Crisis Del Gobierno Español
marlenyepez420 de Marzo de 2014
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Factores influyeron en el movimiento de la independencia
Causas Externas:
La Revolución Industrial que había triunfado en Inglaterra a fines del siglo XVII imponiendo el sistema maquinista sobre el artesanal y creando, además, una nueva clase social que fue la burguesía capitalista, la cual tuvo que hacer frente a los problemas del proletariado.
Las potencias industrializadas tuvieron que competir por los mercados, al luchar por el abastecimiento de las materias primas.
El liberalismo en general, con sus movimientos libertarios establecidos en sociedades secretas, completaron este panorama de inquietudes. En Londres, en 1798, se celebró una gran reunión que estuvo formada por liberales de toda América, que buscaban por lo menos una autonomía de gobierno propio emanado de los criollos y no importado de España.
Conclusiones: El hecho de que se diera a cabo la independencia, tanto la de méxico, como la de América Latina en general, fue un gran paso y un gran cambio para nuestra sociedad. Las causas externas les sirvieron como un gran ejemplo para seguir adelante e independizarse.
Crisis del gobierno español
Crisis de 1917 es el nombre que se da por la historiografía española al conjunto de sucesos que tuvieron lugar en el verano de 1917 en España, destacadamente tres desafíos simultáneos que hicieron peligrar al gobierno e incluso al mismo sistema de la Restauración: un movimiento militar (las Juntas de Defensa), un movimiento político (la Asamblea de Parlamentarios que tuvo lugar en Barcelona convocada por la Liga Regionalista), y un movimiento social (la huelga general revolucionaria). Coincidieron con una coyuntura internacional especialmente crítica en ese mismo año, posiblemente uno de los más cruciales en toda la Historia. En cambio, la historiografía mundial no suele emplear el nombre de crisis para este periodo, reservándolo para algunas cuestiones puntuales relacionadas con la Primera Guerra Mundial: la crisis de reclutamiento en Canadá1 y la crisis de construcción naval en Estados Unidos.2 Hay que recordar que España en la Primera Guerra Mundial se mantuvo neutral durante todo el conflicto.
La neutralidad española había fomentado las exportaciones de todo tipo de productos, desde materias primas (agrícolas y mineras) hasta ciertas manufacturas de la incipiente industrialización -concentrada en el textil catalán y la siderurgia vasca-; y las actividades terciarias (fletes navales y servicios bancarios). El saldo de la balanza comercial pasó de ser negativo en más de cien millones de pesetas a ser positivo en quinientos millones.4 La buena época para los negocios favorecía a la burguesía industrial y comercial o la oligarquía terrateniente y financiera, pero al mismo tiempo produjo una escalada de precios (el crecimiento de la producción real de bienes y servicios no se traduce en aumento de oferta interna por las exportaciones) que no iba acompañada por subidas similares en los salarios. Mientras que los beneficios alcanzaron tasas de crecimiento extraordinariamente importantes, descendió notablemente el nivel de vida de las clases populares, fundamentalmente del proletariado urbano e industrial, que aun así era el que demostró más capacidad de presión para mantener continuadas subidas salariales. En el campo, la situación era diferente: el efecto inflacionista era mayor, pero la disponibilidad más directa de alimentos amortiguaba sus consecuencias para el campesinado en el caso de los pequeños propietarios o arrendatarios (predominantes en la estructura agraria del norte de España), que pudieron incluso verse beneficiados; pero no así, sino todo lo contrario para los jornaleros sin tierra, la parte fundamental de la población activa en la mitad sur de España (sobre todo en Andalucía o Extremadura). Los resultados del proceso, visibles de forma aguda ya en 1917, fueron una violenta redistribución de rentas a escala nacional (tanto entre clases sociales como entre territorios), con agravación progresiva de las tensiones campo-ciudad (éxodo rural, contraste del nivel de desarrollo entre la naciente industria y la agricultura atrasada) y centro-periferia.
Formación de la junta suprema
La Junta Suprema de Caracas fue la institución que gobernó la Capitanía General de Venezuela tras la renuncia forzada del Capitán General Vicente Emparan el 19 de abril de 1810 hasta el 2 de marzo de 1811, cuando se instala el primer congreso constituyente.
Tras los sucesos del 19 de abril de 1810, en los que el Capitán General designado por José I de España fue obligado a renunciar por la presión pública caraqueña, se constituyó esa misma tarde el Cabildo de Caracas como la Junta Suprema conservadora de los derechos de Fernando VII.
