EL PRINCIPITO

EL PRINCIPITO

ACTO 1: “El Piloto cuenta su historia”

En el escenario hay un caballete y dos sillas que se utilizarán en el transcurso de la obra…. Hay una luz tenue que permite ver el escenario,… suena la música,… a continuación se baja el volumen de la música y el narrador comienza…

NARRADOR: ¡Erase una vez un Principito que habitaba un diminuto planeta y que necesitaba un amigo!

Esta historia va dirigida a los niños,… y también al niño que todas las personas llevamos dentro, y que debemos buscar para que nunca desaparezca,… permanezcan muy atentos…

Se escucha la música durante unos instantes, y a continuación entra el Piloto y se dirige al público.

PILOTO: Cuando yo tenía seis años, vi en un libro sobre la selva virgen, una magnífica estampa. Representaba a una serpiente boa comiéndose a una fiera.

En el libro se afirmaba: “La serpiente boa se traga a su presa completamente entera sin masticarla. Luego duerme durante los seis meses que dura su digestión”

Reflexioné mucho entonces sobre las aventuras de la jungla, y logré trazar con un lápiz de colores, mi primer dibujo. Mi dibujo número 1, era de esta manera:

Coge el cuaderno del caballete y muestra el dibujo

Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo no les causaba miedo. ¿Por qué habría de darnos miedo un sombrero? - me respondieron –

(con cara de extrañeza afirma) … mi dibujo no representaba un sombrero, representaba una serpiente boa que digiere un elefante.

Dibuje entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender. Mi dibujo número 2, fue así.

Enseña al público el dibujo número 2

Entonces, las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes ya fueran abiertas o cerradas y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática.

Fue así, como a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor, había quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número 2. Las personas mayores son incapaces de comprender nada por sí solas y es muy fastidioso para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

Tuve pues que elegir otro oficio y aprendí a pilotar aviones. He volado un poco por todo el mundo y la geografía en efecto, me ha servido de mucho. A lo largo de mi vida, he tenido multitud de contactos con mucha de gente seria, pero esto no ha mejorado mi opinión sobre las personas adultas. Cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco lucido, lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número 1 e invariablemente me han contestado ¡Es un sombrero!

He vivido así, sólo, sin nadie con quien poder hablar verdaderamente, hasta que hace seis años me sucedió algo muy extraordinario…

Se apagan las luces, se escucha la música, y el narrador dice:

NARRADOR: Verdaderamente algo muy extraordinario iba a suceder en la vida de nuestro amigo piloto,… una noche mientras sobrevolaba el desierto del Sáhara, sufrió una avería en su avioneta. Algo se había estropeado en el motor. Estaba sólo en medio del desierto intentando arreglar su aeronave,… la noche llegó y tuvo que dormir sobre la arena a mil millas de distancia de todo lugar habitado. Pero a la mañana siguiente iba a tener un inesperado encuentro con un personaje muy especial, …

ACTO 2: “El principito y su cordero”

Mientras, el piloto sale al escenario (todavía con las luces apagadas), se quita el caballete y se coloca la avioneta,… El piloto se acuesta junto a la avioneta,… se encienden las luces, ,… a continuación entra en escena el PRINCIPITO y se coloca junto al PILOTO.

PRINCIPITO: ¡Por favor, píntame un cordero!

El piloto se incorpora sorprendido,… incorporándose de un salto…

PILOTO: ¿Cómo?

PRINCIPITO: ¡Píntame un cordero!

El PILOTO se frota los ojos,… ya que todavía no puede dar crédito a lo que ve,… y casi sin poder articular palabra dice:

PILOTO: ¿Pero,… qué haces tú por aquí? !! … ¿De dónde has venido??...

PRINCIPITO: ¡Por favor, píntame un cordero!

PILOTO: (Coge un bloc de dibujo y un lápiz _que estarán en el suelo junto a la avioneta_ y se dispone a pintar un cordero) … Lo intentaré,… pero no dibujo muy bien …

PRINCIPITO: ¡No importa! ¡Píntame un cordero!

El Piloto como nunca había dibujado un cordero, rehízo uno de los dos únicos dibujos, que era capaz de realizar, el de la serpiente boa cerrada, se lo enseña al Principito, y queda estupefacto cuando le oye decir…

PRINCIPITO: ¡No, yo no quiero un elefante en una serpiente! La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio, en mi tierra es todo muy pequeño. ¡Necesito un cordero! ¡Píntame un cordero!

