Diversidad Sexual

Capítulo I. Contexto: histórico, social y cultural ante el trato y las preferencias sexuales

Generalmente, al referirse a la sexualidad entre seres humanos, se piensa en los roles de género (hombre y mujer), las relaciones afectivas entre estos individuos y su composición biológica, dejando a un lado la importancia de la Diversidad Sexual, y haciendo hincapié en la heterosexualidad.

Un concepto trascendental al hablar de sexualidad humana, es el de sexo, mismo que para gran cantidad de gente es semejante al acto sexual, no obstante, este término se refiere a la condición física de los seres humanos, es decir, el sexo es atribuido al individuo de acuerdo con sus genitales, determinando a esté la calidad de hombre o mujer, en palabras de Xiomara Ruiz, “El sexo es la base biológica de la sexualidad, brinda una serie de características físicas que permiten diferenciar a los seres vivos en fenómenos masculinos y femeninos.” (Ruiz, 1998:3)

Al contrario del sexo, la sexualidad humana no es sólo algo que sea atribuido física o biológicamente, sino también, es desarrollado por el mismo individuo “…constituye una dimensión fundamental del ser humano, influyendo decididamente en su formación y desarrollo, ya que participa, de manera determinante, en la estructuración de la personalidad…” (CONAPO, 1982:33) por lo que en la sexualidad intervienen los gustos y preferencias sexuales

En efecto “…la sexualidad es, ante todo, una construcción mental de aquellos aspectos de la existencia humana que adquieren significado sexual y, por lo tanto, nunca es un concepto acabado y definitivo, pues la existencia misma es continua y cambiante.” (Peréz, 2002, 21)

En conclusión Es entonces que “la sexualidad (…) es en sí el marco dentro del cual los seres humanos encuentran un sentido y una gratificación a sus deseos e impulsos más profundos.” (CONAPO, 18982:23). En ese sentido, se debe considerar que la sexualidad humana no tiene una sola variante, la heterosexualidad, ya que los seres humanos son diversos y por ende, susgustos y preferencias sexuales no son las mismas en todos los casos. No sólo existen personas atraídas por el sexo opuesto, así pues, hay que hacer mención de una diversidad sexual.

Rubén Ardila, psicólogo e investigador científico, distingue como variantes de la sexualidad humana, además de la heterosexualidad, a la homosexualidad y a la bisexualidad, mostrando la importancia existente en la investigación sobre estas últimas variantes “…la homosexualidad no tiene porqué interesar sólo a homosexuales. Toda persona conoce hombres o mujeres con esa orientación sexual, que pueden ser miembros de su familia, pueden ser sus amigos, sus compañeros de trabajo, sus pacientes o simplemente las personas con quien comparte la vida cotidiana.” (Ardila, 1998, 11)

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