Educacion a Distancia

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA[pic 1]

RECTORADO

DIRECCION DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO

MAESTRIA EN ADMINISTRACION DE NEGOCIOS

CENTRO LOCAL GUARICO

LA EDUCACION A DISTANCIA

CURSO DE INICIACION

Autor: Manuel J. Rodríguez G.

Mayo de 2020

La educación como actividad formadora y enriquecedora de experiencias esta en ocasiones definida por metodologías y técnicas que suponen al sujeto en formación, un contacto escaso o nulo con realidades de su entorno necesarias para la correcta asimilación de conocimientos y saberes, que  le propicien un mejor entendimiento y una mayor comprensión de lo que quiere o debe aprender. Muchas veces estas condiciones se fundamentan en la escasa visión del ente formador en la adecuación de los programas o contenidos a la dinámica actual del estudiante mismo y a sus capacidades, aunado a las tendencias sociales, tecnológicas o de otra índole que tarde o temprano terminaran alcanzándolo en la realidad contemporánea. Este tipo de situaciones son más comunes en la educación formal y conductista que caracteriza a la mayoría de los centros de formación en casi todos los niveles educativos, de allí la pertinencia de identificar los puntos débiles y encontrar los mecanismos que permitan subsanar tales condiciones, para hacer de la actividad educativa una experiencia con la que el que aprende se sienta cómodo, emocionado, interesado y motivado a desarrollar, porque  se identifica con su realidad, con su entorno, con su necesidad de adquirir un conocimiento que le permitirá resolver las situaciones a su alrededor.

Una vez que se es consciente de la importancia de nuestra formación, se lo es también de las debilidades antes expuestas -en ocasiones sin darnos cuenta-, ahí  en ese escenario, esa persona ávida de conocimiento comienza un proceso de búsqueda de alternativas que puedan sortear esos obstáculos y le permitan llevar a cabo su misión de aprender, de mejorar sus habilidades, su comprensión del mundo que lo rodea, y en el proceso de evaluación encuentra en la educación a distancia una extraordinaria manera de lograr sus objetivos, en un entorno apropiado a las condiciones intrínsecas de su realidad.

 La educación a distancia se erige sobre una importante premisa de equidad, dado que promueve la adquisición de conocimientos rompiendo la barrera de la desigualdad de oportunidades, es una singular alternativa que pone en las manos del educando, la responsabilidad y compromiso de aprender. Es así como a mediados del Siglo XX, conocido también como el “Siglo de la Vanguardizacion”, se comienza a definir y teorizar a la educación a distancia desde un enfoque llamado “estudio independiente” por el profesor Charles Wedemeyer, en ella, el rol más importante lo tiene el sujeto en formación, independiente y responsable del autocontrol de su aprendizaje. Posteriormente, M. Moore, quien comparte los postulados de Wedemeyer, enriquece los mismos sobre la base de la autonomía del aprendizaje, incorporándolos en su “Teoría de la distancia transaccional y la autonomía del educando”, reconociendo las diferencias individuales que dan lugar a ritmos y dosis de estudios específicos para cada sujeto.

        Además de estos preceptos basados en la independencia del educando, se da a inicios de la década de los años setenta una teoría basada en la industrialización, cuyo principal exponente es Otto Peters (1973). Peters afirma que la educación a distancia es un proceso muy similar al de la industria, y reviste especial atención en aquellos centrados en la productividad, la división del trabajo y la producción masiva. En la productividad se refiere al papel que tiene el empleo de técnicas y métodos organizacionales que eleven la calidad de lo producido, el uso de equipos técnicos que coadyuven a la prosecución y logro de los objetivos, las etapas de producción del material educativo, entre otros. Estas tareas requieren el esfuerzo y dedicación de personas y en algunos casos grupos de personas que se dediquen al diseño, producción, supervisión, adecuación, etc., de los recursos que se utilizaran para llevar a cabo la actividad formadora, es por ello que la división del trabajo es clave en la dinámica de producción educativa como un símil industrial en el que coordinadores de programas educativos, tutores, estudiantes, diseñadores gráficos, y cualquier otro miembro del equipo involucrado tengan roles bien definidos que les permitan llevar a cabo sus actividades sin menoscabo de la calidad del mismo por exceso de responsabilidades o tareas. Su teoría reviste particular importancia a la producción en masa de los contenidos y programas de formación, y es que al presentar una oferta que rompe muchas barreras espacio-temporales de un gran número de personas en función de sus necesidades, la educación a distancia requiere que la elaboración de los productos educativos se realice de forma que pueda abarcar diversos tópicos, temas, contenidos y materiales que satisfagan la alta demanda que se correspondería con esta modalidad de formación.

        B. Holmberg, Baath y Sewart desarrollan un enfoque de la educación a distancia en virtud del proceso interactivo y comunicativo entre los involucrados. Holmberg fundamenta su tesis conocida como “conversación didáctica guiada”, en la necesidad de que el proceso de formación sea llevado a cabo por una comunicación orientada hacia el aprendizaje, en la interacción docente-alumno. Hace particular énfasis en la simulación que se da de dicho proceso comunicativo, en la interacción existente entre el sujeto en formación y los materiales y recursos didácticos a los cuales está expuesto y además a una comunicación oral y/o escrita con su tutor. A través de este paradigma, es que realmente se establece la necesidad de interacción que debe existir entre quien aprende y quien enseña, como proceso psicosocial intrínseco al factor humano en el que se propicia la motivación en la adquisición y comprensión de nuevos conocimientos. De esta manera, establece a finales de la década de los años setenta y principio de los años ochenta, los aspectos principales que deben contener los recursos didácticos con el fin de promover situaciones de aprendizaje similares a un escenario real de comunicación e interacción.

Estos 3 grupos constituyen los paradigmas sobre las cuales se fundamenta la educación a distancia según recoge Keegan en su obra “Seis Teóricos de la Educación a Distancia”, publicado en 1983, aunque en los primeros años más que un sustento teórico, la educación a distancia poseía características propias de soluciones a problemas que requerían de su uso, prevaleciendo la aplicación practica sobre la fundamentación teórica.

En estos casos llevados a cabo alrededor del mundo por diferentes instituciones educativas y de formación a distancia, prevalecen aspectos comunes entre los que según D. Keegan en su obra “Fundamentos de la educación a distancia” (1996), pueden señalarse:

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