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CRISIS ECONÓMICA CON JOSÉ LÓPEZ PORTILLO


Enviado por   •  30 de Abril de 2015  •  2.998 Palabras (12 Páginas)  •  1.223 Visitas

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EXPOSICIÓN: LA CRISIS ECONOMICA Y L DEVALUACION HISTORICA CON JOSE LOPEZ PORTILLO (1978-1981)

En los años previos y posteriores a la crisis de 1976 el empleo, el valor de la moneda, la migración del campo a las ciudades y a los Estados Unidos de Norteamérica, el monto del salario y el costo de la canasta básica, presentaron variaciones que van en perjuicio de la clase trabajadora. Con la crisis económica de los años ochenta la situación social fue más preocupante, pues aún la sociedad no se recuperaba de la crisis anterior, por lo que se originó una pauperización de los grupos más marginados al mismo tiempo que la riqueza se concentra en pocas manos. Esta situación desencadenó un aumento en los índices delictivos, por lo que a partir de este momento, las autoridades comienzan a plantear a las crisis económicas como un factor criminógeno.

En la crisis económica de los años ochenta, la situación social fue diferente los mismos factores continúan teniendo variaciones en perjuicio de la clase media y trabajadora, generándose una pauperización de los grupos más marginados y la riqueza se concentra en pocas manos, la sociedad en este periodo sí reciente de sobremanera la mala administración de los recursos públicos, sus ingresos se ven disminuidos considerablemente por los bajos salarios y los costos elevados de los productos de primera necesidad, el desempleo aumenta a cifras nunca vistas, el dólar alcanza la cotización más alta de los tiempos, se generó más migración hacia Norte América, cada año aumentaba la deuda externa tanto como la interna, por lo que podemos determinar el inicio de una crisis permanente en México de la que aún no salimos y no se le ve salida.

1. La economía mexicana en los 70´s

Es a mediados de la década de los 70´s cuando México experimenta una crisis provocada por el deterioro del modelo de sustitución de importaciones, que llegó a ser limitado para responder a las circunstancias económicas internacionales.

Para afrontar esta situación, el presidente Luis Echeverría, aplicó reformas para afrontar los estragos de la crisis. Con ellas se pretendió "la disminución del endeudamiento externo y la promoción de las exportaciones, principalmente manufactureras" (Guillén, 2000 p. 40). Sin embargo estas iniciativas no menguaron el disgusto de los empresarios que ejercieron mayor presión sobre el gobierno a medida que pasaba el tiempo, de esta manera comenzaron a sacar sus capitales del país, generando con ello, que la intervención estatal se intensificará sobre la base de préstamos obtenidos en el extranjero iniciando un gran endeudamiento con el exterior.

Tal situación motivó, entre otras cosas, que el salario no sufriera incrementos en los últimos meses, generando declaraciones de huelga en las que se exigía principalmente el incremento salarial. Frente a estos movimientos, la clase empresarial mexicana señalaba que la huelga, era factor que contraía la producción y que promovía la violencia "provocada por grupos sindicales que, llamándose independientes pretenden provocar un desquiciamiento económico general"

En el incremento pedido por los trabajadores se debía, a que el salario mínimo no había aumentado durante los últimos doce meses por lo que "la Comisión Regional para la Fijación de Salarios Mínimos acordó por unanimidad el incremento del veintidós por ciento" (Orozco, 1975 p. 11) es decir, el salario aumentó de 58.19 pesos a sólo 70.35 pesos, con los cuales se tenían que comprar productos como el frijol, que por kilo, costaba 5.90 pesos o de jitomate cuyo costo era de 6.95 pesos el kilo.

Pero lo peor no radicaba en el alza de los precios, sino en el creciente número de desempleados que la crisis traía consigo, pues éstos aumentaron el índice del subempleo que alcanzaría sus niveles más altos en la crisis de 1982.

2.- México ante la crisis económica de 1982

En 1977 López Portillo establece un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) comprometiéndose a "limitar el endeudamiento público, reducir el medio circulante, restringir el gasto público, fijar topes a los aumentos de salario, liberalizar el comercio exterior y limitar el crecimiento del sector paraestatal de la economía". (Guillén, p. 42-43)

Sólo durante un año el gobierno mexicano cumplió con lo pactado pues con el descubrimiento de los yacimientos petroleros, la política económica sufrió considerables modificaciones; por ejemplo en el rubro de las inversiones el Estado orientó sus esfuerzos en la construcción de una infraestructura petrolera.

