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CHRISTOPHE BARRATIER

willitusSíntesis9 de Octubre de 2012

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1. CHRISTOPHE BARRATIER

Hijo de Eva Simonet agente teatral, nace en 1963 comienza sus estudios musicales a los siete años, cantando cuando joven en un coro de niños, con posterioridad estudia en el Conservatorio de Música de Paris.

Dirige :

• Les Tombales, 2002

• Les Choristes, 2004

• Faubourg 36 (2008)

2. LES CHORISTES

2.1. SINOPSIS

En 1949, Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profesor de música en paro, empieza a trabajar como vigilante en un internado de reeducación de menores. Especialmente represivo, el sistema de educación del director Rachin (François Berléand) apenas logra mantener la autoridad sobre los alumnos difíciles. El mismo Mathieu siente una íntima rebeldía ante los métodos de Rachin y una mezcla de desconcierto y compasión por los chicos. En sus esfuerzos por acercarse a ellos, descubre que la música atrae poderosamente el interés de los alumnos y se entrega a la tarea de familiarizarlos con la magia del canto, al tiempo que va transformando sus vidas para siempre.

2.2. FICHA TÉCNICA: LOS CHICOS DEL CORO (Les choristes)

Dirección: Christophe Barratier.

Países: Francia y Suiza.

Año: 2004.

Duración: 95 min.

Género: Drama.

Interpretación: Gérard Jugnot (Clément Mathieu), François Berléand (Rachin), Kad Merad (Chabert), Jean-Paul Bonnaire (Padre Maxence), Marie Bunel (Violette Morhange), Paul Chariéras (Regente), Carole Weiss (Condesa), Philippe Du Janerand (Señor Langlois), Erick Desmarestz (Doctor Dervaux), Jean-Baptiste Maunier (Pierre).

Guión: Christophe Barratier y Philippe Lopes-Curval; basado en la película "La cage aux rossignols" (1945) de Jean Dréville.

Producción: Jacques Perrin, Arthur Cohn y Nicolas Mauvernay.

Música: Bruno Coulais.

Fotografía: Carlo Varini y Dominique Gentil.

Montaje: Yves Deschamps.

Diseño de producción: François Chauvaud.

Vestuario: Françoise Guégan.

Estreno en Francia: 17 Marzo 2004.

2.3. PREMIOS

• 2004 ganador: Austin Film Festival, mejor narrativa

• 2004 ganador: Ft. Lauderdale International Film Festival, Mejor Película

• 2004 ganador: Heartland Film Festival, mejor director

• 2005 ganador: Festival Internacional de Cine de Bangkok, mejor director

• 2005 ganador: César Awards, France, mejor banda sonora escrita para una película y mejor sonido

• 2005 ganador: Ljubljana Festival Internacional de Cine, mejor director

• 2005 ganador: Lumiere Awards, France, Mejor Película

• 2005 ganador: Premios Sant Jordi, mejor película extranjera

• 2005, ganador: Étoiles d'Or, mejor compositor de música original

2.4. ¿CÓMO SE HIZO LA PELÍCULA?

Comentarios del director Christophe Barratier, Inspiración cinematográfica

«Después de mi cortometraje, Les Tombales, estaba buscando algún tema para largometraje. Me di cuenta de que las notas que tomaba se referían sobre todo a mi primera infancia, a las emociones que experimenté entre los cuatro y los ocho años. Por otro lado, debido a mi formación musical, yo tenía muchas ganas de contar una historia relacionada con la música. Así que esos dos temas, la infancia y la música, son los que me llevaron lógicamente a recordar La cage aux rossignols (Jean Dréville, 1945), una película que vi a los siete u ocho años, en 1970-1971, en una de las dos cadenas de televisión de la época, y que me emocionó profundamente. Casi olvidada, la película ha conservado sin embargo su encanto y, además, no ha sido sacralizada como una ‘obra maestra del cine francés’, lo que hacía que su adaptación fuera menos peligrosa. He mantenido sobre todo dos cosas: la emoción que despiertan las voces de los niños y el personaje del músico fracasado que a pesar de todo se esfuerza por cambiar el mundo de los que le rodean. Esto es lo que más me gusta del cine, y lo que tienen en común mis películas preferidas: ¿cómo puede contribuir un individuo a mejorar el mundo? Sé que el cine no puede cambiar las cosas, pero puede despertar las ganas de intentarlo. Me gusta salir de ver una película con ganas de identificarme con el personaje principal. La enseñanza de Clément Mathieu no se limita a unas simples lecciones de música sino que es una lección de vida. En LOS CHICOS DEL CORO hay tres temas: la primera infancia, la música y la enseñanza».

