El Exorcismo
jormanbrian8 de Octubre de 2013
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EXORCISMO
I. Introducción
La iglesia católica afirma sobre el exorcismo:
'Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (Mc 1,25ss), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (Cf. Mc 3,15; 6,7.13; 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia.
II. Definición
Práctica que consiste en expulsar los "demonios" o "espíritus malignos" de las personas o lugares que están poseídos por ellos o corren el peligro de estarlo. El exorcismo lo ejecuta por lo general una persona dotada de una autoridad religiosa especial, como el sacerdote o el chamán.
Esta práctica era común en las sociedades antiguas y tenía su origen en la magia. En la antigua Babilonia (hoy Irak), los sacerdotes rompían una imagen de arcilla o de cera que simbolizaba al diablo, con el fin de destruir al demonio real. Los griegos y los egipcios realizaban ritos similares. Muchas religiones siguen hoy practicando el exorcismo en todo el mundo.
En la Biblia encontramos diversas referencias al demonio y el exorcismo. El Nuevo Testamento relata cómo Jesús expulsaba a los espíritus malignos a través de la oración y de su autoridad. Los sacerdotes de la Iglesia Católica necesitan un permiso especial para practicar el exorcismo.
La expulsión de espíritus malignos o problemáticos, fantasmas, demonios u otras identidades no físicas. Los ritos de exorcismo existen en todo el mundo y su uso es común en aquellas sociedades donde se cree que los espíritus interfieren frecuentemente en los asuntos terrenales ocasionando enfermedad, mala suerte y desastres. Los exorcismos son realizados por individuos apropiadamente entrenados, generalmente un dignatario religioso o un adepto del ocultismo o la magia.
Algunos psiquiatras y psicólogos occidentales realizan una especie de exorcismo en el tratamiento de pacientes que manifiestan estar poseídos por seres extraños y personalidades ajenas. La palabra "exorcismo" se deriva del griego exousia, que significa "juramento”, y se refiere a "poner al espíritu o demonio bajo juramento" o invocar una autoridad más alta para obligar a la entidad a actuar de manera contraria a sus deseos.
Los ritos varían desde simples invitaciones a retirarse hasta ceremonias elaboradas, algunas de las cuales incluyen bailes y trance donde se le pide a los dioses que ayuden a expulsar al ente ofensivo. Dichas ceremonias incluyen la oración, la producción de malos olores, quemar incienso, pronunciar vituperios y el uso de sustancias sagradas como hierbas, agua bendita o sal.
El cristianismo asocia el exorcismo con la posesión demoníaca que se cree es causada por Satán y es considerado como una batalla por el alma de la víctima. Sólo los católicos romanos ofrecen un rito formal de exorcismo, el Rituale Romanum, que data de 1614. Antes de que el rito pueda llevarse a cabo, deben manifestarse ciertos síntomas como la levitación, la manifestación de una fuerza sobrehumana, la clarividencia, el perjuro de palabras o frases religiosas o "hablar en lenguas". El rito se caracteriza por la violencia: la víctima sufre dolores, contorsiones extraordinarias, desagradables ruidos corporales, diarrea, escupitajos, vómitos y pronuncia malas palabras. La temperatura del cuarto puede variar alternadamente de fría a caliente y los objetos pueden volar en derredor.
Algunos protestantes también realizan exorcismos. Los pentecostales y otros carismáticos practican el "ministerio de la entrega", en el cual las personas dotadas arrojan demonios y curan mediante la imposición de las manos.
En el judaísmo, la literatura rabínica del siglo I se refiere a rituales de exorcismo. Quizás el rito más conocido concierne al dybbuk, un espíritu maligno o alma errante que toma posesión del alma de la víctima y le causa enfermedades mentales y un cambio de la personalidad. El dybbuk es expulsado a través del dedo meñique del pie de la víctima y puede ser redimido o bien enviado al infierno.
En el hinduismo, budismo, islamismo, shintoísmo y muchas otras religiones, se culpa constantemente a los espíritus y fantasmas por toda suerte de males y se les arroja fuera de lugares y personas. La mayoría de tales aflicciones no son consideradas batallas campales por las almas. Las técnicas usuales de exorcismo hindú, por ejemplo, incluyen soplar humo de estiércol de vaca, apretar una piedra de sal entre los dedos, quemar estiércol de cerdos, golpear a la víctima o jalarle del cabello, usar monedas de cobre como ofrenda, recitar oraciones o mantras y ofrecer regalos de dulces u otros presentes.
En algunas tradiciones shamánicas se cree que los demonios o espíritus causan enfermedades y desgracias robándose las almas. El shamán entra entonces en un trance extático para buscar y recuperar el alma y expulsar al demonio.
III. El Exorcismo Católico
El ritual de exorcismo católico incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, en este caso un demonio como crucifijos agua bendita, reliquias entre otros. El exorcismo en la teología católica halla su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28) a un joven (Mc. 9,21) mencionando por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17).
Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios. En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología. 23) o Minucio Félix (Octavio 27).
El primer libro con fórmulas de exorcismo es el StatuaEcclesiæLatinæ a fines del año 500, surge así una literatura exorcista con libros como el MalleusMaleficarum de 1494 el FlagellumDæmonum de 1606 (V. Polidorus), ManualeExorcistarum 1720.
Los principales criterios para el correcto discernimiento de posesión diabólica según el nuevo ritual habiendo sido descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen considerarse signos de posesión diabólica:
La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas de lo normal.
III.a. Los exorcismos pueden ser Simples o Solemnes:
El exorcismo simple se reza en el rito del bautismo. El exorcismo solemne es un sacramental que sólo puede ser válidamente celebrado por un sacerdote con el permiso del Ordinario (obispo) del lugar. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no necesita un permiso particular para cada caso.
Solo el exorcista con la debida licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en el que se deben descartar causas naturales.
Según el Padre Amorth, exorcista de Roma, el poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes conserva toda validez. Es un poder general basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo, en este caso, se trata de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismos. Sólo al sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde el nombre de exorcista. "Habla un Exorcista", Planeta + Testimonio, pág. 43-44.
En algunas diócesis hay laicos que han sido preparados para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la dirección de un sacerdote. La liberación es oración para liberar de la opresión del demonio pero sin utilizar el rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este ministerio sin autorización de la Iglesia.
III.b. Jesús vino a liberarnos del poder de Satanás y darnos la asasgracia de ser hijos de Dios.
Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento. Mateo 17,18
Jesús impartió su poder liberador a sus discípulos para que ellos y sus sucesores continuaran la misión de liberación y exorcismo en su nombre. Por lo tanto el protagonista en el exorcismo es Dios a través de su ministro y no el demonio.
El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño» Lucas 10,18-19
El exorcista ante todo busca llevar la persona atribulada a un encuentro con Jesús. Para ello es necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia: la confesión,
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