Desarrollo Embrionario

FASES DEL DESARROLLO EMBRIONARIO

La reproducción es la función biológica que permite al ser humano originar uno o más individuos semejantes a él con el objetivo de perpetuar la especie. En los organismos pluricelulares, entre los que se incluye el ser humano, esta función requiere la participación de dos individuos de la misma especie, pero con determinadas diferencias anatómicas que determinan el sexo, y que son especialmente marcadas en el aparato genital.

La reproducción propiamente dicha comienza con la función de dos células sexuales o gametos: ovulo, procedente del aparato genital femenino, y un espermatozoide, procedente del aparato genital masculino.

Esta función tiene lugar en el aparato genital femenino, y en él se desarrollara todo el proceso del embarazo, es decir, el crecimiento del feto hasta que su grado de maduración le permita vivir fuera del organismo materno. Después de nueve meses de gestación tiene lugar de parto, que dará lugar de nacimiento de un nuevo ser.

En este capítulo se abordara la reproducción humana desde un punto de vista estrictamente biológico. Se comenzara por el por el concepto de gametos o células sexuales. Se continuara con la fecundación, que es la formación de la célula huevo a partir del encuentro de un espermatozoide con el ovulo. Y se culmina con la gestación y el parto, que son los procesos más impresionantes de la reproducción.

LOS GAMETOS

Los gametos, o células sexuales, son células que solo tienen 23 cromosomas, en lugar de 46, como ocurre en todas las demás células del organismo.

Los gametos masculinos son los espermatozoides, que se producen y almacenan en los testículos, y se eliminan fuera del organismo durante la eyaculación, en números de millones, sumergidos en el semen.

Los gametos femeninos son los óvulos, que maduran y se almacenan en los ovarios. Mas o menos hacia la mitad de cada ciclo menstrual se produce la ovulación, en la que un ovulo maduro se desprende de un ovario y desciende por la trompa de Falopio en dirección al útero. Este proceso ocurre aproximadamente cada 28 dias aunque existen variaciones individuales.

EL COITO

El coito o cúpula es un tipo de práctica sexual que consiste en la introducción del pene en la vagina y que, desde un punto de vista estrictamente biológico, está destinado a la fecundación y reproducción.

Durante el coito, efectivamente, se produce la eyaculación, y millones de espermatozoides son expulsados hacia el interior de la vagina. Estos espermatozoides, que se encuentran inmersos en los líquidos que forman parte de las secreciones seminales, se mantienen viables durante unas 24 a 72 horas. Sin embargo, la fecundación solo es posible si el coito se realiza durante el periodo de la ovulación, ya que, tras esta, el ovulo se mantiene viable durante solo unas 24 horas.

LA FECUNDACION

La fecundación, o concepción, es un fenómeno en el que se produce la función de un espermatozoide con un ovulo, dando origen a una célula huevo o cigoto. La fecundación tiene lugar normalmente en la trompa de Falopio, por la que desciende el ovulo desde el ovario.

El ovulo está rodeado de una serie de membranas, que en conjunto reciben el nombre de corona radiata, que lo acompañan desde que se ha desprendido el ovario. Los espermatozoides que se topan se activan, y comienzan a secretar una sustancia que destruyen dichas membranas. Al cabo de unos minutos, algunos espermatozoides logran establecer un puente entre sus cabezas y la membrana citoplasmática del ovulo. Sin embargo, al finalizar el proceso de activación, normalmente solo uno de ellos consigue ser englobado por la membrana citoplasmática y penetrar en el interior del ovulo, ya que, inmediatamente después ocurra, la membrana se bloquea completamente y cierra el paso a los demás espermatozoides.

Durante el proceso de fecundación ser funcionan los núcleos del espermatozoide y el ovulo, de manera que la célula huevo o cigoto dispone de 46 cromosomas; 23 de ellos proceden del espermatozoide y, por tanto, del padre, y los otros 23, del ovulo, es decir, de la madre. Estos cromosomas contienen los genes que serán capaces de codificar la información necesaria para que se desarrolle el nuevo ser.

LA SEGMENTACION Y LA IMPLANTACION

Durante los días siguientes de la fecundación, la célula huevo desciende, a lo largo de la trompa de Falopio, hacia el útero, ayudada por las contracciones de esta estructura anatómica y por los movimientos de cilios o pestañas microscópicas que tapizan su mucosa.

Paralelamente, inicia su segmentación, un proceso de división y diferenciación celular progresivo mediante el cual la célula huevo se transformara sucesivamente en mórula y blástula. Esta blástula es la que, al cabo de unos siete días de haberse producido la fecundación, se implanta en la mucosa uterina o endometrio.

Debido a los efectos de la progesterona, una hormona secretada por los ovarios en cantidades especialmente importantes tras la ovulación, en el momento de la implantación el endometrio está muy engrosado. Durante el proceso de implantación, la blástula perfora el endometrio y se instala en su interior. Posteriormente, el orificio de entrada cicatriza. Este proceso es delicado; de hecho, en una tercera parte de los casos, la blástula no consigue implantarse y se eliminan con la menstruación.

Una vez ocurrida la implantación, el resto de la gestación ocurrirá internamente en la pared del útero, y el feto no tendrá contacto directo con la cavidad uterina.

EL SACO AMNIOTICO, LA PLACENTA Y EL CORDON UMBILICAL

En la semana siguiente a la implantación se acentúa el proceso de diferenciación celular. En la blástula se identifica un grupo de células a partir de la cuales se desarrollara el embrión; otro, que dará origen al saco amniótico, y otros más, a partir del cual se formara la placenta.

El saco amniótico, es una membrana que envuelve el feto durante toda la gestación, y que se forma dos semanas después de la fecundación. Dentro de este saco se encuentra la cavidad amniótica, que, a su vez, alberga un líquido prácticamente transparente, denominado líquido amniótico. El feto crece, durante el embarazo, sumergido en el liquido amniótico, que lo protege contra golpes, fricciones e incluso ruidos.

La placenta es un órgano aplanado, con forma de tarta, dentro de la cual se produce el intercambio de sustancias entre el feto y la madre. El feto se suele comportar como si fuera un tejido mas del organismo materno, de manera que requiere oxigeno

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