Christopher Nolan

Podemos referirnos al gran Nolan como un británico de retos, mucho más que un director, es un visionario, un guionista auténtico y un productor comprometido, o por lo menos, eso es lo que nos ha demostrado a través de la pantalla grande, y no precisamente por aparecer en ella, sino por ser el responsable de lo que nuestros ojos han visto y han disfrutado.

Se dice que “es mejor calidad que cantidad” y eso resulta ser comprobado con la filmografía de Nolan hasta el día de hoy, no posee un trabajo filmográfico extenso, un repertorio de 8 películas bajo su dirección son las que lo definen como profesional, además de los filmes donde ha sido productor o guionista, pero la calidad que nos ofrece en cada una de sus obras creo que ya ha dado su discurso introductorio y nos ha explicado detalladamente que clase de director es, y para los que no le conocen… hoy les voy a presentar a ese tal Christopher Nolan.

Vamos a repasar 5 de sus películas, de las cuales 3 de ellas vienen en 1 solo combo… ¡Batman!

Empecemos con “Memento”…

¿Por qué escojo “Memento” para iniciar este recorrido? Creo que es el ejemplo idóneo para resaltar una de las características de este director, su particular narrativa.

MEMENTO (año: 2000) - La narrativa de Nolan -

Dándole la bienvenida al nuevo milenio Christopher llega con esta propuesta, más que interesante, auténtica.

“Todos necesitamos recuerdos para saber quienes somos” Memento.

Una película basada principalmente en la pérdida de la memoria reciente de un hombre cuyo último recuerdo almacenado es la muerte de su esposa y desde ese momento busca vengarla.

Realmente esta es una película que merece mucha atención, si te pierdes un minuto de la misma estarías armando un rompecabezas incompleto, y es así como funciona esta estructura narrativa, Nolan juega con las líneas temporales y nos regala un relato contado al revés.

Por otra parte, combina el blanco y el negro; además de los conceptos psicológicos de los personajes y los conceptos narrativos que contiene el uso de estos colores, nos ayudan a establecer un orden y a diferenciar la secuencia de la historia, gracias a estos elementos Nolan fue capaz de armar un alboroto sin dar lugar a la confusión, donde al final todo encaja perfectamente y todas las preguntas obtienen su respuesta.

Nolan construye este guión basándose en la historia de su hermano Jonathan, personalmente considero que el guión es una de sus más grandes armas mortales, además de su habilidad indiscutible para pasearse en el tiempo y encontrarse en un mismo punto sin alterar el obejtivo del desenlace, consigue inmiscuirnos en la cabeza del protagonista, y en este caso, entender el laberinto mental que el joven posee por no poder almacenar los recuerdos recientes, de hecho, Nolan consigue a través de esta estructura narrativa y desorden cronológico que comienza con el final y termina con el comienzo que nosotros recibamos la información como el mismo protagonista, fragmentadas y por partes, teniendo como pistas los mismos recursos que él tiene.

En los segmentos donde agrega el blanco y el negro resulta tratarse de una estructura temporal lineal, es decir, él maneja dos tiempos de narrativa completamente diferentes en una misma historia, como si dos carros se dirigieran en sentido contrario hacia un mismo punto donde se encuentran y chocan… exactamente de la misma manera ambas líneas se conectan.

Aquí el tráiler

EL GRAN TRUCO (2006) - Un mago llamado Nolan –

“Te rogarán y te elogiarán para que les des el secreto, pero en cuanto se los des, significarás nada para ellos. ¿Comprendes? ¡Nada!” El GRAN TRUCO.

También conocida como “El prestigio” es una película basada en la rivalidad de dos magos que pasan su vida tratando de descubrir los secretos de sus actos de magia generando consecuencias en sus vidas familiares y profesionales, hasta que uno de ellos consigue ejecutar “El gran truco”.

He leído millones de críticas de esta película, muchas comparaciones con “El ilusionista” por ejemplo, algunas van a favor de Burger (el director del ilusionista) y otras van a favor de Nolan, una guerra incoherente de palabras que no llevan a ningún lado, comparar para desprestigiar es absurdo, y mucho más si comparamos dos películas tan bien realizadas, cada una con su esencia y estilo propio, en fin…

El gran truco es una película que postula una vez más a Nolan como una figura auténtica en la industria del séptimo arte, con un reparto increíble, una historia bien adaptada y detalles impresionantes que hacen del film único e irrepetible, la dirección de arte muy bien lograda sumergiéndonos en esa época londinense a finales del siglo XIX, con cámaras al hombro y recursos envidiables, una banda sonora pertinente y en pocas palabras un trabajo muy bien elaborado.

Nolan nuevamente juega con las líneas del tiempo, su singular sello personal, en esta ocasión el film empieza al final y luego vemos ciertos flashback que nos van explicando la trama, no muy difícil de entender, es interesante no encontrar ningún tipo de contradicción estética

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