Doce Hombres En Pugna

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

DOCE HOMBRES EN PUGNA

DANIELA GUTIERREZ PRIETO

Vivimos en un país donde los conflictos muchas veces no son solucionados de la mejor manera. No sabemos escuchar, ni acatar las opiniones y objeciones de las personas que nos rodean. Estamos siempre fijos en una forma de pensar; nos cerramos a los demás y creamos nuestro propio círculo sin tratar de aceptar el punto de vista de las personas. ¿Cómo sería una sociedad con la capacidad de entender y atender respetuosamente la manera como ven el mundo los demás? Pocas veces lo imaginamos, pero en mi caso, estoy segura sería mucho mas organizada y con mejores posibilidades para hacer las cosas. Está claro que todos nos expresamos de una manera totalmente disímil; unos pedantes, otros muy elocuentes, muy sabios y muy seguros de lo que están expresando; pero a la final el punto clave es transmitir una idea; es convertir la facultad de comunicarnos en un proceso repetitivo y cíclico en donde unos hablan y los otros escuchan.

Es por eso, que en el contexto de la película es posible presenciar una primera situación ética en donde los 12 hombres del jurado están tomando una decisión sobre la sentencia de un hombre acusado de asesinar a su padre y a la hora de deliberar uno de ellos no está de acuerdo con la culpabilidad del muchacho. Este hombre que en sí tiene razones muy lógicas para fundamentar su posición, en un inicio no cuenta con el apoyo de ninguno de sus compañeros del jurado, pero aún así trata al máximo de exponer sus ideas y darles a conocer por qué considera que el chico es inocente. Ésta actitud del señor Davis es una de las muchas que deberíamos considerar para tratar alguna situación; somos conscientes de lo que sabemos y pensamos y por tal motivo no debemos dejar a un lado nuestras convicciones si sabemos que son realmente válidas. Si tenemos esa cualidad de llegar a los demás por medio de las palabras, es muy probable que logremos crear una mejor impresión de la situación y a la final no cometer alguna equivocación que nos deje totalmente marcados. Ahora bien, escuchar atentamente a una persona es la manera mas obvia de infundir respeto; en medio de la discusión de estos hombres por decidir por la vida de un muchacho, se evidenció poca afabilidad al momento de presentar los puntos de vista y esto nos deja claro que si no somos capaces de tener el suficiente criterio y respeto hacia al otro, mucho menos tendremos el rigor de pararnos frente a un grupo de personas, presentar nuestras ideas y esperar a que nos atiendan. El ser humano debe comunicarse y ser receptor de las opiniones de otros antes de tomar una posición y hacerla valer basándose en argumentos solidos y claros con los que en realidad pueda convencer a los demás. Esto es actuar éticamente.

Ahora bien,

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