El Arte De La Guerra

El arte de la guerra

Sun Tzu

Las culturas tanto orientales como occidentales se destacan por la constante disciplina y perseverancia para así lograr sus metas.

El Arte de la Guerra es un libro que a pesar de tener varios siglos de antigüedad, aun hoy sus principios se siguen aplicando en cualquier ámbito.

Aunque lo parezca, este libro escrito por un general de guerra, el chino Sun Tzu, quien vivió alrededor del siglo V a.C. no se refiere únicamente a practicas de guerra y/o en estrategias militares, en si es solo una paradoja, ya que la guerra asemeja cualquier situación difícil de controlar, el cual se esta apoderando de nuestra voluntad ya sea este un conflicto, un problema, etc; y que se puede aplicar a la vida, tanto individual como familiar, empresarial, deportes, etc. En fin todo movimiento que manipule nuestra existencia.

Constantemente estamos en guerra sin saberlo, pues la misma vida es un reto, el cual en ocasiones nos pone duras pruebas, para las cuales es necesario analizar detalladamente el problema antes de dar el siguiente paso y mejor aun, salir triunfantes, es el camino hacia la supervivencia o la perdida del imperio. Esto es imprescindible, pues ello nos forja, nos madura y nos hace ver la vida en total magnitud, tal como es.

Esa es la esencia del Arte de la Guerra, saber analizar cada situación que se nos vaya presentando en la vida, claro que dicha situación debe de ser de enorme magnitud hacia nosotros, o sea debe presentarnos la oportunidad u ofrecernos un cambio radical en nuestro mundo. Nadie más que nosotros mismos, que somos dueños de nuestro cuerpo y tiempo sabremos cuando esa situación se presente. Debemos de ser muy meticulosos en cada punto y en cada toma de decisiones, analizar la situación y las condiciones del enemigo ya que con una evaluación cuidadosa existe la posibilidad de triunfar en esta guerra.

Una ves tomada la decisión de llevar a cabo el desafío debemos de siempre estar alerta, movernos con nuestras expectativas no debemos quedarnos quietos, mucho menos si las estrategia tomadas indican que el triunfo esta cerca, no debemos de confiarnos.

Cuando el enemigo sea superior a nosotros, la mejor estrategia es retirarse, pues si no estamos seguros de poder vencer no debemos arriesgar lo ya ganado, nunca se debe atacar por cólera y con prisas, se debe tomar el tiempo para planificar y coordinar un plan, la prudencia es una excelente estrategia, lo mejor es retirarse y analizar el siguiente paso.

Los guerreros superiores atacan mientras los enemigos están proyectando sus planes, los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar.

No existe nada peor que un guerrero que ignore los hechos y ordene a su tropa avanzar sin estar seguros del triunfo, esto confunde a los soldados y es ahí donde empiezan los problemas y esto puede llevar al ejercito a perder la batalla.

Solo triunfan quienes verdaderamente saben cuando se debe avanzar y cuando retroceder, esto no es cobardía es conocimiento de los hechos. Para logar todo esto es necesario autoevaluarnos, el conocimiento personal es la clave para saber donde estamos débiles, que áreas debemos de reforzar, si realmente deseamos ser verdaderos guerreros, la invencibilidad esta en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario.

En este libro el autor se refiere a la organización. Una vez analizado el enemigo, debemos de preparar el terrenos de ataque, pero condicionando y adaptando las estrategias. Estas estrategias deben tener ya medidas las fuerzas de la opocisión. Se debe de provocar al enemigo, tentándolo a que el ataque en nuestros terrenos, así él será más vulnerable y las posibilidades de la victoria a nuestro favor serán mayores.

Que el efecto de las fuerzas sea como el de las piedras arrojadas sobre huevos, es una cuestión de lleno y vacío. Una vez desorientado es fácil atacarlo y derrotarlo, ya que el desorden provoca incertidumbre, y este es un punto vulnerable que se debe aprovechar al máximo.

El orden y el desorden también es cuestión de organización, saber manejar la astucia, haciendo creer al enemigo que van en dirección correcta, hacerlos pensar que la victoria los espera, cambiando, ordenando y desordenando, pero con la organización que solo los guerreros con excelente percepción pueden hacerlo.

La estrategia de ataque no solo debe manifestarse con el ataque sorpresa en el debe existir lo ordinario y lo extraordinario, lo común y lo inesperado, cansar al

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