Entonces el Piloto dibuja un cordero, y se lo enseña al Principito …

PRINCIPITO: ¡No, este está muy enfermo, haz otro!

El Piloto vuelve a dibujar, y el Principito mientras tanto sonríe dulcemente, como con indulgencia.

PRINCIPITO: ¿Ves? Este no es un cordero, es un carnero porque tiene cuernos.

El piloto hizo otro dibujo en su cuaderno,…

PRINCIPITO: ¡Este está ya muy viejo, quiero un cordero que viva muchos años!

El Piloto estaba desesperado y ansioso por desmontar el motor, garrapateó un nuevo dibujo y se lo enseñó:

PILOTO: ¡Mira!,… el cordero que quieres está dentro de esta caja.

Y para sorpresa del Piloto, el rostro de su joven juez se iluminó…

PRINCIPITO: (Con gran alegría)… ¡Así es como yo lo quería ¡ ¿Crees que este cordero necesitará mucha hierba?

PILOTO: ¿Por qué?

PRINCIPITO: ¡Porque en mi tierra todo es muy pequeño! … ¡Ssssshi! Hay que hablar bajito, el cordero está dormido.

(Señalando hacia la avioneta pregunta) ¿Qué cosa es esa?

PILOTO: ¡Eso no es una cosa. Es mi avión!

PRINCIPITO: ¿Cómo,… has caído del cielo?

PILOTO: ¡Sí!

PRINCIPITO: ¡Tú también vienes del cielo! ¿De qué planeta?

PILOTO: ¿Tú vienes pues de otro planeta?

(El Principito no respondió,… inclinó suavemente su cabeza mirando hacia la avioneta)…

PILOTO: ¿De dónde vienes muchachito, a dónde quieres llevarte mi cordero?

PRINCIPITO: (Distraído mirando su dibujo dice): Lo bueno de la caja que me diste es que por las noches le servirá de casa…

PILOTO: ¡Seguro, y si eres bueno te regalaré también una cuerda y un poste para atarlo durante el día!

PRINCIPITO: ¿Atarlo? Que idea más tonta…

PILOTO: Si no lo atas se ira donde quiera y se perderá.

PRINCIPITO: ¿Y a dónde quieres que vaya?

PILOTO: ¡No sé, a cualquier parte!

PRINCIPITO: ¡No importa, a cualquier parte no puede ir muy lejos!

PILOTO: (Se coloca junto a la avioneta y hace gestos imitando que intenta repararla),… No tengo tiempo que perder,… tengo que arreglar el motor…

Se escucha la música durante unos segundos, los actores quedan en el escenario, (continúan gesticulando,… el Piloto hace gestos arreglando la avioneta y el Principito hace gestos mirando el cuaderno donde está dibujada la caja “de su cordero”…finalmente se apagan las luces,… LOS ACTORES NO SALEN DE ESCENA,… SE QUEDAN QUIETOS MIENTRAS EL NARRADOR CONTINUA CON EL RELATO…

NARRADOR:

Al piloto le costó mucho tiempo comprender de dónde venía el Principito, ya que él hacia muchas preguntas, pero jamás parecía oír lo que el Piloto preguntaba. Fueron palabras pronunciadas al azar, las que poco a poco revelaron todo.

Tenía bastantes indicios para creer que el planeta del cual venía el Principito era el asteroide B612, el cual apenas era más grande que una casa, y había sido visto sólo una vez con telescopio, por un astrónomo turco en 1909.

Si contamos todos estos detalles del Planeta, incluso el número de asteroide, es por consideración a las personas mayores, a quienes les encantan las cifras sobre todas las cosas.

Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. ¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere?- pero en cambio preguntarán: ¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos son? ¿Cuánto gana su padre?

Si le decimos a una persona mayor: ¡He visto una casa preciosa, con geranios en las ventanas y palomas en los tejados! - jamás llegará a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles - ¡He visto una casa que vale 200.000 euros.

Entonces exclamará entusiasmado: ¡Oh, que preciosa es!

Pero el Piloto era una de esas personas que sabe comprender la vida, y poco le importaban los números, intentaba escuchar a su joven amigo, y contestar muchas de las preguntas que éste le formulaba,.. aunque a veces llegó a pensar que él también se parecía a las personas mayores, porque casi todo el tiempo estaba preocupado por su avioneta, ya que tenía agua tan solo para unos pocos días … y no prestaba mucha atención a las inquietudes del Principito…

Se encienden de nuevo las luces, (los actores continúan en escena (el Piloto agachado reparando la avioneta y el Principito

...