CÓNDOR A LA LUZ DE LA LUNA
insectoanimalInforme10 de Junio de 2016
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CÓNDOR A LA LUZ DE LA LUNA.
Texto original de: Felipe Galván.0
DRAMATIS PERSONAE:
AGUA.
TIERRA.
GENERAL-CORONEL CHAPARRO.
POLICÍA MILITAR.
ESCOBEDO.
BARAJAS.
BARRAZA.
MARQUINA.
JACINTO HIPÓLITO.
SEÑOR DEL PAN Y EL AGUA.
CHOFER.
I:
En oscuro se escucha, “in cressendo” un motor de máquina de yate que avanza en el mar. Cuando la cercanía se señala en el volumen del motor se escuchan voces provenientes del yate que avanza.
-Aquí está bien.
-¿Paro?
-Para.
El motor se detiene, lo mismo pasa con la marcha del yate.
-Levántenlo.
-Hace frío.
-Tápenlo bien para que no le haga daño.
-¿Aquí?
-Aquí, pendejito, aquí.
-A la una.
-A las dos.
-A las tres.
Golpe de bulto que cae al agua. Burbujeo. Atmósfera auditiva de profundidad marina.
Sobre una gran lona blanca de fondo vemos una silueta, es la imagen de la virgen guadalupana.
De las alturas aparece un bulto que baja lentamente. Se detiene. Se mueve primero lentamente, después aprisa, luego con desesperación rompiendo su envoltura. Descubrimos un cuerpo humano.
El cuerpo comienza a balancearse, su radio aumenta poco a poco hasta que se estrella aparatosamente contra la lona. La imagen de la virgen se deforma con el golpe. El cuerpo se aleja y vuelve a estrellarse, el alejamiento y el golpe se repiten tres, cuatro, muchas veces; cada ocasión con mayor intensidad y con menor intervalo de tiempo entre estrellar y estrellar.
Una sombra en el piso escénico comienza a lamentarse por lo bajo, como reacción a los golpes. Sus lamentos aumentan poco a poco de volumen hasta llegar a lo estentóreo.
SOMBRA.- No.
Golpe.
SOMBRA.- Dios.
Golpe.
SOMBRA.- Alto.
Golpe.
SOMBRA.- Por favor.
Golpe.
SOMBRA.- Ya.
Golpe.
SOMBRA.- Paren.
Golpe.
SOMBRA.- Ay.
Golpe.
SOMBRA.- Ya.
Golpe.
SOMBRA.- Ya.
Golpe.
SOMBRA.- ¡Ya!
Golpe.
SOMBRA.- ¡Bastaaaaa!
El vaivén y los golpes se detienen.
SOMBRA.- (Al personaje golpeado) Agua eres y en agua te convertirás.
Desaparece la imagen virginal. Las luces aumentan en intensidad sin romper la penumbra. Descubrimos a los personajes; el de la cuerda, agua, viene vestido en azul y blanco marinos, ropa en jirones con manchas rojas. El de nivel escénico, tierra, en café o beige, ropa en jirones con manchas rojas.
AGUA.- Tierra eres y en tierra te convertirás.
TIERRA.- Ya no está junto a ti.
AGUA.- (Buscándose) Parece que no.
TIERRA.- Te estoy diciendo que no.
AGUA.- Es dura. Es dura y fría. Mis carnes sintieron el impacto, y aunque no dolió ya, me di cuenta de la dureza y la frialdad.
TIERRA.- Por eso son símbolos, por duros y fríos; de otra forma no aguantan.
AGUA.- No debiera ser así.
TIERRA.- Pero así es. Mírate.
AGUA.- No quería ser símbolo.
TIERRA.- Ni lo serás, te falta dureza. Tus carnes calientes ya no te duelen, pero míralas, desgarradas.
Agua baja al nivel escénico, revisándose el cuerpo, las carnes.
AGUA.- Sí, mira.
Su mirada cae en el otro, lo revisa recorriéndolo. Tierra se revisa.
TIERRA.- Sí, mira.
AGUA.- Tú también desgarraste tus carnes.
TIERRA.- ¿Tú desgarraste las tuyas?
Agua deja de revisarlo, reflexiona, busca ¿responder? ¿recordar?
AGUA.- ¿Agua soy y en agua me convertiré?
TIERRA.- Sí agua.
AGUA.- No sé cómo llegué aquí.
TIERRA.- Pero llegaste.
AGUA.- No sé si quise llegar.
TIERRA.- Pero aquí estás.
II:
El general chaparro, en mangas de camisa, se queja amargamente de sus ¿sueños?, ¿pesadillas? Su ubicación se encuentra en una celda.
GRAL. CHAPARRO.- No. Dios. Alto. Por favor. Ya. Paren. Ay. Ya. Ya. ¡Ya!
