Carlos

CARLOS

Carlos era un joven de 17 años, que había acabado de salir del colegio, Omar su padre y único protector, era un reconocido empresario dueño de una gran textilera y socio de una gran aseguradora a nivel internacional.

Omar, lo inscribió en la universidad más reconocida y costosa, todos los caprichos que Carlos tenia, todos eran satisfecho por el amor paternal de Omar, Carlos que todo lo tenía en sus manos se la pasaba en fiestas, viajes, rodeado de amigos, mujeres y alcohol.

La vida descontrolada que llevaba Carlos empezó a consumirlo hasta el punto que ya no asistía a la universidad, no se veía por los corredores de su casa, solo se la pasaba con sus amigos.

Un día en uno de los paseos que Carlos solía realizar, se encontró con Wilson, un colega y amigo de su padre que se encontraba de vacaciones.

Carlos, trato de escabullirse para no ser visto por aquel personaje, pero debido al estado de embriaguez que llevaba, no logro esconderse, al contrario tropezó con una mesa del bar y resbalo sobre un grupo de personas que allí se encontraban, protagonizando un escándalo. Del cual Wilson se dio cuenta.

Un día Omar estaba en una reunión de negocios, cuando se encontró con Wilson que había vuelto de sus vacaciones. Omar entusiasmado lo saluda:

-Bienvenido Wilson ¿cómo le fue en esas vacaciones? , ¿Cuénteme a donde viajo y que vio de raro y extraordinario en ese viaje?

Wilson, que conoce a Omar desde hace ya mucho tiempo y sabe todo el trabajo y esfuerzo que le tomo a Omar llegar hasta donde está, piensa que no es justo que su hijo se la pase en fiestas y viajes, derrochando el dinero que su padre le da para sus estudios y decide contarle todo lo que vio.

Omar abrumado, por lo que escucha no lo puede creer, y decide llamar a su hijo, pero este no contesta. Preocupado por no saber el paradero de su hijo decide salir a la universidad en busca de su muchacho, pero no lo encuentra, resignado al darse cuenta que lo que le había contado Wilson era verdad, decide ir a casa a esperarlo.

Carlos llega a altas horas de la noche, Omar con rabia le pregunta:

-¿Usted en donde se la pasa?, ¿Por qué no contesta el celular? , lo he estado llamando toda la tarde

Carlos le responde:

-Viejo, relájese que estaba en la universidad, y tengo muchos trabajos que entregar así que no me moleste.

Omar al escuchar eso, ciego de la ira levanta la mano y le da un certero golpe a Carlos en el rostro exclamando:

-Mentiroso, yo fui a buscarlo y no lo encontré por ningún lado, además Wilson que estaba viajando lo vio protagonizando espectáculos ¿eso es lo que usted hace cada vez que me dice que se va para la universidad?

Pregunto Omar con lágrimas en sus ojos.

Carlos le responde:

-Sí, me gusta la diversión, soy alegre y no voy a cambiar.

Omar, al escuchar eso de su hijo, sintió como si le estuvieran acuchillando el pecho. Con llanto le dice a su hijo:

-Carlos, mijo aproveche su juventud, vea que yo no voy a durar para siempre, cualquier cosa puede pasar en cualquier momento.

-No sea extremista viejo, que nada malo pasa, yo no le hago mal a nadie así que relájese

Responde Carlos mientras se aleja de su padre retirándose a su habitación.

Omar al escuchar aquella oración de su hijo, se retiró a su cuarto con profunda tristeza trataba de dormir, pero aquellas palabras de su hijo le rondaban la cabeza y le impedían conciliar el sueño.

Cuando de repente Omar siente que abren la puerta de su casa. Asustado se levanta, se dirige a la sala y se arma de un lámpara que encontró en el camino, cuando de repente vio a un hombre encapuchado, que le apuntaba con un pistola, mientras, por la espalda lo ataca otro hombre con un cuchillo propinándole una profunda herida. Que de inmediato

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