Con la mina de oro que representó el petróleo para México, el gobierno creyó haber encontrado el fin de las penurias económicas, al menos así lo reflejó el intenso crecimiento económico que se experimentó a partir de 1978 y que duró hasta los inicios de la década de los 80´s. Esta mejoría fue lograda en gran medida a la exportación del petróleo en crudo, actividad que ocupó el lugar central de la economía mexicana a finales de los 70´s ya que atrajo más de la mitad de la inversión pública, secundándola el área de servicios turísticos y urbanización.

Cabe señalar que el capital invertido fue producto de préstamos externos, que al tener por aval al petróleo no dudaron en otorgarle créditos al Estado mexicano y al sector privado, mismo "que incrementó su deuda con el exterior de 6 800 millones de dólares en 1976 a 19 107 millones de pesos en 1982: casi el triple". (Gurría, 1993 p. 19) El entusiasmo que el petróleo trajo consigo se ve plasmado en el Tercer Informe de Gobierno del Presidente López Portillo:

El petróleo es nuestra potencialidad de autodeterminación, porque nos hará menos dependientes del financiamiento externo y mejorará nuestras relaciones económicas internacionales.

Por no sólo eso: las posibilidades de explotación, transformación, inducción y asociación que a partir del petróleo podemos lograr nos permiten trazar una sólida estrategia de energéticos, actuar con una demanda asegurada de bienes de capital y, por ende, facilitar la planeación de la industria y sus asociaciones con el transporte, los asentamientos humanos, la educación, la capacitación, el desarrollo social y principalmente la agricultura. (Diario de los debates del H. Congreso de la Unión, 1979: 6)

Pero a pesar de la recuperación el fenómeno no benefició directamente a la población, pues sus salarios se mantuvieron sin grandes modificaciones, peor aún, a éstos se les impusieron los llamados topes salariales, que según la versión oficial, no perjudicaban gravemente a los asalariados, pues se había incrementado la oferta de empleos.

La reacción natural a este hecho fue, entre otras, la migración hacia Estados Unidos lugar donde podrían obtener los recursos suficientes para allegarse de bienes materiales

Respecto a la economía nacional, la exportación de petróleo había permitido mantener cierto equilibrio, pero la situación se agravó pues no sólo aumentó la captación de recursos ya que la deuda externa de "representar 37 mil millones de dólares en 1978, pasó a 71 mil millones de dólares en 1981". (Guillén, 1990 p. 58) Dicho incremento se presentó gracias al alza en los intereses, que tan sólo con el aumento de éstos del 1%, México tenía que pagar anualmente por concepto de intereses 323 millones de dólares. Cabe hacer la observación que el nivel de endeudamiento se elevó tanto por que se legó el plazo de los vencimientos de loa préstamos obtenidos a partir de la crisis de 1976.

Esta situación aunada a la disminución de cuatro dólares por barril, provocando que en 1982, México recurriera nuevamente al préstamo externo con el fin de "frenar la fuga de capitales y cubrir el servicio de la deuda externa" (Guillén, p. 47), sólo que ahora el vencimiento de los créditos eran a corto plazo. Entre las consecuencias que trajo consigo, encontramos que, el dólar duplicó su valor ante el peso y se nacionalizó la banca pues se le culpó de la fuga de capitales, provocando de esta manera una severa crisis económica.

ECONOMIA DURANTE EL GOBIERNO DE JÓSE LÓPEZ PORTILLO

En 1976 el nuevo gobierno, con José López Portillo a la cabeza, inició su período con una crisis de desconfianza total (especialmente de la iniciativa privada) en la política económica, que se reflejó en una contracción económica, fuga de capitales, desintermediación financiera e inflación.

La crisis de desconfianza total en la política económica. Esta situación crítica el gobierno acudió al FMI y con su venia se instrumentó una política contraccioncita, se volvió a devaluar el peso y se procuró restablecer la confianza en el sistema financiero.

Lo peor de la crisis de había sorteado por lo que para 1978 la administración de José López Portillo planteó de forma teórica e imaginada (sobre todo ante la perspectiva de los compromisos adquiridos mediante la carta de intención firmada con el FMI en 1976) que su sexenio iba a quedar dividido en tres etapas:

Dentro de su gobierno hubo logros y aciertos, aunados a situaciones que fueron determinantes para el desarrollo del país, por ejemplo cuando los países árabes interrumpieron la venta de petróleo a E. U. A. y a Europa Occidental por el apoyo brindado a Israel. Esto provoco que México se convirtiera en el primer exportador de crudo, lo que logro que el PIB se elevara 8 % anual y que la tasa de desempleo se redujera en un 50%, “quiero administrar la abundancia” fue el lema de José López Portillo.

El auge petrolero de esos años provoco que tanto el presidente Jose Lopez Portillo como la gran mayoria de los mexicanos se ilusuonaran, la banca nacional se apresuro a ofrecer creditos al gobierno, dados sus enormes recursos petroleros.

