La historia de Christopher McCandless

Por medio de la película, pude conocer la historia de Christopher McCandless, un joven de clase alta, con una conducta social que probablemente fue adquirida por carencia de afectos y falta de pertenencia social, que luego de haber terminado la universidad y haberse graduado, decidió por su propia voluntad abandonar la sociedad en la que creció.

Con una familia inmensamente materialista, donde sus padres presumían de un matrimonio feliz para la sociedad, aunque la realidad era otra. Lo que existía entre ellos era un matrimonio lleno de discusiones y malos tratos, se preocupaban demasiado de cuidar las apariencias, puesto que una separación hubiera sido lo moralmente correcto para que sus hijos no vieran constantemente cómo sus padres se agredían. Quizás por ello, este joven tomó esa actitud tan negativa hacia la sociedad, nunca tuvo deseabilidad social, porque nunca logró integrarse en la sociedad; siempre le tuvo repulsión.

Christopher, se caracterizó por ser un joven pasivo, pero que en su mente estaba lleno de aventuras y la más grande y real de ellas fue abandonar la sociedad de la cual tuvo siempre una percepción negativa, donde el dinero fue símbolo de poder. Decidió dejarla para vivir su “libertad absoluta”, como el la llamaba. Fue consecuente, se despojó de todo lo material para llegar a su destino final: Alaska, aunque le costó algo más de dos años lograr.

Aburrido del materialismo, al momento de partir donó 24.000 dólares a una ONG, cortó sus tarjetas de crédito para eliminarlas, quemó un puñado de billetes, abandonó su auto y dejó a su familia. Nunca se sintió realmente parte de ella. Lo único que llevó con él fue su rifle calibre 22, un saco de arroz de 5 kilos y un libros sobre plantas salvajes comestibles; así comenzó su travesía para llegar a Alaska, su último destino.

A pesar que Christopher estaba aburrido de la sociedad y de las personas, de igual forma tuvo que compartir con ellas. Se relacionó con personas de todo tipo, como por ejemplo habitantes de las comunidades hippies de California; un anciano militar jubilado, quien desde su viudez vivía inmerso en una confortable monotonía, fue él quien lo llevó hasta Alaska. Por medio de ellos, conoció otro tipo de estilos de vida. Con los hippies se encontró dos veces y nunca quiso entablar profundas relaciones con éstos, por su intermedio conoció a una jovencita de un poco más de 15 años que se sintió atraída por él y se le insinúo, pero Christopher tenia una barrera con las personas, algo que no lo dejaba involucrarse más de la cuenta, quizás uno de sus mayores miedos sería herirlas o por el contrario, terminar herido él. Un joven cualquiera, si se le presentara esa oportunidad no la dejaría pasar, pero claro está que nuestro personaje principal no era un joven normal, por su mente pasaban miles de recuerdos y estos le daban la fuerza para seguir su rumbo hasta llegar a su destino. Con todas las personas que se relacionó comentó que andaba en busca de aventuras y que su gran aventura se llamaba Alaska.

Quizás, si lo vemos desde otro punto de vista, podríamos imaginar que Alaska fue una obsesión y que la película podría haberse llamado “Obsesionado con Alaska para encontrar mi libertad”.

Cuando llegó a Alaska, se sintió en contacto directo con la naturaleza. Se encontró con el paisaje, que para él era maravilloso. Comenzó a explorar el lugar, para ver qué encontraba y se halló con un autobús abandonado en medio de la naturaleza, el cual, en su interior, estaba equipado rústicamente como una pequeña casa rodante. Christopher se encargó de limpiarlo, ya que estaba empolvado por el paso del tiempo y la soledad de la naturaleza. Él lo llamo “el autobús mágico” y lo convirtió en su casa.

Para su alimentación, cazaba y racionaba el arroz que llevo con él.

Christopher sentía que estar ahí era lo máximo, puesto que siempre buscó la libertad, “la libertad

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