Análisis De La Cultura Y La Juventud Apocalíptica En El Cine: "Ciudad De Dios"

ANÁLISIS DE LA CULTURA Y LA JUVENTUD APOCALÍPTICA EN EL CINE

«CIUDAD DE DIOS»

Ficha técnica y artística:

Título: Cidade de Deus (Ciudad de Dios)

Dirección: Fernando Meirelles y Kátia Lund

Guión: Bráulio Mantovani; basado en la novela de Paolo Lins

País de origen: Brasil

Año de producción: 2002

Fotografía: César Charlone

Duración: 135 min.

Género: Crimen, drama

Crítica: Recibió críticas impresionantemente positivas de las mayores publicaciones sobre cine. Aparece en las listas de las mejores películas de la historia en algunas revistas de crítica internacional (Film4, Empire, The Guardian, Time).

Sinopsis: Dos niños creciendo en un violento barrio de Río de Janeiro toman distintos rumbos: uno se hace fotógrafo, el otro narcotraficante.

---Los diversos temas y posturas ideológicas de los jóvenes que se exponen en el film:

El contexto en el que se desarrolla toda la historia es un contexto de pobreza grave, deterioro social y creciente violencia.

En la secuencia de los años 60, en los tiempos iniciales de la favela de Ciudad de Dios, los jóvenes aparecen ya optando por el crimen como vía para «ser alguien». Pero la violencia sanguinaria y el caos todavía no son la nota predominante, como será más adelante. El «Trío Ternura» aparece como adolescentes seducidos por la diversión y el dinero fácil a través del robo. La familia todavía está más presente, aunque no lo suficiente como para contener a los jóvenes y apartarlos de las prácticas de la criminalidad. Y aunque este primer relato parece más cálido, menos crudo que lo que seguiría 10 años después, de todos modos desemboca en muertes violentas: a uno de ellos lo abate la policía cuando intentaba huir de la favela con su novia, otro más se salva de milagro, pero a costa de que los policías mataran a otro muchacho con quien lo habían confundido, y al hermano de Buscapé, luego de que la mujer con la que estaba teniendo un amorío fuera asesinada a palazos por el marido celoso, resulta asesinado por Ze-Pequeno.

Desde esa primera secuencia se deja ver la fragilidad de un Estado de derecho y de cualquier marco de legalidad: los policías son movidos por la ambición de llevarse su tajada, tiran a matar contra jóvenes sin ningún debido proceso de por medio, etc.

Se va dibujando un escenario apocalíptico: escasas oportunidades de educación y de trabajo (el hermano menor estudia, el mayor ya no, y no parece plantearse siquiera de continuar algunos estudios; los empleos parecen ofrecer mínimas oportunidades de crecimiento); un tejido familiar endeble; la atrayente vía del crimen (todavía robos y asaltos pequeños) que, sin embargo, desemboca en tragedia; la sensación de poder y de grandeza que parece dar a los muchachos el tener un arma para imponerse sobre otros, etc.

El personaje de Ze-Pequeno parece ser el más apocalíptico de todos, si se considera su talante destructor, su trayectoria ciega en dirección al objetivo de dominar sobre todos los demás a través de la violencia, la intimidación y la posibilidad de matar a otros porque sí, por puro poder. De fondo aparece una profunda y antigua minusvaloración, así como un desequilibrio psicológico grave. La escena en que, de niño, al sentirse excluido del «Trío Ternura» en el asalto al motel, entra y asesina a todos sin otro motivo que el de afirmarse sobre ellos, denota este trastorno que marcará el rumbo de este personaje en su juventud.

Bené es la contraparte de Ze: amigable, un narco «compasivo» que no se impone a través de la crueldad, capaz de reunir en su fiesta de despedida a los grupos más heterogéneos de la favela. El traficante más «cool» de la ciudad. Y, sin embargo, víctima de la red de violencia en la que está inmerso, y que parece no dejarlo salir para realizar su sueño de una vida alejada del crimen. El componente apocalíptico de este personaje aparece quizá más claramente en el fatalismo de su «destino». El final trágico de su

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