Ciudad De Dios (análisis)

“Ciudad de Dios”

(Fernando Meirelles)

“Ciudad de Dios” es una película brasileña que muestra una de las formas de vida, para mí criterio, la más impactante de este país: la vida en las favelas. Cuando una persona escucha la palabra “Brasil” lo más frecuente es que lleguen a su cerebro imágenes de grandes futbolistas, un Río de Janeiro con hermosas playas y un sol resplandeciente, acompañado de carnavales y un Cristo Redentor; ese pensamiento colonizado que llega a la sociedad gracias a la publicidad. Pero en esta película vemos el otro lado de Río de Janeiro, ese que sólo puede ser verdaderamente conocido por la ciudadanía de este país y más aún por aquellos para quienes ven una favela como su hogar, en este caso, la favela Ciudad de Dios.

Una favela, si tenemos una visión de ésta como un hogar, sin dejar de lado el ideal que todos tenemos de uno, básicamente, un lugar donde reina la unidad y los lazos de amor entre los miembros que conviven en él, creo que cada favela puede formar uno, de una manera muy particular, pero en cada una hay un hogar. Recordemos que la película empieza en los años sesenta con el Trío Ternura, quienes, aunque usaron la violencia ayudaban a las personas que allí vivían (con dinero o robando los cilindros de gas), no justifico la violencia, sólo quiero hacer hincapié en que la solidaridad es uno de los principios de estos lugares.

Los narcotraficantes en la actualidad, no sólo piensan en conseguir dinero para ellos, piensan en el beneficio de la favela en general. La vida allí no es fácil y lograr obtener los servicios básicos es casi imposible, las autoridades están del lado de la clase acomodada, y ven más importante cubrir un asesinato de estas personas, que el acto de un niño que robó un dulce. Definitivamente las personas prefieren defender a un narcotraficante que los ayudará si uno de sus hijos está enfermo que a un policía corrupto.

A pesar de que los narcotraficantes se pueden catalogar como personas que sólo buscan el bien común, hay en ellos una parte negativa, y no es sólo el hecho del tráfico de drogas, sino la visión de mundo que les da a las generaciones futuras. Como ejemplo de la película se puede tomar el final, donde muertos los narcotraficantes Jefes, Zé Pequeño y Mané Galinha, los niños buscan tomar el control. Y es que los infantes que viven en estos lugares no se interesan en su mayoría por superarse, ven su futuro como narcotraficantes, buscando en el poder dar sentido a su vida. Y es que es más fácil ganar trescientos dólares por avisar que la policía está cerca que tener que ir a un aula sabiendo que su promedio de vida es relativamente bajo. Son muy pocos que como Buscapé logran salir de este estilo de vida.

A pesar de que las autoridades políticas buscan la manera de erradicar el problema de las favelas, no es un secreto

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