Critica Urbana

TEMA: Ensayo sobre los problemas que se detecta en la ciudad de Quito.

Uno de los problemas que afronta la ciudad de Quito es la movilidad urbana que constituye un aspecto que influye directamente en el desarrollo de las diferentes actividades de una población, ya que al existir una movilidad desordenada, producto de poca planificación y visión a futuro produce una ruptura ciudadano – tiempo lo cual constituye una pérdida social.

La ciudad de Quito se caracteriza por ser una ciudad con una topografía muy irregular, lo cual no permite que la estructura vial tenga una afluencia normal y eficiente de tránsito.

Existe una sobredemanda en la actualidad en el uso del transporte público, lo cual ocasiona que los sistemas integrales de transporte como es el trolebús colapsen a tal punto de hacer notoria la escasa planificación de proyectos sostenibles que ayuden a cubrir a largo plazo este problema evidente a la sociedad, motivo por el cual es necesario desarrollar proyectos de infraestructura que se ajusten a la realidad de la ciudad, con el objeto de que ayuden en el proceso de crear una movilidad más ordenada y distribuida, creando planes en beneficio del transporte y movilidad digna de una ciudad.

En términos generales, han existido cuatro grandes etapas históricas en cuanto a los problemas que se han presentado en cuanto al servicio de transporte público en la ciudad de Quito y los problemas de movilidad que se han registrado en ella.

La primera etapa ocurrió entre los años de 1914 y 1946. En ésta época la población de la Quito bordeaba los 225.000 habitantes y los límites de la ciudad no eran muy extensos. La operación del transporte estuvo a cargo de una empresa privada extranjera, la misma que logró satisfacer la escasa demanda de aquellos años.

Una segunda etapa se registra a partir del año 1947 y que se extendió hasta el año de 1978. De la época resalta la desaparición del tranvía y una de las expansiones geográficas más grandes que se hayan registrado en la ciudad.

Fue en esta época en la que se otorgó al sector privado total autoridad sobre el manejo del sistema, en la que los proveedores del transporte cobraban un precio fijo por concepto de tarifas de los pasajes, mientras que el gobierno les garantizaba un precio bajo y constante del combustible.

En un inicio el modelo permitió cubrir la demanda de transporte público en Quito, pero conforme la ciudad fue creciendo el servicio fue deteriorándose y la capacidad del gobierno de mantener subsidiados los precios de los combustibles se hizo insostenible, hechos que derivaron en el colapso total del sistema y el posterior incremento de las tarifas de los pasajes. Estos hechos devinieron en una serie de protestas dando origen a una tercera etapa, caracterizada por un acelerado deterioro de la calidad del servicio

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