Como aprendí a leer.

UNIVERSIDAD GALILEO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Andrología.

Lic. Rualdo Ibne Anzueto Talento.

[pic 1]

Como aprendí a leer

Estudiante: Ingrid Roxana Castañeda Vásquez.

Carné: 14010667

Guatemala, 5 de agosto de 2016.

Como aprendí a leer

Tratando de recordar como aprendí a leer o el momento en que lo hice, he llegado a la conclusión que no recuerdo con exactitud como aprendí a leer, vienen a mi mente fragmentos de cuando tenía 4 años de edad y recitaba de memoria las vocales, con un sentimiento de orgullo pues veía la cara de mi mamá y estaba segura que se sentía orgullosa de su hija tan pequeña; y que sin iniciar el colegio ya sabía las vocales. Pero la realidad era que podía repetir sonidos de memoria sin saber tan siquiera identificar una vocal de la otra.

Luego viene a mi memoria cuando cumplí 5 años de edad, ahí conocí una de las personas que impacto en gran medida mi vida escolar, mi maestra de Kínder miss Lam, quien para mí era todo lo que quería ser en la vida, quería usar el pelo como ella; hablar como ella, comer lo que ella comía; escribir como ella. Y si, aprendí a escribir como ella.

Aun guardo los cuadernos de esa época donde repetía una y otras vez las planas, haciendo exactamente la misma letra que mi maestra de Kínder, y fue así de una manera muy repetitiva que al fin aprendí a diferencia  cada vocal y el sonido de cada una de ellas. Y a los meses de esto era un esfuerzo constante por recordar una silaba, más adelante una silaba con otra.

Todo este proceso repetitivo fue emocionante pues la maravillosa miss Lam, hacia un esfuerzo por que lográramos pronunciar las vocales, el abecedario y las silabas a través de juegos, rondas. En casa repasaba cada juego, canción y ronda con mi mama y mi hermana menor, quien prácticamente aprendió a leer con mis tareas.

Y con el afán de repasar cada letra del alfabeto que aprendía, se convirtió en un nuevo juego reconocer y tratar de pronunciar de forma adecuada cada letra escritas en papel, incluyendo el periódico, etiquetas de comida o en avisos publicitarios mientras íbamos en el carro, o con el tan conocido libro de lectura Nacho de mi hermano mayor.

Y fue gracias al libro de Nacho que entendí el concepto de asociar las imágenes con las letras, vocales, silabas o palabras debajo de cada ilustración. Y fue mi madre quien sufrió este concepto, ya que fue ella quien elaboro el famoso “pictionary”, en el que debía conseguir 5 dibujos que iniciara con cada letra del alfabeto, y de este mismo sufrí los primeros regaños de mi madre por huir de los días que pasamos esclavas de este deber.

Al siguiente año pase a Preparatoria, donde conocí a mi nueva maestra, la señorita Adelita, quien nos enseñó a ir haciendo por medio de planas, frases genéricas y preformadas las cuales más adelante fueron convirtiéndose en frases sueltas utilizado un listado de palabras que ella nos brindaba para la tarea.

...