EL PROBLEMA AL REVÉS.

EL PROBLEMA AL REVÉS.

El texto nos hace reflexionar sobre: ¿Cómo favorecer la formación de profesores reflexivos en su práctica docente?, al ser éste uno de los propósitos del Eje Metodológico, así como de la licenciatura. Estos planteamientos son importantes para apoyar los saberes del profesor, conocimiento profesional, arte profesional u oficio profesional y que lo diferencia del saber cotidiano y del saber científico, entre otros saberes.

Resulta sorprendente que persista la inquietud acerca del conocimiento profesional, aunque algunos prácticos lo hagan muy bien en aquellas zonas indeterminadas cuya importancia estamos aprendiendo a reconocer. Pocos críticos de la práctica profesional negarían estas cosas, pero solo algunos las tomarían como una fuente de indagación en las crisis del conocimiento y la preparación profesional. La dificultad no reside en que los críticos sean incapaces de reconocer algunas actuaciones profesionales como superiores a otras, sino en que no pueden asimilar aquellos que se escapan de lo que ellos admiten como modelos dominantes del conocimiento profesional. La cuestión de la relación entre la competencia en la práctica y el conocimiento profesional precisa ser planteada al revés, no deberíamos empezar por preguntarnos cómo hacer un mejor uso del conocimiento científico sino qué podemos aprender a partir de un detenido examen de la competencia. El arte es una forma de ejercicio de la inteligencia un tipo de saber, en el terreno de la práctica profesional, la ciencia aplicada y las técnicas basadas en la investigación ocupan un artes de definición del problema, un arte de su puesta en práctica y un arte de improvisación. En algunos campos, la cuestión del arte profesional se ha desarrollado en el contexto de la formación continua. Los formadores se plantean cómo se puede ayudar a los profesionales ya maduros a construir sus propios repertorios de competencias y habilidades sobre la base de la continuidad. El arte de aquellos prácticos y al explicar las maneras a través de las que adquieren este arte, nos topamos con necesariamente con ciertas tradiciones anómalas de la preparación para la práctica. Los estudiantes adquieren un arte que se sale fuera de los modelos, desde este punto de vista, ampliamente compartido el aprendizaje de la aplicación de la teoría científica. El conocimiento profesional, en el sentido de los contenidos proporcionales de la ciencia aplicada y el saber implican aprender haciendo. Los estudiantes aprenden mediante la práctica de hace o ejecutar aquello en lo que buscan convertirse en expertos, y se les ayuda a hacerlo así por medio de otros prácticos mas eternos. El alumno tiene que ver por sí mismo y a su propia manera las relaciones entre los medios y los metros empleados y los resultados conseguidos. Cuando el talento escasea, si existe talento en abundancia resulta mejor mantenerse fuera del propio comino seguido por el alumno, los estudiantes dotados de talento pueden aprender por algún tipo de contagio, a través de la observación de sus maestros. Al menos en parte la libertad de aprendes haciendo en un contexto de riesgo relativamente bajo, con posibilidades de acceso a tutores que inician a los estudiantes en las tradiciones de la profesión, forma correcta de decir a ver por sí mismos y a su manera aquellos que deberíamos estudiar la experiencia del aprendizaje y el arte de una buena acción tutorial.

LA ENSEÑANZA DEL ARTE A TRAVÉS DE LA REFLEXIÓN EN LA ACCIÓN.

El arte es una variante esotérica que todos nosotros manifestamos a diario en un sinfín de actos de reconocimiento, enjuiciamiento y ejecución practica de nuestras habilidades, lo que sabemos cómo hacer o incluso para albergar conscientemente en nuestra mente el conocimiento que revelan nuestras acciones. Gilbert Ryle, observó que “Inteligente” no puede definirse en términos de intelectual, ni “Saber”

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