Asumir El Liderazgo Como Transformación Total

Las actividades o prácticas de liderazgo no son de rápida factura, no se realizan con recetas; son acciones de gestores que con gran profesionalidad y reflexión despliegan el accionar de innumerables actores educativos. Esa es su potencia, gratificación y responsabilidad.

Según Covey, “Los principios son verdades profundas, fundamentales, de aplicación universal”, la interiorización de estos principios a través de hábitos se dividen en: actitudes internas-la victoria privada y las relaciones con los demás-la victoria pública. De acuerdo al enfoque del autor “de dentro hacia fuera” es un proceso de renovación que conduce a formas progresivas de independencia responsable e interdependencia eficaz. Un hábito es una intersección entre conocimiento, capacidad y deseo.

Los siete hábitos proporcionan un enfoque gradual, secuencial y altamente integrado del desarrollo de la eficacia personal e interpersonal, es pasar de la dependencia a la independencia y posteriormente a la interdependencia. Se convierten en la bases del carácter, con los cuales el individuo puede resolver problemas con eficacia, maximizar sus oportunidades e integrar nuevos principios en una espiral de desarrollo ascendente.

La victoria privada.

Primer hábito. La proactividad: hacernos responsables de nuestras propias vidas. Cambiar de dentro hacia fuera.

Segundo Hábito: Empezar a pensar en un objetivo: tener un objetivo adecuado, descubrir la verdadera misión de nuestra vida, la misión que dé sentido y dirección a todo lo que hagamos.

Tercer hábito. Lo primero es lo primero: aprender a organizar y ejecutar todo acerca de nuestras prioridades.

Cuarto hábito. Pensar en gano/ganas: el éxito de una persona no se logra a expensas o excluyendo el éxito de otros y para ello se necesita de tres rasgos característicos de la persona: integridad, madurez y mentalidad de abundancia.

Quinto hábito. Procure primero comprender y después ser comprendido: la escucha empática.

Sexto hábito. La sinergia: el todo es más que las partes.

Renovación.

Séptimo hábito. Principios de autorrenovación equilibrada: procura preservar y realizar el mayor bien que se posee: uno mismo. Y esto se logra renovando las cuatro dimensiones de la naturaleza: la física, la espiritual, la mental y la socio/emocional.

Con base en el Manual de Liderazgo para Directivos, de Alfredo Antonio Gorrochotegui, para alcanzar la eficacia personal debemos iniciar con uno mismo, analizarnos, qué somos y qué queremos llegar a ser para replantearnos nuevos objetivos que nos permitan llegar a ser mejores persona y líderes en nuestros centros de trabajo y lograr las satisfacciones con nosotros mismos, ordenar nuestras prioridades y metas a las que queremos llegar y ante todo poner en consideración el que todos los involucrados en el proceso de transformación obtengan los mejores resultados para ellos. Es importante cambiar nuestra forma en el actuar cotidiano, aprender a escuchar a los demás y conocer los intereses de las per zonas que nos rodean para así obtener los mejores resultados en nuestro quehacer cotidiano sin afectar a los demás, es importante aprender a trabajar en equipo, ya que es como obtendremos los mejores resultados. Con todas estas modificaciones en nuestra personalidad como último paso nos queda hacer una autoevaluación, considerar lo que nos funciona y nos hace mejores de nuestro actuar y desechar aquello que no funciona para cambiarlas por nuevas actitudes que nos lleven a alcanzar la eficacia, primero como persona y después como líderes al frente de instituciones en las cuales existen personas de las cuales somos responsables de su éxito o fracaso escolar.

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