Cultura Brasileña

Cultura brasileña en los años modernos

La cultura brasileña se puede representar en el cine, arquitectura, baile (samba). Una mezcla muy distintiva apareció como resultado de una intensa mixtura entre los pueblos que constituyen la demografía de ese país sudamericano: indígenas, europeos, africanos, asiáticos y árabes. Así como a la amplia gama de manifestaciones a través de las cuales se ha ido expresando esta amalgama de expresiones culturales como la música, pintura, literatura, cine, arquitectura, todo esto esquematiza las varias culturas en un solo país, Brasil.

Artes Plasticas:

El modernismo brasileño fue un movimiento cultural de amplio espectro, que afectó no solo a la literatura sino también a las artes plásticas, comenzó en Brasil en la década de 1920. En él reunieron elementos de las vanguardias europeas anteriores a la Primera Guerra Mundial, tales como el cubismo y el futurismo, adaptados "antropofágicamente", aprovechando de ellos sólo lo que era considerado positivo y adecuado para la realidad brasileña.

Problemática del modernismo en el arte:

La tensión entre lo que sería considerado una cultura popular y una erudita siempre fue bastante problemática en el país. Durante un largo período de la historia, desde el Descubrimiento de Brasil hasta mediados de los siglos XIX y XX, la diferencia entre la cultura popular y la cultura erudita era bastante amplia: la primera buscaba ser una copia fiel de los cánones y estilos europeos, la segunda era formada por la adaptación de las culturas de los diferentes pueblos que formaron el pueblo brasileño en un conjunto de valores, estéticas y hábitos rechazados y despreciados por la élites. Gran parte del proyecto estético modernista fue justamente el de rescatar en los campos considerados "nobles" de la cultura (las artes en general, la literatura, la música, etc.) y hasta los hábitos cotidianos, considerándola como una legítima cultura brasileña.

Durante mucho tiempo la arquitectura de Brasil solo reflejó patrones europeos no podía caracterizarse como arte nacional sino mejor dicho como un reflejo de la cultura portuguesa. El modernismo se caracterizó por la intensión de elaborar una verdadera cultura brasileña, deslindándose de valores europeos; para ello, se necesitó analizar críticamente las tradiciones culturales brasileñas. El inicio del modernismo brasileño suele datarse en la Semana de Arte Moderno de São Paulo, que tuvo lugar en 1922. Tuvo dos fases: la primera, entre 1922 y 1930; la segunda, entre 1930 y 1945.

La arquitectura contemporánea brasileña ha presentado una evolución constante. Se han ido empleando cada vez más nuevos materiales y se han descubierto nuevas fórmulas arquitectónicas, teniéndose en cuenta no sólo los aspectos

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