El Caso La Polar

LA POLAR: ¿ÍNTIMA RELACIÓN CON CONSUMIDORES O FRAUDE?

Uno de los grandes mercados en la actualidad son los retail, que corresponden a aquellas empresas que se especializan en comercializar masivamente productos o servicios a grandes cantidades de clientes. Un claro ejemplo de ello es la empresa “La Polar”.

La Polar es un retail que en el último año ha tenido un gigantesco crecimiento llegando a valer US$1.800 millones, una de las 40 del Ipsa, y única sin controlador, con propiedad diluida, donde las AFP tienen 24% y las corredoras para sus clientes el 34% . Según la visión del expresidente Pablo Alcalde lo que se pretendía era llegar a ser la gran tienda por departamentos familiar en Chile y una próxima proyección internacional. Para él las estrategias principales correspondían al conocimiento profundo y minucioso de los consumidores en diversos ámbitos, así como también la diferenciación de la clientela para brindarles a cada segmento una propuesta acorde sus intereses, y finalmente el hecho de inserción de marcas propias con el uso de publicidad mediante grandes figuras de la actualidad, que fueran capaces de competir con las marcas tradicionales. Por lo tanto el punto primordial para la dirección de esta empresa radica en la confianza que se le brinda al cliente, lo que los lleva a consumir los diversos productos ofrecidos .

A pesar de las estadísticas y proyecciones antes mencionadas, se detecto en la última semana un riesgo de no pago por créditos a sus clientes que podría superar los US$ 400 millones, debido que con el objeto de lograr resultados positivos, los ejecutivos de esta empresa comenzaron a dar créditos indiscriminadamente a personas que no acreditaban rentas y por ende no representaban una seguridad en el pago de créditos otorgados. El problema fue que La Polar renegoció de manera unilateral muchos créditos morosos, lo que abultó artificialmente su cartera vigente y dio una apariencia de sanidad a sus cifras. La difusión del descubrimiento desplomó en 42% el precio de la acción .

Algunas de las razones de esta grave caída se explican por el hecho de no poseer un dueño como tal, es decir un controlador que vele por el correcto funcionamiento de la empresa, y no una serie de accionistas que no le dan la real atención que necesita.

Las principales consecuencias de la caída de La Polar son de diversa naturaleza, por un lado surge desconfianza respecto a los sistemas de control que debieron haber impedido una situación como ésta. Los órganos internos de control de la empresa, los auditores externos, las empresas clasificadoras de riesgo, y el directorio de la empresa fallaron rotundamente en cumplir su labor . Así como también la pérdida de confianza hacia la empresa lo que generará una continua disminución de las utilidades que se estaban obteniendo.

Según las declaraciones del ministro de hacienda, por el

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