Conducta De Estudiantes Universitarios

LAS DIFERENTES CONDUCTAS DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO DE LA ESCUELA DE PEDAGOGIA UNAH

Para empezar a hablar sobre las diferentes conductas del estudiante universitario, debemos examinar diferentes factores que pueden promover una conducta mala o buena, dependiendo del ámbito donde este se desenvuelve este a diario, pero por razones de espacio y tiempo solo nos enfocaremos en las que más creemos de suma importancia para su desarrollo como estudiantes universitarios autónomos que son: “su alimentación, la disciplina dentro del aula de clases y el hábito de lectura que este tiene”, ya que de la alimentación depende como rinda académicamente el estudiante en el aula de clases y como se encuentre de su salud física y mental ya que según Claudia Troncoso P., Juan Pablo Amaya P., “el ser humano, como todo organismo vivo, se comporta como un sistema complejo e integrado, que presenta la capacidad de generar y mantener sus propias estructuras y permitir un equilibrio interno constante” .

Que nos quiere decir esto que si no tenemos esa capacidad de generar y adquirir ese equilibro constante no podremos alcanzar el éxito esperado ya que una buena alimentación influye en todo lo que el ser humano quiere o espera lograr según Maslow ; en su pirámide nos plantea que la primera necesidad que debe de suplir el ser humano son las necesidades fisiológicas y que si no se tiene bien compensada esta necesidad ningún empleado o mucho peor un estudiante puede rendir al máximo de sus capacidades, pero sí en cambio está bien satisfecha este individuo puede dar más de lo que se espera de él, y así pueda llegar a la autorrealización como persona.

Ahora bien esta es una de las diferentes conductas que presenta el estudiante universitario especialmente en la Escuela de Pedagogía UNAH, son diversas y múltiples, no solamente se trata de poder reproducir conocimientos complejos sino que va más allá de lo que se ha considerado tradicional, ya que la adquisición de conocimientos lo agenciamos principalmente por medio de la obtención de los buenos hábitos de lectura, no cabe duda de que este buen habito de lectura, no se practica con frecuencia ni con el interés deseado.

Los buenos hábitos de lectura deben trascender generaciones, e incluso inculcarlos en nuestros hijos, para que no se convierta en un propósito inmediato para toda nuestra vida y que sea parte elemental. Tal como señala G. Steiner: "Incluso en nuestros días leer es una destreza que cientos de millones de personas conocen sólo de modo muy elemental. Muchísimos hombres y mujeres leen con intenciones estrictamente utilitarias y propósitos inmediatos” . El leer se ha convertido en algo tedioso para los estudiantes universitarios de la escuela de pedagogía y no debería de anteponerse una excusa para tal comportamiento negativo si bien es cierto el poder explorar un libro nos llevaría a un mundo imaginario que sin duda alguna es una ventana al éxito.

Los principales responsables de fomentar la habilidad de la lectura en sus hijos antes de que estos empiecen a asistir a una institución educativa son los padres y todos los actores que se encuentran en el entorno del niño. En la cultura occidental la lectura es vista como algo natural que se debe aprender, es parte de la vida cotidiana desde que somos niños y vemos que la lectura es usada por nuestros padres y personas que nos rodean de manera habitual, una vez más cabe enfatizar las grandes responsabilidades que les compete a todas nuestras autoridades correspondientes a realizar su labor con esmero y entusiasmo por el bienestar de una sociedad letrada y con amplios conocimientos.

Los pedagogos requieren de constante actualización de todo lo que nos

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