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Duelo En El Mundo


Enviado por   •  25 de Febrero de 2015  •  2.381 Palabras (10 Páginas)  •  213 Visitas

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INVESTIGACION: “COMO SE ASUME EL DUELO EN DIFERENTES CULTURAS, EN LAS DIFERENTES EPOCAS Y EN LOS CONTINENTES”

En el Mundo Antiguo lo sobrenatural era omnipresente y todopoderoso, y cada acontecimiento alarmante en el campo de la naturaleza representaba un presagio especial enviado para servir de advertencia o de estímulo. Así tenemos que en Egipto es donde se encuentran, por primera vez, referencias al tratamiento psicosomático de las enfermedades, el hombre era tratado como un todo. Quizás, al comprender que con la muerte y la putrefacción del cuerpo rompía la unidad de éste, y el alma pretendió enfrentar esta disolución con el embalsamamiento; de esta forma mantenían el vínculo entre los muertos y los vivos.

En el Medioevo, en las antiguas civilizaciones mesopotámicas la enfermedad era considerada como castigo del pecado, en la civilización grecorromana como causa de inferioridad, en el cristianismo la enfermedad era símbolo de una vía para la purificación, gracia divina; constituyendo la muerte para algunos la liberación del sufrimiento y el comienzo del goce eterno.

En cuanto a las Culturas Aborígenes tenemos que los aztecas prestaban especial atención a los ritos funerarios como forma de asegurar la supervivencia de sus muertos y que éstos ejercieran su acción protectora sobre los vivos; formaban parte de estos ritos la conservación de objetos del muerto que adquirían la función de amuletos de protección o de buena suerte. Los incas constituían una aristocracia victoriosa que dominaba las sociedades vencidas, para ellos la muerte era debido a la mala voluntad de alguien, fundamentalmente de las deidades enfurecidas por algún pecado, descuido en el culto o por algún contacto especial con los espíritus malévolos que existían en los vientos y las fuentes; de ahí que al tener las enfermedades causas sobrenaturales, debían ser curados por la magia o la religión. Entre los hallazgos arqueológicos se encuentra el mayor número de cráneos trepanados del mundo, no se ha podido encontrar indicios si se realizaban para descomprimir el cerebro o para ahuyentar los demonios.

En las Culturas Africanas existe desde tiempos inmemorables la adoración a los muertos (manismo), donde los difuntos continúan viviendo en la mente de todo el pueblo africano, como ánimas, espíritus o seres sobrenaturales que conservan externamente su apariencia terrenal o asumen temporalmente el aspecto de animales. De esta forma, los muertos continúan siendo miembros del clan no abandonan la comunidad, par lo cual necesitan sacrificios para prolongar su existencia en el otro mundo y renacer en sus descendientes, pues de lo contrario deben dejar de ser. La adoración de los antepasados significa mantener los nexos entre estos dos grupos del clan: los vivos y los muertos; romper estos lazos es amenazar con la destrucción a los vivos y a la comunidad en general.

Las religiones juegan un papel importante a la hora de influir de formas positiva, negativa o neutra en todas las personas al pensar en su propia muerte o sobrellevar las muertes ajenas.

Los cristianos tienen la firme creencia en la fe de la encarnación de Dios en Jesucristo. El verdadero cristiano vive con la esperanza de la inmortalidad, porque cree en la resurrección de Jesucristo. Jesucristo aceptó la muerte cambiando de esta forma su significado, la elevó a la función de redentora y la trascendió por la resurrección. El hombre entra en al eternidad por la muerte, convirtiéndose, esta en el enlace entre el modo de ser temporal y el modo de ser eterno. Dios nos espera a todos para abrazarnos atentamente; porque hemos sido creados a su imagen y semejanza, y hemos sido redimidos por Jesucristo. Para los cristianos el alma surge con la concepción y a partir de ese momento es eterna. La muerte solo implica al cuerpo, el alma permanece siempre. Tras la muerte tiene lugar un juicio en el que se valoran los méritos y deméritos del difunto; así el alma se salva o se condena viviendo eternamente en la gloria de Dios o apartados de él. Para los Padres de la Iglesia habrá un juicio final y previamente a este se producirá la resurrección de los muertos; nadie excepto Dios puede conocer el día y la hora del mismo. Según la iglesia cristiana, el cristianismo debe prepararse durante su vida para una muerte que siempre incierta, pero inevitable. Los cristianos entierran o incineran a sus muertos, si bien durante siglos lo común ha sido la inhumación, aunque en los últimos años va aumentando el número de cremaciones.

Para los budistas, la muerte no es más que un tránsito. Los actos positivos realizados a lo largo de nuestras vidas nos permitirán gozar de un karma favorable, los actos negativos inducirán un karma negativo. Renaceremos bajo una forma determinada por esta ley de causa y efecto; por eso la muerte no es un final, más bien parece un cambio de ropajes. El budismo no cree en un dios omnipotente y omnisciente, creador del cielo y la tierra; no existe en el ser humano un elemento superior trascendente como el espíritu y el alma; todo es inestable, transitorio e impersonal, no se habla de reencarnación propiamente sino de renacimiento. El apego que sentimos por nuestra existencia genera sufrimiento, lo que nos encadena a la rueda de nacimiento y muerte, generando futuros renacimientos.

Para la tradición hindú nadie nace ni muere en ningún momento, el alma imagina su nacimiento y su muerte. El hinduista cree en la trasmigración de las almas, ya que existe un principio de orden superior y permanente que denominan atman y que se podría traducir por espíritu. El atman se reencarna para ir purificándose y poder reencontrar su origen mediante una experiencia de vida denominada liberación definitiva (como resultado de una conducta implacable y sabiduría). La muerte para los hinduistas es solo un migrar del cuerpo y su liberación definitiva pondría fin a la reencarnación. Cuando una persona muere se incinera su cadáver, preferiblemente junto a un río sagrado.

El islamismo se basa en la oración ritual, el ayuno, la profesión de fe, la limosna y la peregrinación a la Meca. El único Dios es Alá y su profeta Mahoma. Tras la muerte del cuerpo físico el Alma es conducida al paraíso o al infierno. El paraíso se concibe como una especie de jardín donde se puede gozar de todos los disfrutes, incluso los materiales. El infierno es una región para el dolor y el sufrimiento. Los musulmanes también creen en el juicio universal y en la resurrección de los cuerpos. En el Islam, aunque cree en la resurrección, se utiliza la conciencia de la muerte como instrumento de sabiduría y conocimiento. Hay que morir antes de morir. Cuando un musulmán muere su cadáver es inhumado, el cuerpo se lava, perfuma y se envuelve en sudarios depositándose en la tumba sin ataúd.

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