¡Bastaaa!
Entra un Policía Militar en funciones.
POLICÍA MILITAR.- ¿Qué pasa general?
GRAL. CHAPARRO.- ¿Eh?. ¿eh?
POLICÍA MILITAR.- Está delirando. ¿Tiene fiebre?
El Policía Militar intenta “pulsar” la temperatura en la frente del general.
GRAL. CHAPARRO.- Deje. ¿Es usted marica?
POLICÍA MILITAR.- Mire general, usted no va a enfermarse. Y si no hay remedio, no lo hará a la hora de mi guardia. Enférmese más tarde.
Retorna a “pulsar” la temperatura en su frente.
POLICÍA MILITAR.- No tiene nada.
El general se toca la frente.
GRAL. CHAPARRO.- No, no tengo nada. ¿Por qué habría de tener algo?
POLICÍA MILITAR.- Gritó muy fuerte. Me despertó.
GRAL. CHAPARRO.- ¿Se duerme en la hora de guardia?
POLICÍA MILITAR.- Cuando todo se encuentra bajo control, sí.
GRAL. CHAPARRO.- Que bueno que no está en la guerra. Si no...
POLICÍA MILITAR.- ¿Si no qué, general? Estoy de guardia en la prisión militar, y antes de dormir me aseguré de que nadie pudiera escapar durante el tiempo que ocupara en dormir. Y no iba a poder escapar, general. Ahora si puede. Ándele, salga, si lo desea. Yo no le voy a disparar, lo hará el guardia externo. Salga, con confianza.
GRAL. CHAPARRO.- Es usted muy chistosito.
POLICÍA MILITAR.- Y usted muy gritoncito. Sobre todo cuando lo atacan las pesadillas.
GRAL. CHAPARRO.- ¡Yo no tengo pesadillas!
POLICÍA MILITAR.- ¿O los cargos de conciencia?
GRAL CHAPARRO.- No cargo nada en la conciencia.
POLICÍA MILITAR.- Entonces acuéstese bien, sin apachurrarse el brazo o la pierna.
GRAL. CHAPARRO.- ¿Para qué?
POLICÍA MILITAR.- Para que no parezca que tiene pesadillas, para que no sospeche nadie de que algo carga en la conciencia. Para que no grite mientras duerme, general, para que no grite.
GRAL. CHAPARRO.- Yo no grité.
POLICÍA MILITAR.- Perdón, perdón. Vuelvo a mi puesto a dormir porque seguro que esto es un sueño.
GRAL. CHAPARRO.- La verdad es que... estaba repitiendo los gritos de otro.
POLICÍA MILITAR.- ¿Los gritos de quién?
GRAL. CHAPARRO.- De alguien que... usted no conoce, oficial.
POLICÍA MILITAR.- ¿Un amigo?
GRAL. CHAPARRO.- No, no era mi amigo.
POLICÍA MILITAR.- ¿Un enemigo?
GRAL. CHAPARRO.- Pudiera ser.
POLICÍA MILITAR.- Bueno, tranquilícese general.
GRAL. CHAPARRO.- ¿Es una orden?
POLICÍA MILITAR.- No, es una sugerencia.
GRAL. CHAPARRO.- ¿Cuántos años tiene, oficial?
POLICÍA MILITAR.- Veinticinco, general.
GRAL. CHAPARRO.- Cuando este “amigo” falleció, usted ni había nacido.
POLICÍA MILITAR.- ¿Y cómo murió?
Silencio. El general parece ausente.
POLICÍA MILITAR.-¿Cómo falleció? ¿No lo supo usted?
GRAL. CHAPARRO.- En la tierra.
POLICÍA MILITAR.- ¿En la tierra?
GRAL. CHAPARRO.- Sí, en la tierra. En aquel entonces muchos morían en la tierra, pero también muchos morían en el agua.
Pausa, el Policía militar piensa. De pronto parece recordar, se alegra.
POLICÍA MILITAR..- ¡La guerra sucia!
GRAL. CHAPARRO.- Así le dicen ahora a lo que hicimos por la patria.
POLICÍA MILITAR.- Mucho se dice de ese tiempo. Y mucho se dice de usted en ese tiempo.
GRAL. CHAPARRO.- ¿Qué se dice?
POLICÍA MILITAR.- Ya deje eso, para que no repita lo del “fallecido” antes de que yo naciera.
GRAL. CHAPARRO.- Mire jovencito...
POLICÍA MILITAR.- Mire, señor preso, usted termina la noche en calma. O lo meto al calabozo de castigo.
El general chaparro voltea a ver al guardia con encono, este le sostiene la mirada; el general chaparro reflexiona y, poco a poco, transforma su mueca de encono en una sonrisa que estalla después en franca carcajada.
...