“ELLOS LE HAN VENCIDO POR LA CONFESIÓN DE LA SANGRE DEL CORDERO”.
stephanyzcApuntes10 de Septiembre de 2016
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TALLER DE CÉLULA
Nombre: Stephany Zamudio Castellanos
Pastores: Manuela Castellanos y Rich
“ELLOS LE HAN VENCIDO POR LA CONFESIÓN DE LA SANGRE DEL CORDERO”.
- CAPÍTULO 3 VICTORIA SOBRE LA SANGRE
- CAPÍTULO 4 LA SANGRE EN LA GUERRA ESPIRITUAL
- CAPÍTULO 5 VÍSTETE DE ALABANZA
Estamos viviendo una guerra en el mundo espiritual, donde a cada momento nos enfrentamos a demonios o criaturas malignas que tienen como objetivo alejarnos del camino del Señor. Por consiguiente, sabemos contra quien luchamos; como creyentes debemos entender que nos enfrentamos a fuerzas demoniacas como: dragones que infunde temor, serpientes que son sutiles y sagaces, satanás el que resiste y diablo el calumniado.
Sin embargo, no aparecen visiblemente con cachos, tridente y alas de murciélago, sino al contrario; su aspecto puede considerarse “bueno, agradable y perfecto” y en consecuencia de esto, las personas pueden errar y cometer pecados tales como: adulterio, fornicación, mentira, gula, envidia, etc. Con el propósito de transformarnos en espíritus de Predominio.
A consecuencia, cuando un creyente vive bajo una potestad de queja, amargura, aflicción, dolor, las puertas del palacio real permanecen cerradas, no llegan a la presencia de Dios.
Por lo tanto, es importante detectar algunas de las formas como puede operar el adversario, para que no le tome por sorpresa ya sea por predominio y/o astucia. Como actividad clave que nos estimula el libro a realizar, para no recaer en el pecado, Dios nos invita a vestir de la armadura de Dios para vivir en victoria contra el adversario a través de: la sangre de Jesús, el cordero de Dios y la confesión.
Para hacer guerra espiritual, el Señor nos pide es aplicar la sangre de Jesús, para mover la esfera espiritual a nuestro favor. Sin embargo, no es suficiente creerlo y pensarlo, es necesario confesarlo. Es importante entender, si nos hacemos llamar cristianos, es bueno peguntarse con voz alta y sincera ¿Qué hizo la sangre de Jesús por nosotros?
En mi opinión, con 23 años; Jesús ha hecho milagros en mi vida en diferentes áreas: familiar, sentimental, secular, ministerial, salud, etc. Pero, es bueno entender el contexto tan profundo que tiene la cuestión de ¿Qué hizo la sangre de Jesús por nosotros? En la cual Dios nos ofrece como regalo las 5 confesiones para obtener victoria sobre el enemigo.
Además, estas 5 confesiones, se han trabajado en el MCI constantemente desde las clases de Capacitación Destino, hasta las charlas de los sábados en la noche con los distintos pastores, nos inculcan la importancia de interpretar el nuevo comienzo y lo real que fue la muerte de Jesús en la vida del cristiano.
1. Por la sangre de Jesús he sido redimido del poder del enemigo: la palabra redimir significa rescatar. Jesús cuando murió en la cruz del calvario, libro nuestras vidas del pecado. Por lo tanto, al entender el poder de su sangre, lo confesamos y proclamamos a voz: Satanás no tiene poder sobre mi vida, porque he sido trasladado al Reino de Jesucristo, Él sabe que no puede retenernos, porque el precio ya fue pagado y debe dejarnos libres.
2. por la sangre de Jesús todos mis pecados han sido perdonados: el diablo nos hace creer que todos nuestros pecados no fueron perdonados, para mantener el control de nuestra vida, pero no es así.
3. si ando en la luz, como él está en la luz, tengo comunión y la sangre de Jesucristo, el hijo de Dios, me limpia de todo pecado. Me limpia ahora y continuamente; la sangre mantiene un proceso de purificación y santificación en nosotros, que impide que la manche del pecado toque nuestro corazón. Pero, ¿qué es andar en luz? Significa obedecer su palabra, es estar en comunión con mis hermanos.
4. Por la sangre de Jesús soy justificado, Dios nos ve tan justos como si nunca hubiéramos pecado. La cause de este suceso, fue que hubo un intercambio, Dios tomo a su hijo, que no conocía del pecado y lo entrego para recibir el castigo que nosotros nos merecíamos; es decir, todo lo malo que éramos nosotros, lo tomo Jesús, para que nosotros tuviéramos todo lo bueno de él, por eso la palabra dice “sin mancha, ni pecado”
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