CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR, PAULO FREIRE

Alumna: Rosas Axinicuilteco Xochitl.

Materia: Educación popular y comunitaria.

Grupo: 1551

CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR, PAULO FREIRE.

Mirar la práctica educativa hoy en día, implica un recorrido a través de su historicidad, pues es menester situarnos como sujeto histórico-social, para ver la realidad con una mirada crítica y reflexiva, desde un contexto, el cual, cada vez  se torna más cambiante.

Pero, ¿Cómo podemos lograr hacer esta lectura, de manera crítica?, podría decir, que es a través de la reflexión sobre nuestras propias prácticas, prácticas tales que deben encaminarse hacia una formación y transformación continua, con una verdadera praxis.  Se trata  de contextualizar, sea cual sea el ámbito en el que nos desarrollemos como profesionales y como seres humanos, tomando posición epistemológica, aprendiendo a tomar distancia de nosotros mismos. Este posicionamiento epistemológico se encuadra en la dialéctica contexto concreto-contexto teórico.

Para tomar posición epistemológica, debemos salir del contexto concreto, práctico, y sumergirnos en el contexto teórico, de la toma de distancia y de la reflexión. Sin esta posición epistemológica, no tendremos ninguna posibilidad de abordar la fundamental tarea de resignificar y transformar nuestras prácticas. Sin reflexión sobre las prácticas no hay autocrítica. Y sin autocrítica no existe ninguna posibilidad de resignificarlas y transformarlas.

Esta es la única forma de mejorar en forma permanente, de rectificar el camino, de dar lugar a la coherencia; es decir, de unir dialécticamente lo que decimos con lo que realmente hacemos. Esta es la tarea de pensar y repensar la práctica. La continua lectura crítica de nuestras propias prácticas se alimentará, entonces, de la lectura crítica de la palabra.

La reflexión sobre la práctica nos exige realizar una tarea que cada día ejercitamos menos en esta modernidad líquida, (como nos diría Bauman): tomar distancia de nuestras experiencias y prácticas para re-pensarlas, puesto que, en el contexto concreto, realizamos acciones que están prácticamente automatizadas, tanto, que caemos en un “naturalizar lo no naturalizado”.

Es por ello, que se vuelve necesario un re-pensar el ser- estar en el mundo, y el actuar, encaminarnos a una transformación crítica y reflexiva de la realidad, que, aunado a una disciplina para seguir constantes, contra esta realidad que pretende absorbernos en su cotidianeidad, logremos está vinculación práctica-reflexión, mediados por la palabra, y sólo así, volver  a ser sujetos conscientes y críticos, con miras hacia una transformación de la realidad.

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