Ejemplo Ensayo Laboral

¿Por qué me gustaría trabajar? Siendo este verano las últimas vacaciones como estudiante universitaria, sería una enriquecedora experiencia laborar para una tienda de diseñadora porque no es solo el hecho de vender sino poder adquirir más conocimiento de la moda y quien más que en un lugar bien representado en dicho tema.

Cualidades que se acoplan al trabajo son la flexibilidad de tiempo, me intereso y dedico el tiempo para saber que le gusta a la persona es decir la preferencia en colores y texturas, personalidad, colores de acorde al tono de piel y cabello. Puedo identificar cuando la persona rechaza o se desinteresa a ciertas propuestas o demostraciones, soy capaz de expresarme verbalmente y capacidad de persuasión. Vincularse con el cliente es un punto primordial, me refiero a crear relaciones cliente-vendedor con el fin de que el cliente se sienta cómodo, confiado y poder visitar el negocio cada vez que necesite de ropa, accesorios, asesoraría, etc. Honestidad y puntualidad. Y por último, soy capaz de controlarme emocionalmente cuando las personas gritan o reclaman de manera grosera o pesada.

Mi experiencia personal ha sido la asesoría de Johanna Castillo, cursos de etiqueta, y lectura constante de revistas de moda reconocidas por dicho ámbito como ser Vogue, Elle, Cosmopolitan, Marie Claire, entre otras. Y seguimiento de los iconos de la modelo como ser Roberto Cavalli, Vera Wang, Giorgio Armani, Yves Saint Laurent, Burberry y entre otras.

Como beneficio a obtener en la empresa no es solo una experiencia laboral en un ambiente donde el tema es algo importante en la vida de una mujer, sino el aprendizaje y la oportunidad de experimentar la moda más de cerca.

Personalmente considero la moda como un arte, no solo es las tendencias en ropa sino comportamientos, habitos, estilos de vida, y costumbres, y lo sustento con lo que una vez leí de un pensador francés que hablaba de que ya no se trata de superar el ideal de belleza –punto de contacto posible con el arte– sino de establecer que lo estético constituye un límite en sí mismo, donde el mensaje se vuelve sobre el sujeto en un juego de espejos que construye una representación de sí mismo, psicológica, social y comunicativa, para consumo personal. Asoma, pues, una «estética de la identidad» en la que "el hablante del lenguaje de la moda es un creador de información nueva,inesperada para el público e incomprensible para éste" (Lotman, 1999, p. 56).

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