Docente Intelectual

El docente intelectual gestor de la reflexión critica

El docente intelectual tiene 2 funciones dentro de la sociedad; ilustrar como se debe vivir en sociedades democráticas y capacitar instrumentalmente a los individuos para un proyecto de vida digno. El docente se ha convertido en transmisor de conocimientos instrumentales ara adoctrinar a asalariados disciplinados y obedientes alumnos, en el capitalismo.

La educación ha sido instrumento poderoso de conocimiento y transformación social y ha dado bases para resolver problemas críticos que acosan a la sociedad. Es un canal para adoctrinar a la sociedad por símbolos, rituales y que el docente distribuye para cumplir reglas de la institución. Transmiten conocimientos seleccionados para construir un ciudadano instrumental para entrar en el mundo del capitalismo. Pareciera que la escuela tiene un destino marcado donde se crean relaciones de poder y control y a la vez resistencia que se diluye por la aplicación de reglamentos. El docente imparte conocimiento instrumental y canaliza la lectura de la realidad a través de la reflexión crítica sobre el impacto en la sociedad y el medio ambiente de conocimientos y artefactos que erosionan y usurpan la cultura de los pueblos. Los individuos son capacitados para trabajos disciplinarios pero incapaces de leer la realidad. La escuela de la globalización se encuentra en una democracia acoplada a los intereses de la elite que tiene como finalidad el desmantelamiento del proyecto de vida de una sociedad a través de políticas públicas que no favorecen a la mayoría. Cuando la sociedad participa activamente lo consideran como un acto de amenaza para la “democracia”. Por eso se generan estrategias educativas que fortalezcan la ideología dominante en corto plazo. Esta ideología se llama sentido común. Costas dice que tiene que ver con reconocer la presencia de estrategias, opiniones, creencias, valores y normas de orientación negativa. Acorde a lo anterior el sentido comuna sesgado subraya interés del poder dominante y el sentido común como alineante establece que es imposible modificar la realidad que causa problemas utilizando un sistema conciliador con el que pueda analizar la situación para dar respuesta. Torres la define como política de dilación. El sentido común emana desde la conciencia colectiva de las autoridades por lo que no favorece ni a profesores ni alumnos. El sentido común sesgado pone en una situación donde los profesores acatan disposiciones para obtener un incentivo económico y no ponen en discusión las normas y reglas. La fuerza de una ideología puede organizar rutinas y significados del sentido común de tal manera que actos de injusticia, discriminación pueden ser percibidos como inevitables o naturales.

Cada grupo social tiene una función tradicional (directiva o instrumental), por culpa de la escuela ideológica democrática. Angel Gabilondo

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