En el primer año de gobierno de López Portillo, la economía mexicana presentó un crecimiento real de 3.4%, los años 1978-1981 registraron aumentos sostenidos del PIB, alrededor del 9%, pero decreció -0.6% en 1982, esta disminución de la producción se relaciona a la crisis económica internacional de los años 1981-1982. En este sexenio se tuvo una tasa de crecimiento promedio anual del PIB de 6.57%

POLÍTICA FISCAL:

Durante 1978 se pusieron en practica las políticas consideradas indispensables para impulsar la reactivación económica, un de ellas fue la expansión del gasto publico

Para beneficiar a los trabajadores con bajo salario, López Portillo modificó algunas leyes fiscales y se firmaron convenios con 140 empresas privadas para crear trescientos mil empleos.

Fundó el banco obrero, con un capital de cien millones de pesos.

Para enero de 1980 se creó una nueva forma de recaudación fiscal denominada, “impuesto al valor agregado” (IVA) este impuesto, añadía el 10 % al valor de los productos y reemplazaba al impuesto sobre ingresos mercantiles que era del 4 %, esto con el fin de evitar la evasión fiscal.

• El Impuesto al Valor Agregado ( IVA ), surgido de la L Legislatura,al 10% así como el Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles, el Impuesto sobre Automóviles Nuevos, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, y la expedición de las nuevas leyes de Impuesto sobre la Renta, Aduanera y Federal de Derechos, que se aprobaron por la LI Legislatura, trataron, además de modernizar la estructura impositiva del país, obtener recursos adicionales.

Debido a la gran crisis que enfrentaba México, obligo al presidente a tomar algunas medidas preventivas para evitar una crisis mayor, algunas de estas reformas en materia fiscal fueron las siguientes:

• La política de congelamiento de precios, gracias a las ventas del petróleo permitieron posponer el aumento de precios y tarifas, sobretodo de productos básicos (medida política, señalada como “populismo” por personeros partidarios del libre comercio, que tuvo como función transferir parte de la abundancia petrolera a los sectores más desprotegidos). Pero, al reprimir artificialmente las presiones inflacionarias cuyo efecto, fue un mayor consumo con menos inflación.

• Para beneficiar a los trabajadores con bajo salario, López Portillo modificó algunas leyes fiscales y se firmaron convenios con 140 empresas privadas para crear trescientos mil empleos.

• En 1979 la oferta de trabajo por primera vez fue mayor que el aumento de la población: la masa salarial creció en 1980 un 39%

• Emitió los petro bonos con tasas de interés atractivas e indizadas al precio del petróleo que entonces estaba a la alza, igualmente y con el mismo propósito permitió que la banca recibiera depósitos en dólares que cubrirían los riesgos cambiarios.

DISTRIBUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO

La nueva estrategia económica consistió en la ampliación del gasto público y la inversión masiva en la industria del petróleo para aumentar la extracción del crudo y aprovechar los altos precios vigentes. López Portillo siguió el camino del echeverrismo en cuanto al tamaño del Estado; su gobierno creció constantemente, y para fines de 1980 contaba con 77 organismos descentralizados, 450 empresas con mayoría accionaria estatal, 54 con inversión minoritaria, y 199 fideicomisos y fondos. Las empresas eran sumamente disímiles, y en ocasiones habían sido adquiridas al borde de la quiebra.

Esta inversión fue financiada con deuda externa y divisas así conseguidas sirvieron tanto para pagar el servicio de la deuda como para incrementar los ingresos del Estado. Dentro la perspectiva lopezportillista, todo ello alentaría al sector industrial y crearía empleo. El énfasis se puso en el empleo industrial, sin olvidar la productividad del campo y los proyectos sociales para los marginados. Esto explica por qué, a diferencia de su antecesor, López Portillo orientó su gobierno más hacia la inversión que hacia el gasto social. La industria fue reactivada mediante cuantiosas inversiones públicas en empresas del Estado, así como subsidios y exenciones a la exportación de manufacturas del sector privado. Por otro lado, y dentro de la lógica de la alianza sectorial, el nuevo gobierno convenció al movimiento obrero de moderar las perticiones de aumento salariales a cambio de la creación masiva nuevos empleos.

• El gasto público como porcentaje del PIB aumentó de 39.5% en 1979 a 47.2% en 1981, con lo cual se consolidó un amplio sector público de la economía y el Estado pudo resolver algunas contradicciones tanto con el sector privado como con el sindicalismo.

• El gasto publico se desboco; en 1978 creció en un 38% sobre el del año 1977, el presupuesto de egresos se elevo en un 23% y el de la inversión publica un 37% sobre el año anterior ;

• en 1980 el gasto público volvió a crecer en un 33% , el de la inversión en un 35.5%, el destinado al campo 100% y al comercio un 200% .