1949

«Situar la película en esa fecha no es casual. Después de la guerra se constituyeron los famosos centros de reinserción llamados comúnmente correccionales. En esa misma época se creó la Protección Judicial de la Juventud (PJJ), que confirió a los niños de un estatuto jurídico distinto del de los adultos. Eran los comienzos de una especie de psiquiatría infantil oficial, con todos los errores que eso lleva consigo. Por ejemplo, se definían perfiles psicológicos con una preocupación, que se pretendía loable, de observación; métodos que evoco en la película y que ahora nos parecen lamentables. El final de los años cuarenta es una época traumatizada: se acababa de salir de la guerra y, como en todos los períodos de crisis, los padres tenían otras prioridades que la educación de los hijos. En ningún momento se nos ocurrió adaptar la historia a nuestra época: en primer lugar habría que abordar el universo de las ciudades, de la reinserción, de la integración, de la delincuencia, y además hoy Clément Mathieu sería un educador con otras prioridades: no tendría nada en común con un profesor de música de los años cincuenta».

Infancia

«El tema de la infancia es el más universal. Proyectarse en el pasado permite escapar de las contingencias de la actualidad para concentrarse en lo más universal: el sentimiento de injusticia y de abandono en un niño cuyos padres están ausentes o han desaparecido, y la rebelión o la inhibición que genera. Con independencia del origen social de los niños que he elegido para la película, desde el momento en que se vistieron con la ropa de la época ya no fueron nada más que niños con los mismos miedos, los mismos deseos y las mismas penas».

Gérard Jugnot

«Desde el primer momento pensé en Gérard Jugnot para el papel de Clément Mathieu. También es coproductor de la película. Confío plenamente en su juicio: es un excelente lector. Leyó las tres versiones del guión y en cada momento me dio consejos muy útiles: tiene las ideas muy claras acerca de los problemas de guión y sabe anticiparse a la atención del público en el buen sentido del término, es decir, ofreciéndole obras que podría amar y no sólo las que ya ama. Su intervención siempre ha sido muy oportuna. Él me puso en contacto con Philippe Lopes-Curval, con el que Jugnot acababa de escribir Monsieur Batignole. Philippe aportó ideas muy buenas, desarrollando notablamente la psicología de los personajes, tanto del director que interpreta François Berléand, para el que los niños son el símbolo de una vida profesional fracasada, como de Chabert, interpretado por Kad Merad».

Los niños

«Desde el principio tuve claro que el papel del solista fuera para un verdadero cantante. Sabía que sería muy difícil encontrarlo, pero tuve una suerte enorme: en nuestro viaje por Francia buscando a los mejores coros para elegir al que tenía que grabar la banda sonora original de la película, descubrimos al joven Jean-Baptiste Maunier, solista de los Petits Chanteurs de Saint Marc en Lyón. Su voz es excepcional y muy conmovedora, y como sus pruebas para el papel fueron concluyentes, ni lo dudé. Para el resto del coro, yo no quería a jóvenes actores ‘profesionales’ porque me gusta la parte de juego que hay en los niños y que se escapa de la sistematización. Buscamos a los niños en los mismos lugares de rodaje de Auvernia. Tras la audición de más de dos mil niños, pude distribuir los papeles y descubrí entre ellos auténticos actores. Tan sólo los parisienses Théodule Carré Cassaigne y Thomas Blumenthal tenían alguna experiencia como actores y logré que se integraran sin problemas con los chicos de la zona. En cuanto a Maxence Perrin, el hijo de Jacques, su papel de Pépinot es su primera experiencia interpretativa».

Decorados y elecciones visuales

«Quería conseguir un ambiente que fuera austero y casi amenazador, que la emoción prevaleciera sobre el realismo. En los documentos de la época se ven a menudo construcciones con aspecto familiar y tranquilizador, pero yo quería mostrar un edificio exageradamente grande, inhóspito, porque esa sensación podían despertar en un niño para el que todo es más grande, más impresionante que la realidad. La elección de este tipo de decorados se vio reforzada, además, visualmente por la elección de filmar en Scope para resaltar el aislamiento y la sensación de aplastamiento de las pequeñas siluetas infantiles en medio de este decorado. Hacía falta prever cierta amplitud de plano panorámico para poder filmar el decorado principal, el aula, en su integridad. Se pierde un poco de realidad, de verosimilitud, ya no se está sólo en una simple aula sino en un universo poblado de personajes particulares. Por otra parte, me gusta mucho un estilo procedente del lenguaje musical, el legato, es decir, ligado, fluido, más que un estilo fragmentado. De ahí que haya relativamente pocos planos pero con travellings, panorámicas, fundidos encadenados y fondos a negro. Además, quería que los enlaces entre cada escena fueran elegantes, sobre todo en los pasajes cantados,

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