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EL ESTADO Y DERECHO


Enviado por   •  12 de Abril de 2014  •  2.092 Palabras (9 Páginas)  •  186 Visitas

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UNIDAD VI

EL ESTADO Y EL DERECHO

LA EVOLUCIÓN DE LA AUTORIDAD

El término "autoridad" tiene origen romano y era comúnmente concebido como parte de una trilogía que incluía la religión y la tradición. El vocablo autoridad --autoritas-, proviene del verbo augure que significa aumentar (Arendt 1968, p. 121-5). En este primer significado, se considera "que los que están en posición de la autoridad hacen cumplir, confirman o sancionan una línea de acción o de pensamiento" (Sartori, 1989, p. 230).

En el sentido moderno del término, la autoridad se ha definido de varias formas: como atributo de una persona, cargo u oficio que otorga un derecho a dar órdenes; como una relación entre los cargos de superior y subordinado; como una cualidad que hace que una orden se cumpla, y como base de un comportamiento (Peabody, 1975).

Además de la variedad de definiciones, el concepto de autoridad también se puede abordar desde varios niveles. En la amplitud del ámbito sociológico existen varias relaciones que pueden ser consideradas de autoridad: dentro de una organización administrativa, dentro del gobierno o corno autoridad académica (en este último sentido es sinónimo de "preparación" o "competencia").

En el campo estrictamente político, la cuestión de la autoridad ha sido abordada en dos dimensiones: en el terreno abstracto de la filosofía política (Platón, Aristóteles, MacKiver y otros), donde frecuentemente el tratamiento de la autoridad se ha vinculado con la cuestión de la libertad y la soberanía, y en el nivel más concreto de la ciencia política de los siglos XIX y XX, que se ha preocupado por el problema de la distribución y de las diversas modalidades del que adquiere el ejercicio de la autoridad (por ejemplo, tipos de autoridad en Weber).

Tanto en la sociología como en la ciencia política, el tratamiento de la autoridad frecuentemente se vincula con otros conceptos, como los de poder, influencia y liderazgo (Peabody: 1975; otros autores también consideran el concepto de competencia, como Biersted, 1964,). A continuación nos detendremos en la vinculación de cada uno de ellos.

EL ESTADO NACIONAL

Es una sociedad homogeneizada por un proceso de continuidad social y de articulación económica que tiene origen en el Capitalismo dando lugar a las clases sociales.

La homogeneización es la descampesinización. Esto es, el campesino tiene poder de consumo.

La articulación económica es la concurrencia de la sociedad en la producción a través de la industria comercio, finanzas, servicios (articulación hacia delante), agricultura, ganadería, minería (articulación hacia atrás).

Se dice que tiene origen en el Capitalismo porque sólo el capital podría producir la máquina (base de la industria).

Y se dice sociedad continua porque hasta antes del Capitalismo el Estado era estamental, y porque con el Capitalismo el hombre es libre, ya no está atado a la tierra. La sociedad se totaliza en una contextura continua

El Estado nación supone al capitalismo como modo de producción dominante. Desde la perspectiva de la categoría gramsciana de hegemonía, el Estado nacional no se produciría entonces en el nivel económico, sino a partir de la articulación de las contradicciones económicas, de clases y de la ideología[3] .

La identidad nacional es la identificación que realizan entre sí los individuos, independientemente de la clase social a la que pertenezcan, y la conciencia nacional es la representación de esta particular articulación económica, política e ideológica.

Hoy, lo nacional es considerado un valor obsoleto y fuera del contexto de la modernidad. Todo aquello que tenga que ver con esto es mal visto en los países periféricos porque obstaculiza la integración completa y sin cortapisas; se trata de abolir la identidad y la conciencia nacional, donde se encuentran también la memoria y los sentimientos históricos en el imaginario social, que colectivamente nos diferencian de otros; se llega al extremo de la mofa, de la caricatura: es el caso del mote "globalifóbicos" que creó el ex-presidente Zedillo para todos aquellos que se oponen a la destrucción de lo nacional; no sólo exportamos petróleo barato, también ideología barata.

La consecuencia de la destrucción de los los valores nacionales es la ruptura de los lazos de solidaridad, la destrucción del tejido social; generando la identidad de la globalización; una identidad individualista, de aislamiento y socialmente fragmentada [4]. En contraste, en los países desarrollados se exalta lo nacional como valor importante de cohesión social [5].

Estos conceptos son importantes para hacer inteligible el sentido de las recomendaciones (indicaciones) de las agencias de financiamiento internacional para la orientación de las políticas públicas de los Estados nacionales, entre ellas las educativas.

LA SOBERANIA

La soberanía es el derecho que tiene el pueblo a elegir a sus gobernantes, sus leyes y a que le sea respetado su territorio. Según esto, habría que considerar que el derecho se tiene frente a alguien y porque alguien lo concede; en consecuencia, habría que convenir que la soberanía, más que un derecho, es el "poder". Un poder al modo que recoge Jean Bodin en su definición de soberanía.

Según la clásica definición de Jean Bodin, recogida en su obra de 1576 Los seis libros de la República, soberanía es el «poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien tiene el poder de decisión, de dar leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto a leyes escritas, pero sí a la ley divina o natural. Pues, según añade Bodin, «si decimos que tiene poder absoluto quien no está sujeto a las leyes, no se hallará en el mundo príncipe soberano, puesto que todos los príncipes de la tierra están sujetos a las leyes de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos los pueblos».

Esta inicial definición muestra en síntesis la amplitud del concepto de soberanía, que, como tal, viene perdurando a través de los tiempos, aunque no exento de variaciones a lo largo de la historia en su intento de justificar el devenir del sujeto de la soberanía (el Pueblo, la Nación, el Estado, etc.).

Thomas Hobbes suprimió la dependencia de la ley natural que Jean Bodin trazaba en su definición de soberanía y constituyó al soberano en única forma de poder. De este modo, en su tratado más famoso, Leviatán, publicado en

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