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Cosas Del Futbol


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  1.393 Palabras (6 Páginas)  •  176 Visitas

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Cosas del fútbol.

El estúpido de mi amigo y su obsesión con el fútbol, fueron los culpables de mi caída. Me llama el día anterior para pedirme si puedo darle un poco de mi tiempo, y enseñarle un poco de soltura futbolística. Lo que pasa es que él es tan tieso, tan rígido, que le cuesta improvisar en el juego. Yo le digo que intente ser flexible, pero ahora se está rayando con eso de ser flexible. Creo que el estar rayado con algo, no es signo de flexibilidad; eso es lo que trato de decirle, pero no me escucha.

La cosa es que llega el día viernes y se me pasa el bus, pero me pude venir a dedo, manos mal, y alcancé a llegar a la hora pactada, bueno, casi. Me llama mi amigo y yo estoy recién en el Collao.

-Apúrate pu` Joa, aunque juguemos media hora por lo menos… ¡Nosotros somos apasionados huevón!, ven hermano y compartimos un momento agradable.

-Voy a tomar la micro, llego en un rato más.

-Pero apúrate si pu`.

-No puedo apurar al chofer.

-Si puedes, huevón.

-Chao.

¿Qué se cree este wn?, ya no importa, es mi amigo, el único.

-Buena, ¿cómo sabías que me iba a bajar aquí?

-No sé, adiviné (sonríe victorioso).

-Ya, vamos pa` la cancha.

Llegamos a la cancha de la universidad, más la penca la cancha. Con todo lo que ganan, debieran hacernos un gimnasio estos huevones. ¿Cuánto será la ganancia en un día? Si contamos a todos los alumnos del edificio, debe ser mucho. A lo mejor si nos tuvieran una cancha decente, no me hubiese pasado lo que me pasó. Igual, las zapatillas que andaba trayendo ese día no me favorecieron mucho.

Comienza el entrenamiento con mi amigo, y al parecer, está entendiendo lo que deseo transmitirle. Pero algo anda muy mal y no sé qué es, y parece, que no tiene que ver con él.

-Mira, fíjate en lo que voy a hacer. Tienes que aprender el freno repentino, ir corriendo con la pelota muy rápido y luego, detenerte por completo. Tu marcador pasará de largo, y tú, puedes cambiar de dirección o seguir hacia delante después de frenar. Cuando tu rival esté tratando de frenar, tú ya habrás empezado a correr de nuevo. Si aprendes esta técnica, será muy difícil que te quiten la pelota.

Entonces él comienza a correr con la pelota, es más torpe de lo que creí. Se nota que esto nunca lo ha practicado.

-Mírame, lo voy a hacer yo para mostrarte.

-¡Ya!

Comienzo a correr como un rayo, sin que se me escapara la pelota. De un arco al otro, y cuando voy llegando al final de la cancha, freno con toda mi fuerza. Con el pie derecho, que era con el que iba llevando la pelota, la engancho para tener el balón conmigo; y con la pierna izquierda, hago toda la fuerza de freno para controlar mi cuerpo. Pero algo sale muy mal, tal vez se podría haber evitado. Sin embargo, en ese momento no supe cómo. Cuando apoyé el pie izquierdo para frenar, todo el peso de mi cuerpo más la velocidad con la que yo venía, se fueron contra mi tobillo izquierdo. Era un dolor, no sé cómo explicar. Me dolía tanto que hasta me daba pena, era un dolor tan agudo que pedía prestado, quizás, emociones para poder ser representado. Mis ligamentos o tendones, qué sé yo, del tobillo, sonaron así como esos árboles que caen solos, cuando ya están viejos.

Había una rueda de auto y ahí me senté, claramente no podía pararme. Mi amigo corrió hacia donde mí y me trataba de dar consuelo.

-Cállate, ¡háblame de otra cosa! Por favor, pon mi mente en otro lado.

-Pero, Joa. ¿Estás bien? ¿No te pasó nada?

-Huevón, te dije que te callaras. ¿No ves que me duele por la mierda?

-A ver, déjame ver tu tobillo.

-Ah, conchesumadre. Que me duele esta huevada.

Así, mi amigo nunca me distrajo de mi dolor, pero estaba ahí, a su manera, siempre estaba ahí. Pero el problema no fue ese, yo tenía que ir a la universidad y no podía pararme. Cuando me torcí el pie, sentí que por poco no se me desprendió del cuerpo. Ahora, al

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