• para 1881 los egresos del erario se incrementaron en un 55%, los de la inversión publica un 40% y el servicio a la deuda un 36%.

• La mala administración de las empresas públicas, el abandono de la disciplina presupuestal, ante los recursos extraordinarios provenientes del petróleo, expresada en un aumento del gasto público

POLITICA COMERCIAL

• Buena porción del crecimiento durante el periodo de López Portillo fue ficticio por que la mayoría de las industrias paraestatales produjeron a costos desmesuradamente altos , que las obligaba a operar en números rojos y a no ser competitivas ni siquiera en el mercado interno, a no ser por que el erario publico cubría sus perdidas a través de generosos subsidios.

POLITICA MONETARIA:

La cantidad de billetes en circulación se había incrementado casi lo mismo que en los 53 años anteriores acumulados

Las ventas de petróleo permitieron posponer el aumento a los precios y tarifas del sector público, y mantener prácticamente fijo el deslizamiento del peso, entre 22.70 y 22.90 por dólar, de 1977 a 1980, a pesar de que la inflación en México era mayor que en las naciones con las que comerciaba.

La escasez de recursos monetarios en el mercado de capitales elevó la tasa de interés (creciendo desmesuradamente nuestra deuda conjugándose con el déficit de nuestra cuenta corriente -escasez de divisas- haciéndola prácticamente impagable).

La devaluación de la moneda nacional ocasionó incrementos en los precios, con una inflación, en términos reales, de 15.78 en 1976, y una tendencia creciente durante todo el sexenio, siendo del 58.92 para 1982; la inflación promedio anual fue de 29.64.

DEUDA EXTERNA

Para finales de 1981, el déficit total del sector público era más de 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y como su financiamiento se hizo con base en préstamos extranjeros, la deuda externa aumentó de 26 a 34 mil millones de dólares entre 1978 y 1980, debido a la devaluación.

La excesiva dependencia petrolera y la creciente fragilidad financiera contribuyeron, significativamente, a la detonación de la crisis mexicana de la deuda. La deuda pública pasó de 19 602 millones de dólares en diciembre de 1976 a 33 813 millones en 1980 y 58 874 millones para 1982.

La deuda externa llegó a 87,588 millones de dólares, lo que representaba 89% del PIB y 1,359% de las reservas internacionales del país en 1982. El servicio de la deuda significó destinar a su pago el producto de 54.6% de las exportaciones petroleras y 32.1% de los ingresos totales del país en cuenta corriente.

El 20 de agosto de 1982 las autoridades mexicanas declararon que el país no estaba en condiciones de hacer frente a sus compromisos con el exterior, por lo que se consiguió una prórroga de 90 días para el pago de la deuda de corto plazo, que representaba unos 10 mil millones de dólares

POLITICA CAMBIARIA

En agosto de 1976, el tipo de cambio peso/dólar se devalúa por primera vez, pasando de 12.50 pesos a 19.90 pesos, y en octubre se ubicó en 26.50 pesos. En 1976, el tipo de cambio promedio fue de 15.40 pesos, subiendo a 22.50 en 1977 y 54.31 en 1982.

El petróleo estaba en el centro de la política macroeconómica. Sin embargo, a mediados de 1981, los precios internacionales del crudo comenzaron a caer. El precio de referencia por barril pasó, de 40.60 dólares en 1980, a 34.26 dólares a fines de 1981. Aunque la pérdida de divisas petroleras significó 1,283 millones de dólares, el gobierno no devaluó el tipo de cambio, y suplió la deficiencia con crédito externo.

El déficit financiero del gobierno federal siguió creciendo, hasta alcanzar 17.6% del PIB. Aumentó la inflación, al igual que la desconfianza del público, y la fuga de divisas se aceleró. En agosto se produjo una nueva devaluación y se implantó un sistema de control de cambios dual, con un tipo de cambio "preferencial", de 49.50 pesos por dólar, y otro libre, que inició a 77 pesos por dólar y llegó a alcanzar 150 pesos por dólar.

DESARROLLO INESTABLE, 1971-2000

Años del Presidente Año Final Tipo Cambio Increm.

Sexenio de México del sexenio Peso/dolar sexenio %

1971-1976 L.Echeverría A. 1976 22 76

1977-1982 J.López Portillo 1982 150 581.82

1983-1988 M.Lamadrid H. 1988 2281 1420.67

1989-1994 C.Salinas de G. 1994 3.15 38.1

1995-2000 E.Zedillo P.de L. 2000 9.6 204.76

Totales del ciclo de 30 años 76700

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