Constelación; Prólogo

Prólogo.

Cada persona tiene derecho a amar, a enamorarse, a compartir su vida con otra persona, ¿No es así?, la manera en la que esto suceda puede ser tan espontánea, como forjada por el paso del tiempo, a quién decidimos amar y cómo decidimos hacerlo es tanto nuestra propia decisión como lo que la vida tiene preparado para nosotros, aunque a veces decidimos culpar a la vida por nuestros errores, decimos cosas como "Fue decisión del destino que nuestra relación no prosperara", incorrecto, son nuestras decisiones las que ocasionan el fracaso de esa relación, una decisión apresurada puede estropearlo todo, aunque no se puede negar que muchas decisiones espontáneas son acertadas, pero eso se debe al simple hecho de encontrar realmente a la persona indicada.

Y aquí es donde surge el verdadero problema: ¿Cómo saber si has encontrada a la persona correcta?, y es que, saber quién es la persona indicada no sé descubre con normas o estándares que esta deba cumplir, o con su apariencia física o por cómo se ve que es su actitud, muchas veces juzgamos a las personas por su exterior, en algunas ocasiones vemos la bondad como estupidez y la serenidad como apatía, sinceramente no creo que las personas sean solo lo que vemos en el exterior, siempre hay algo más que ocultan en su interior y solo lo dejan ver ante sus seres más queridos, esa es la verdadera belleza, lo que los hace especiales y singulares.

Esa es la belleza que conozco de ti.

No recuerdo como te conocí, no recuerdo si nuestro amor fue forjado por el tiempo o si fue una bella casualidad, no sé si nuestros familiares o amigos más cercanos aprobaron nuestra relación, o si fue un hermoso secreto que tuvimos que ocultar hasta que ya no pudo mantenerse entre las sombras de nuestra felicidad, mucho menos sé si repetiremos alguno de nuestros pasados, y sinceramente, no me importa, el lugar, la fecha, la manera, o el aspecto que tengamos, solo quiero volver a encontrarte, tenerte frente a mí, y recordar simultáneamente todas las vidas que hemos compartido, lo único que quiero, es seguir las señales que me guíen hacia ti, y revivir, a nuestra inefable constelación.

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