EL JUEGO. Actividad primordial del niño

El juego. Actividad primordial del niño

Hasta hace muy poco se creía que jugar era simple entretenimiento, un descanso y en la actualidad se reconoce la enorme y vital importancia del juego para el niño.

Todos los niños son aprendices activos. Adquieren el conocimiento cuando experimentan activamente el mundo que les rodea –eligen, exploran, manipulan, practican, trasforman, experimentan- por lo tanto adecue el medio para que el niño pueda moverse y jugar libremente sin peligros y, a la vez obtenga seguridad en sí mismo y pueda desarrollar su autonomía y capacidades.

El niño juega por una necesidad interna, nadie tiene que enseñarle a jugar, el juego es la manera más natural de utilizar sus capacidades, de manifestar su impulso natural de explorar, descubrir y crear. El juego es indispensable para asegurar el pleno desarrollo del niño pues todas las áreas de su personalidad están involucradas en esta actividad. Por eso los adultos debemos respetar y fomentar dándoles los juguetes adecuados.

Algunas veces puede jugar espontáneamente, pero disfrutará más cuando lo hace contigo: cuando tiras la pelota para que él vaya tras ella o cuando corres detrás de él mientras la persigue.

Cualquier espacio interior de juego que sea para los lactantes necesita estar en o cerca del piso, en donde puedan moverse sin peligro y explorar su ambiente inmediato, ver al adulto a su cargo y atraer su atención. Cuando el espacio para el juego tiene un ambiente cómodo y materiales interesantes, esto atrae la curiosidad de los lactantes y los estimula para interactuar con las personas y los materiales, a través de los sentidos, acciones y movimientos, los lactantes aprenden acerca de su mundo físico y social.

Es importante proporcionarles elementos agradables que le recuerden su casa. Fotografías de la familia: los niños disfrutan ver las fotografías de ellos y sus familiares, las tocan, miran y, si pueden hablar, nombran a las personas que ven.

Existen materiales que estimulan el movimiento: las pelotas y pueden ser de tela, lana, plástico, goma, de tenis, en sí de diferentes tamaños y muy coloridos.

- Vehículos y animales con ruedas

- Espejo es de vital importancia contar con uno en sala

- Muñecos y animales hechos con rellenos suaves y con sonidos.

- Libros de tela y con pasta gruesa, de plástico

- Cajas, recipientes abiertos, canastas de diferentes tamaños

- Bloques ligeros y de plástico.

El juego ofrece al niño la oportunidad de utilizar y descubrir su cuerpo. Al jugar el niño practica habilidades motoras y se pone a prueba a sí mismo. El buen control de su cuerpo hace que el niño se sienta pleno, autónomo y satisfecho. Cuando hace ruido con una sonaja, pasa agua de un recipiente a otro, logra treparse, adquiere la sensación de que actuar es importante, de que él tiene el control sobre todo lo que sucede.

Es de vital importancia ambientar la sala de los niños con elementos de estimulación; que sean de diferentes texturas, sonoros, de diversos colores, formas etc. la decoración y los elementos requieren de estar al nivel del niño y que pueda tocar, manipular y golpear.

DE 4 a 6 meses

La boca del niño comienza a ser su principal herramienta de exploración. El pequeño se lleva todo a la boca y le fascinan los sonidos que éste puede crear. Comienza a socializar y a ser físicamente más activo.

Se sugiere:

Que lo dejes que explore con su boca, un gran camino de aprendizaje en esta etapa. Asegúrate de que los objetos que acerque a ella estén limpios y sean de gran tamaño, puedes darle juguetes para morder de varias formas, texturas y sabores ya que le están brotando sus dientes. A los 5 meses puedes jugar a esconderte de él y volver a aparecer.

De 7 a 9 meses

El niño comienza a arrastrarse o a gatear.

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