose principalmente de  maíz, patata, trigo, zanahoria, habas, cebolla, oca (tubérculo), leche, puerro, verdolagas, plátano macho, limones, tomates verdes, repollo, conejo de indias y/o pollo (sólo algunas veces al año). Su modelo de consumo proviene de la agricultura (de sus tierras), con poco impacto medioambiental, y de la ganadería (tienen una vaca lechera y comparten un rebaño de ovejas familiar). Para los miembros de la familia que son, creo que la comida es ajustada. Por el entorno en que vive la familia, se deduce que el acceso a productos envasados es reducido, aunque la dieta es más sana que la de la familia alemana a pesar de su reducido consumo de proteínas animales.

Si lo miramos desde una perspectiva medioambiental, nunca se puede decir que no hay impacto ambiental, pero sí que la familia alemana con su consumo de envasados produce muchos más residuos que la familia Ayme, además de que su dieta no es equilibrada. Si hablamos de la producción de alimentos procesados, tenemos que darnos cuenta que no sólo es alimento, es algo más, energía que utilizan para elaborarlos y transportarlos y sus residuos y/o basuras,  la polución, contaminación, etc. Tenemos asumido que las vitaminas, los suplementos y los alimentos procesados pueden suplir a la comida real, y no es así. Llama la atención en las fotos que la familia que tiene más dinero no es la que se alimenta mejor, ni mucho menos la que respeta el medio ambiente. En gran medida nos vemos influenciados por el lugar donde vivimos. Así la familia Ayme, vive en los Andes,  en un pueblo donde prima la agricultura y la ganadería y donde se alimentan de lo que cultivan y crían. Están más en contacto con la naturaleza y la usan para alimentarse y cuidarse. La familia Melander vive en una ciudad alemana con industrias agrícolas que están muy lejos de pueblos y ciudades, rodeados de comercios, supermercados, etc. Es un sistema urbano que depende de otros factores como políticos, económicos, sociales, etc. y donde el sistema natural no llega a cerrarse porque muchos de los residuos orgánicos e inorgánicos no llegan a reutilizarse o reciclarse.

De este modo puedo afirmar que el modelo de consumo y producción con menos impacto en el ambiente es el de la familia ecuatoriana, puesto que se cultiva de forma tradicional y sus animales se alimentan del campo, su forma de cocinar no es tan dañina y tampoco el medio de conservación de los alimentos. Podríamos hablar del posible impacto con la tala por hacer zonas de cultivo o de la gran cantidad de comida que ingieren los rumiantes, pero como he dicho, nunca existe un impacto cero. Es un sistema natural con una organización interna de ciclos de materia que se cierran en sí mismos.

A modo de reflexión general sobre todo lo que acontece en materia de consumismo y capitalismo, el modelo vigente y al que se tiende como meta es el que representa la familia alemana perteneciente a los países del norte. Este modelo hace que los países del sur, donde realmente están los recursos, sean los más empobrecidos, pero también provoca pobreza en sus propios países puesto que crea desigualdades sociales, riqueza a los ricos y pone precio a los recursos naturales, que hemos de cuidar y mantener. Es por sí mismo insustentable.

Debemos tender a un modelo donde se utilicen los recursos al mismo tiempo que se regeneran, utilizándolos racionalmente y consumiendo de forma responsable y sostenible. El impacto social y medioambiental es más importante que el impacto económico. Observando y tomando en cuenta las consecuencias medioambientales que provocan las acciones productivas y modificando dichas acciones para disminuir o eliminar tal impacto.

Lo ideal sería tener una sociedad ecológicamente sustentable, que respeta los ciclos de regeneración de los recursos renovables que brinda la naturaleza, es decir, aprovechando los recursos al máximo, no explotándolos,  no depredándolos, sociedades que puedan lograr cubrir sus necesidades a través de un manejo adecuado del entorno natural, logrando su soberanía como sociedad (soberanía alimentaria, energética).

Bibliografía y webgrafía

  • Friedrich-Ebert-Stiftung. “Hacía un concepto de sustentabilidad”: http://www.fes-sustainability.org/esp
  • Datos Macro. http://www.datosmacro.com/paises
  • Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura. FAO. http://www.fao.org/documents/es/
  • “Las personas, el consumo y el futuro. Guía de consumo Responsable y Medio Ambiente”. Celia Barbero Sierra (IPADE); Ana Etchenique (CECU); Gema del Pozo Villar (IPADE); Juan Carlos Tuderini (CECU).
  • El País Digital. “Entre la abundancia y lo más básico”. http://elpais.com/diario/2005/08/07/eps/1123396013_850215.html

   

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