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Drenaje Profundo


Enviado por   •  1 de Abril de 2014  •  4.493 Palabras (18 Páginas)  •  296 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En este trabajo presento la mayor cantidad de información disponible del llamado “Drenaje Profundo”, el cual es una parte importante de la Ciudad de México que no se puede ver.

Muestro algunos rasgos históricos que dejan huella para la elaboración del Drenaje Profundo, desde los principios de México como la Gran Tenochtitlán hasta las épocas actuales.

Se pueden apreciar datos muy importantes como lo son las ubicaciones de las lumbreras que se comunican entre si para que funcione este sistema, las fechas en que se realizaron las acciones contra inundaciones y los funcionamientos de los “Escudos de lodos”, con los cuales se pudo llevar a cabo este tedioso trabajo.

Para finalizar definiré al Sistema del Drenaje Profundo como una serié de conexiones que ayudan al desalojo de las aguas residuales y pluviales de la Ciudad de México por medio de grandes tuberías colocadas a una gran profundidad por debajo del nivel del suelo (esto para que el hundimiento de la ciudad no le afecte) el cual trabaja con la fuerza de gravedad.

EL PASADO:

*Época prehispánica:

“La mar” que vieron los primeros españoles al llegar al valle de México eran el lago de Texcoco <cuyas aguas eran saladas por el hecho de salitre de su lecho> y el lago de Chalco.

En aquella época, estos lagos formaban parte de montañas cubiertas de pinos, encinos, robles y numerosos ríos pequeños. Como los lagos estaban a diferente altura, el agua de Chalco se desbordaba con frecuencia sobre el de Texcoco.

Desde entonces comenzó la lucha de los habitantes del Valle contra el agua, ya que aunque no ocurrieran tormentas extraordinarias, bastaba con que durante varios años se presentaran veranos lluviosos para que el nivel de los lagos se elevara peligrosamente, ya que no existían desagües.

Los primeros asentamientos indígenas se localizaron en los islotes y riberas de los lagos, pero conforme se acentuó el predominio de los aztecas, Tenochtitlán se extendió hacia las superficies que ganaba el agua. Entonces el aumentos en los niveles de los lagos comenzó a ocasionar daños cuantiosos.

Ante este problema se construyeron bordos y diques de contención. En 1450 Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, por encargo del rey azteca Moctezuma, diseño y dirigió la construcción de un albarradón de más de doce kilómetros de longitud y cuatro metros de ancho para proteger a la gran Tenochtitlán del azote de las inundaciones. El dique dividió desde entonces el lago de Texcoco y la parte occidental se le dio el nombre de Laguna de Máxico. Esta obra también contribuyó a la ciudad, beneficiando a los cultivos.

Tenochtitlán era una ciudad lacustre cuyos habitantes aceptaban a esas circunstancias naturales, por lo que sólo pensaron en contener las aguas, sin crear ningún sistema para desaojarlas del Valle.

*Época colonial:

Pero todo cambió al iniciarse la conquista. Durante el asedio de la ciudad por Hernán Cortés en 1521, se abrieron varios boquetes en el albarradón de Netzahualcóyotl para permitir el paso de las embarcaciones españolas.

Posteriormente, las lluvias torrenciales alertaron a las autoridades coloniales sobre el grave problema de las inundaciones que afectaban a la Ciudad de México, por lo que en 1555 el virrey Velasco ordenó la construcción del albarradón de Lázaro y se hizo un primer proyecto para el desagüe del Valle de México.

Sin embargo, en 1604 y en 1607 ocurrieron grandes inundaciones, provocadas principalmente por los escurrimientos del río Cuautitlán, que ocasionaron numerosas muertes y cuantiosos daños materiales. Alarmado el virrey envió una proposición al Cabildo para que se procediera a construir un desagüe de la ciudad.

Enrioco Martínez propuso a las autoridades un proyecto consistente en la construcción de un túnel en la zona de Nochistongo, al noroeste del Valle de México. El plan fue aceptado y el 29 de noviembre de 1607 el virrey dio la primera azadona de esta gran obra, que fue terminada en menos de un año. Así el Valle dejó de ser una cuenca cerrada para contar con si primera salida artificial de agua. Pero por falta de revestimiento, poco tiempo después ocurrieron derrumbes que inutilizaron el túnel. Entonces se decidió sustituirlo por un tajo o zanja, que pudo ser terminado después de 160 años de trabajo, interrumpido por frecuentes derrumbes e inundaciones.

Finalmente a partir de 1789 se dio salida permanente a las aguas de la cuenca de México, para seguridad de sus habitantes.

En 1803 y 1804, Humboldt, luego de inspeccionar las obras hidráulicas llego a la conclusión de que había que complementar el plan de Enrico Martínez para drenar el Valle con un gran canal de desagüe. Pero la lucha por la independencia retrasó este ambicioso proyecto casi un siglo.

Siglo XIX:

La salida de la cuenca por el tajo de Nochistongo empezó a alterar la ecología del Valle e inició un nuevo proceso: el nivel de los lagos ya no crecía como antes, los diques crearon áreas seguras para que la ciudad se extendiera sobre las planicies lacustres y la población se concentro aún más en las orillas de los antiguos lagos. Estas zonas sufrían cuantiosos daños cuando se desbordaban.

Hacia 1856 las inundaciones eran cada vez más alarmantes: en algunas zonas su nivel alcanzaba hasta tres metros de altura. A principios de ese año se abrió un concurso para el proyecto de las obras del desagüe, ofreciéndose un premio de doce mil pesos oro al vencedor. El plan más completo y mejor calificado fue del ingeniero Francisco de Garay, que comprendía el Gran Canal del Desagüe y el primer Túnel de Tequisquiac. Ambas obras se inauguraron en 1900. Se trataba de un esfuerzo colosal, pero de ninguna manera se había logrado la solución total.

Historia reciente:

En 1930 se terminó la primera red de drenaje por gravedad, consistente en un sistema de tuberías que descargaban al Gran Canal y en el Lago de Texcoco.

Pero como consecuencia del crecimiento demográfico y de la expansión urbana, este sistema se volvió insuficiente para una población que se había duplicado en diez años y que en 1940 era de casi dos millones de habitantes.

En esa época hubo varias inundaciones graves en las partes bajas de la ciudad, ya que además otro problema se había añadido: el hundimiento cada vez más acelerado del suelo, ocasionado por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, que determinó el sistema y disminuyó su capacidad para desalojar

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