Comisiones de Verdad

Aunque las Comisiones de Verdad puede dejar una interpretación de los hechos concretos sobre el pasado, no tienen la capacidad de abarcar todos los aspectos de la experiencia de vivir bajo la dictadura militar. Por su naturaleza los archivos son insuficientes para representar una memoria colectiva porque son demasiados limitados. Siguiendo la noción de archivo de Jacques Derrida, las comisiones tienen un propósito político para crear una memoria estatal que serviría como la ley. Michel Foucault se concentra en la misma idea sobre las limitaciones del archivo porque cada uno tiene una materia seleccionada y un lenguaje específico para dejar una interpretación rígida. Tampoco una Comisión podría ser una herramienta suficiente para representar la experiencia chilena durante el tiempo del dictadura porque no hay ninguna versión de la verdad que sea colectiva; por eso, es posible que se necesiten numerosos archivos para procesar los eventos traumáticos y reparar el tejido social de la sociedad chilena.

La aplicación de las Comisiones de Verdad para ser parte del proceso de reparación no es suficiente porque nos encontramos en el ámbito legal. El Informe Rettig y luego el Informe Valech son archivos técnicos e impersonales que tratan de preservar la paz y crear un orden social bajo ellas. Derrida se presta la importancia del espacio como una característica fundamental del archivo, y los dos Informes establecen un lugar que corresponde a la institución democrática. Esta manipulación del espacio crea “una memoria estatal” muy limitada porque sólo se ha formado para que el gobierno pueda reconocer las experiencias traumáticas sino que administrar la justicia. El lugar y la ley que los Informes producen no dejan la oportunidad de interpretar el pasado desde el punto de vista de la justicia para las víctimas. Las Comisiones reducen aquel tiempo de violaciones de derechos humanos a hechos concretos que puedan funcionar para lograr las metas del gobierno; y por causa de esto, los Informes Rettig y Valech son incompletos y sólo una minúscula parte de la verdad necesaria para procesar los eventos traumáticos. Aunque el Informe Valech reconoce los hechos sobre la experiencia privada de ser torturada que podría dejar la distancia para interpretarla a un nivel individual, el Informe Rettig ya ha impedido la posibilidad de obtener la justicia y por eso, la capacidad de interpretación es de nuevo limitada.

Foucault está de acuerdo con Derrida sobre la importancia de la interpretación, la ley, y el espacio en relación a los archivos, pero también él se concentra en lo que no está dicho. No solamente es la selección de la materia que nos importa sino también la represión y la condensación de los hechos en la formación de un archivo. La información de una Comisión de Verdad o de cualquier tipo de archivo está seleccionada por una razón definida y está expresada en un lenguaje que apoya a las metas de la institución o persona que la produce. La exclusión es tan importante como la inclusión, volviendo al argumento anterior: los Informes no incluye ninguna información sobre la justicia tribunal

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