Inmediatamente comienzan a tomar control de los cuarteles de la ciudad y a asegurar el apoyo de las provincias a la junta. Tras haber asegurado el apoyo militar con la designación de comandantes favorables a la Junta, designa el 25 de abril la Junta Suprema de Gobierno que la integran con derecho de palabra y voto: José de las Llamozas; Martín Tovar Ponte; Feliciano Palacios y Blanco; Nicolás de Castro; Juan Pablo Ayala; José Cortés de Madariaga; José Hilario Mora; Isidoro Antonio López Méndez; Francisco José Ribas; Rafael González; Valentín de Ribas; José Félix Sosa; Juan Germán Roscio; Juan de Ascanio; Pablo Nicolás González; Francisco Javier de Ustáriz; Silvestre Tovar Liendo; Nicolás Anzola; José Félix Ribas; Fernando Key Muñoz; Lino de Clemente; José María Blanco y Dionisio Palacios. Como secretarios de la Junta son nombrados José Tomás Santana y Casiano Bezares.
Ese mismo día la Junta de Gobierno designa los encargados de los distintos despachos:Juan Germán Roscio para Relaciones Exteriores, Nicolás Anzola en Gracia y Justicia, Hacienda a Fernando Key Muñoz y para Guerra y Marina Lino de Clemente. Igualmente se constituye un Tribunal Superior de Apelaciones presidido por el Marqués de Casa León y los ministros José Bernabé Díaz; José María Ramírez; Bartolomé Ascanio y Felipe Fermín Paúl.
Participación de bolívar en la primera republica
Participación de Bolívar durante la Primera Republica
Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante en Londres, Bolívar embarcó y llegó a La Guaira el 5 de diciembre de 1810.
Una vez en Venezuela empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, que llegó a Venezuela el 10 de diciembre de 1810 ante una recepción oficial por parte de la Junta Suprema, que poco después lo nombró Teniente General.
Miranda pronto empezó a tener conflictos con el Jefe Militar del Gobierno por su incapacidad para controlar la rebelión realista de Coro y mientras tanto, las circunstancias políticas habían favorecido la aparición en Caracas de organizaciones como la Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación independentista que funcionaba como foro de debate político.
Bolívar fue un miembro importante de esta asociación que estuvo muy implicado en las movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar la Declaración de Independencia, y que defendió posturas opuestas a la Constitución del 21 de diciembre de 1811 al considerar que era una copia literal de la que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba a la realidad del momento en Venezuela.
El 13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por Miranda, lograron una victoria en Valencia, contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de su antigua capitalidad y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su carrera militar al dirigir un ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y su primera acción distinguida. Así, Miranda lo propuso para el rango de Coronel y le envió a informar de la victoria al Gobierno de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los Valles de Aragua por iniciativa propia por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas militares republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de Teniente Coronel en el Estado Mayor y lo nombró Jefe militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Misión diplomática a Londres
En 1810, Bolívar realizó una visita a Gran Bretaña, en calidad de jefe de una misión diplomática, para conseguir el apoyo británico para la recién formada Junta en Caracas. Durante su permanencia en Londres, Bolívar conoció a Wilberforce, el líder del movimiento anti-esclavitud, y a Joseph Lancaster, el reformador educativo. También visitó el Observatorio Real en Greenwich, fue a la ópera en el Haymarket y se hizo retratar por el pintor Carlos Gill. Bolívar publicó una carta en el Morning Chronicle, el 5 de septiembre de 1810, expresando sus pensamientos sobre la unificación de América Latina.
Bolívar admiraba a las instituciones británicas, especialmente el sistema de la monarquía constitucional. Sus ideas políticas recibieron una fuerte influencia de los escrituras de filósofos políticos británicos tales como Jeremy Bentham, Thomas Hobbes y John Locke.
Bolívar y la declaración de la independencia
La independencia de Venezuela fue el proceso emancipador desarrollado entre 1810 y 1823 con el fin de romper los lazos coloniales que existían entre la Capitanía General de Venezuela y el Imperio español. Este proceso se unió y extendió al ser llevado a cabo en otros países de América, que alcanzaron también su independencia. Entre los factores más influyentes se suele destacar el deseo de poder de los grupos criollos que poseían el estatus social y económico pero no político, la introducción de las ideas del Enciclopedismo,
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