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BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA AERÓBICA EN EL ORGANISMO DEL SER HUMANO


Enviado por   •  17 de Junio de 2014  •  3.358 Palabras (14 Páginas)  •  261 Visitas

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BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA AERÓBICA EN EL ORGANISMO DEL SER HUMANO

La participación regular del ser humano en actividades físicas, preferiblemente de carácter aeróbico, permite un mejoramiento cualitativo de su existencia. Es por ello, que existe mayor preocupación de la comunidad científica internacional, por determinar los efectos positivos de éstas en el hombre y difundirlos mundialmente como política de incentivo hacia la práctica permanente de actividades que redunden en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Actualmente se puede afirmar con gran satisfacción que organismos como la Organización Mundial de la Salud, establece una serie de factores responsables del deterioro de la salud, entre los que se destaca el referente a los estilos de vida, que no es más que un conjunto de prácticas y comportamientos que mantienen con cierta consistencia en el tiempo individuos y grupos; entre estos se encuentra el sedentarismo o ausencia de actividad física.

A pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de la dedicación cada vez mayor, de recursos económicos por parte de los gobiernos para la investigación en las ciencias aplicadas al deporte y la posterior campaña de educación y promoción de los resultados que favorecen la participación en actividades físicas, observamos con preocupación que altos porcentajes de la población continúan siendo sedentarios. Por carecer de estadísticas en esta materia en nuestro país, a manera de ejemplo se explican los resultados de un estudio en el que se demostró que entre el 40 y 60% de la población de Estados Unidos no realiza actividades físicas significativas; y sólo el 20% de los adultos son considerados físicamente activos para obtener beneficios cardiorrespiratorios y de la salud en general.

Recientes investigaciones dirigidas a determinar el tipo de actividad que rinde mejores beneficios al organismo han arrojados resultados que se inclinan hacia los ejercicios aeróbicos, como responsables de los mayores beneficios conocidos. Otras investigaciones han demostrado que con el solo hecho de realizar determinadas actividades físicas (ejercicios no estructurados), ya se obtienen beneficios para la salud, pero en menor grado.

En este orden de ideas se explicará a continuación los beneficios que trae consigo la práctica de actividades cardiovasculares en el organismo. Los efectos a los cuales se hará mención son de carácter biológico (anatómicos – funcionales), psicológicos y sociales.

EFECTOS BIOLÓGICOS

SISTEMA CARDIOVASCULAR Y RESPIRATORIO

• Investigaciones realizadas a finales de la década de los 70, demostraron que el entrenamiento físico proporciona un aumento del tamaño del corazón. Dicho aumento es de naturaleza distinta, dependiendo si las personas se ejercitan aeróbica o anaeróbicamente.

La hipertrofia cardiaca experimentada por las personas que realizan ejercicios aeróbicos se debe básicamente al aumento del tamaño de la cavidad de bombeo (ventrículo izquierdo). Mientras que la hipertrofia cardiaca experimentada por personas dedicadas a ejercicios de tipo anaeróbicos se debe a el aumento del grosor de la pared ventricular, sin aumento de la cavidad de bombeo.

Esta hipertrofia diferenciada, según Morganroth y colaboradores, en su libro Comparative Left Ventricular Dimensions in Trained Athletes, se debe a “que los esfuerzos prolongados requieren un volumen minuto sumamente elevado, por lo que la adaptación morfológica se traduce en un aumento del tamaño de la cavidad de bombeo. A diferencia de los esfuerzos anaeróbicos en los que intermitentemente se elevan las presiones sanguíneas arteriales, por lo que se requiere de una pared ventricular más gruesa”.

• La hipertrofia cardiaca explicada anteriormente es responsable directa del aumento del volumen sistólico o cantidad de sangre que el corazón expulsa cada vez que se contrae, disminuyendo de esta manera la frecuencia cardiaca de reposo. Esto quiere decir que el corazón de una persona entrenada requiere latir menos veces por minuto para distribuir la sangre a través del organismo, y por consiguiente estará utilizando más eficientemente la energía (trabaja en economía de esfuerzo).

• Diversas investigaciones realizadas en el aspecto cardiovascular han demostrado que el entrenamiento físico aeróbico origina un aumento del volumen total de sangre (volemia) y de la cantidad de hemoglobina, lo cual beneficia notablemente a un individuo activo, debido a que estos componentes son los responsables directos del transporte de oxígeno.

La hemoglobina se combina químicamente con el oxígeno formando un compuesto llamado oxihemoglobina, que es la forma en que se transporta el oxígeno en la sangre hacia los diferentes músculos y órganos para ser utilizado en la conversión energética. Podemos afirmar que si poseemos mayor cantidad de hemoglobina, tendremos mayor disponibilidad de oxígeno y por tanto mayores posibilidades de producir energía aeróbicamente.

• Los beneficios anteriormente explicados demuestran la eficiencia del sistema cardiovascular de las personas físicamente activas, lo cual hace que el incremento de la frecuencia cardiaca durante un ejercicio determinado sea menor; disminuyendo así el período de recuperación o tiempo que tarda el organismo en volver a su estado inicial de reposo.

• En el organismo sedentario normalmente existe gran cantidad de capilares inactivos, que la actividad física se encarga de hacerlos entrar en funcionamiento propiciando un mayor intercambio gaseoso a nivel celular, permitiendo así mayor oxigenación a nivel muscular para la realización del trabajo y mejores posibilidades para eliminar los desechos producidos por el metabolismo.

• Diversos estudios científicos han demostrado que las grasas son una de las principales fuentes de provisión energética, para la realización de actividades de larga duración, por lo que podemos afirmar que las actividades aeróbicas contribuyen efectivamente en la disminución de los valores de triglicéridos y colesterol del organismo. Todo esto hace que las personas físicamente activas sean menos propensas a sufrir enfermedades cardiovasculares producidas por la acumulación de grasas en las arterias.

• La comunidad científica internacional coincide en que el ejercicio aeróbico o cardiovascular, realizado durante largos períodos de tiempo (en forma constante), contribuye efectivamente en la regulación de la tensión arterial. Algunos estudios han revelado que las personas sometidas

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