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ECOLOGÍA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES.


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2016  •  Ensayos  •  3.629 Palabras (15 Páginas)  •  243 Visitas

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VALENCIA ENRIQUEZ ALEXANDRA

ECOLOGÍA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Académicamente, es necesario acotar el escenario en que se mueven los protagonistas de la disciplina, así como señalar las fuerzas o factores que influyen o determinan el comportamiento de dichos actores.

El término señalado por C. A. W. Manning, indica que para la Ecología y las Relaciones Internacionales, lo más importante es el medio y los lazos que unen a todos los organismos que viven en él; contrario a lo que sucede en la Psicología y la Ciencia Política, donde el interés principal se dirige al organismo individual y a sus relaciones con el exterior. Las relaciones internacionales, al igual que la Criminología, sólo tiene sentido en función de la sociedad en cuyo marco, el individuo es atraído (o impulsado) hacia el crimen.

Ahora ya no se estudia a la sociedad internacional y a la comunidad internacional, sino que se estudian los llamados enfoques sistemáticos, encaminados a dar una visión coherente del conjunto o del todo que constituye lo internacional.

a.        Los actores y las decisiones

El actor por excelencia ha sido el estado, considerado por el Derecho Internacional público como el actor privilegiado de las Relaciones Internacionales.

Actualmente, la visión de la Sociedad Internacional resulta bastante heterogénea, donde hay una diversidad que va desde los elementos esenciales sobre los que se asientan los estados, hasta el modelo de gobierno interno por el que se rigen las relaciones entre el poder y los ciudadanos, sin olvidar la ideología configurada por ese mismo poder.  Sin embargo, no son actores exclusivos de la vida internacional.

También se encuentran las Organizaciones Internacionales o intergubernamentales, así como la reciente aparición de las empresas multinacionales, consideradas como expresión más acabada de la frase monopolística del capital Financiero. Además, Marcel Merle añade actores secundarios, tales como las Iglesias, Internacionales Políticas y sindicales u organizaciones no gubernamentales, que entran en competencia al ser la expresión espontánea de solidaridades múltiples que se enfrentan.

La Sociedad internacional, en su fase de transición, continúa siendo rígidamente estatal, las Relaciones Internacionales todavía están dominadas por lo que Gonidec llama gráficamente «el irreductible Estado soberano». Dada la importancia de la cuestión, que afecta grandemente al concepto mismo de nuestra disciplina, debemos detenernos ante esta Sociedad de relaciones primordialmente estatales, aunque se arrope con distintas apariencias, para sólo someramente fijar en sus límites a este sujeto privilegiado, el Estado, y también, apuntar el posible camino de una Sociedad internacional, aún distante de una existencia plena.

La visión tradicional del Estado bajo una u otra perspectiva, se asienta en el ejercicio del poder, de la coacción, de la violencia que se sublima con base en una semántica irracional, encubridora de su carácter opresor. Porque, como afirma Gonidec, “el Estado no puede ser más que un todo complejo, históricamente definido, observación hecha de que el estado, en tanto que fenómeno histórico no ha existido siempre y, sin duda alguna, no existirá eternamente. Pero, por ahora, el Estado es una realidad indiscutible”.

Así, hay que hablar de su predominancia cuando sólo hubo un modelo de formación estatal: la capitalista, lo cual no se traduce automáticamente en la prevalencia de una concepción monolítica. A partir de la aparición del primer estado socialista, es necesario hablar de diversos tipos de Estado. Es así, como frente al Estado capitalista aparece el Estado socialista, fundamentado en cinco planteamientos básicos:

1. La teoría de la sociedad, donde los fenómenos más importantes son los socioeconómicos.

2. La teoría de la legitimidad, sus aspectos principales son la lucha de clases, la función de la ideología y el mandato de la historia

3. La teoría de la soberbia, realizada por la clase proletaria, detentando el poder por la propiedad de los medios de producción

4. La teoría de la constitución, donde dichos documentos son un reflejo de las relaciones sociales, económicas, políticas entre otras

5. La teoría del partido se considera la vanguardia de la clase trabajadora para desarrollar el socialismo.

En general, la Sociedad internacional tiene un actor privilegiado expresión de la clase dominante o, si se quiere, del bloque en el poder. Dicha afirmación conduce fatalmente a una conclusión: el individuo sí es protagonista, sujeto, de la vida internacional, pero cuando está integrado en una clase social; el individuo, en solitario, desclasado o sin tener en cuenta su pertenencia social, pese a deseos o intensiones verdaderamente altruistas a lo más que llega, hasta ahora, es a la condición de objeto privilegiado de las Relaciones Internacionales; como prueba ampliamente toda la temática de los derechos humanos, por no hablar del Derecho  penal internacional; otro tanto ocurre con otro concepto, habitualmente utilizado en términos desproporcionados, como es el de la opinión pública internacional.

El Estado-nación es un concepto, una idea-fuerza, que dinamizó a una clase social en su lucha por el poder, en un momento histórico y en un marco especial determinado. Otro concepto que no se ha incluido es el de Pueblo. Existe un derecho a la autodeterminación; igualmente, muchos textos internacionales, como la Carta de las Naciones Unidas, hablan de Pueblos, pero en términos de extrema vaguedad y de absoluta imprecisión.

Junto a la realidad de los Pueblos, se abre paso, con una óptica distinta y lentamente también, la idea de Nación. Esta carencia, que no sólo afecta a las Relaciones Internacionales, sino que también empobrece al Derecho Internacional Público ha sido señalada, entre otros, por Ch. Chaumont, quien se sorprende de que, aún “no exista una definición de los pueblos que forme parte del bagaje conceptual de las Relaciones Internacionales y del Derecho Internacional público”.

Pero, como el mismo Chaumont señala: “Esta posición negativa parece de poco alcance, ya que la potencia de esta idea-fuerza es tal que su cualificación en el campo político únicamente equivale ampliamente, en eficacia a su inserción en el sistema jurídico”. Este jurista, que ha enlazado reflexivamente con el campo cercano de las Relaciones Internacionales, dice que La nación, como aparato del Estado, tiene una naturaleza ideológica. Entendiendo por esto que cumple la doble función de toda ideología: función interna de unificación, para enmascarar y a veces superar las contradicciones; función externa de simbolización, frente a las colectividades extranjeras.

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