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Contrato De Hospedaje


Enviado por   •  27 de Febrero de 2013  •  2.862 Palabras (12 Páginas)  •  539 Visitas

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Antecedentes Históricos

Una de las formas que el hombre ha utilizado para desarrollarse en el

Ámbito económico y social es a través del intercambio de bienes y servicios

Provocando así su enriquecimiento, este intercambio se realiza por diferentes

Medios, siendo uno de los principales el contrato.

Inicialmente estas relaciones económicas se realizaron sin ninguna

Regulación legal; sin embargo, con el paso del tiempo se ha llegado a

codificaciones que han dejado de ser rudimentarias y evitan violaciones que

ponen en riesgo la equidad en las operaciones de derechos y obligaciones.

Es por eso necesario analizar el origen del vocablo contrato; que

etimológicamente proviene del latín contractus y significa pacto. Así pues, el

concepto de contrato se remonta al derecho romano de la época imperial que

reconocía dos fuentes de obligaciones: “el contrato y el delito, pero en la

época de Justiniano los bizantinos introdujeron cuatro fuentes de obligaciones; contratos, delitos, cuasicontratos y cuasidelitos”.

Asimismo, para Justiniano, el contrato era el acuerdo de voluntades capaz de constituir a una persona en deudora de otra, incluyendo como tales a toda clase de negocios

que tuvieran por fin la creación, modificación o extinción de cualquier relación

jurídica, por otra parte, es en la recopilación de Justiniano publicada en el año

529 bajo el nombre de Codex Justinianeus, cuando al referirse al negotium

contractum le dio el contenido jurídico que se conoce hasta nuestros días.

En el derecho romano los contratos requerían de un elemento material

formalista, el cual se constituyó casi en una solemnidad, con el tiempo este

elemento fue evolucionando gradualmente hacia el consensualismo, aunque

la llegada del Derecho de los pueblos germánicos, implicó un retroceso

respecto a la incipiente evolución hacia la categoría de contrato, por cuanto

estas comunidades mezclaban un fuerte elemento formal con elementos

simbólicos, e incluso el miedo a la venganza privada era una de las razones

para que se procediera al cumplimiento de los acuerdos. Una influencia mucho

más modernizadora supuso la del Derecho canónico, que mantenía la

obligación de veracidad y la de respetar la palabra dada.

la figura actual del contrato, no deriva de los contractus romanos, sino de los pactos. Así, en las Decretales del papa Gregorio IX (1234) se sancionaba la obligatoriedad de

respetar los pactos cuando se adoptaran mediante juramento. El problema en

este caso derivaba de que los pactos se debían cumplir, no por su fuerza

obligatoria, sino por subordinarse al juramento del que emanaba el auténtico

vínculo jurídico, por lo que no quedaba clara la solución cuando se hiciera un

pacto inválido a la luz del Derecho, unido a un juramento válido.

En la edad moderna, los teóricos del Derecho natural, que en cierta

medida secularizaron las ideas previas al Derecho canónico, admitieron sin

reserva la voluntad como fuente de obligaciones. Fue Hugo Grocio quien en su

obra De iure bello a.C. pacis fundó todo su sistema en la necesidad de cumplir

las propias promesas. Aparece por tanto el contrato como categoría donde el

pilar básico es la simple voluntad de obligarse.

Estas ideas se mostraron en conjunción con el pensamiento individualista y revolucionario de todos los juristas que influyeron en la redacción del Código de Napoleón (1804), como Domat o Pothier. Hay que recordar que en esta época el contrato era una

institución tan valorada, que incluso se situaba en el fundamento constitutivo de

la sociedad política (el contrato social) o se hablaba del matrimonio como

contrato matrimonial. Fruto de todas estas influencias, el artículo 1134 de dicho

Código afirma: “las convenciones formuladas conforme a las exigencias de la

legalidad adquieren fuerza de ley entre las partes”

.

Este artículo supone una definición de la moderna categoría del contrato, que además gozaba de grandes virtudes para los revolucionarios, pues rompía obstáculos para la

contratación del Antiguo Régimen y favorecía a la clase en ascenso, la

burguesía, reforzando la dinámica del desarrollo industrial. De este modo se

llegó al concepto de contrato hoy vigente que ha pasado a todos los códigos

modernos y que puede sintetizarse con palabras sencillas: acuerdo de

voluntades destinado a producir efectos jurídicos.

Por otra parte el artículo 1832 del Código Civil nuestro presupone una

definición del pacto nudo, en el que el elemento psicológico es el

predominante y aún más, si éste requiere una forma exigida por la ley para

su validez, y no se le ha dado, cualquiera de las partes podrá exigir que se le

dé, puesto que es sólo elemento de validez, según lo previenen los artículos

1833 y 1834 del Código.

Otra

...

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