El Hombre En Busca De Sentido

El hombre en busca de sentido

El libro relata la historia de un hombre llamado Viktor Frankl acerca de sus experiencias dentro de un campo de concentración nazi durante la segunda guerra mundial, uno de los pocos sobrevivientes.

Comienza describiendo como fue capturado y privado de su libertad y apartado de su familia. Lo someten a trabajos forzados y sádicos durante más de cuatro años.

Una vez dentro del campo de concentración se dividen a los prisioneros, principalmente a los enfermos e incapaces de trabajar los llevaban directamente a la cámara de gas y a aquellos que eran capaces de trabajar los dejaban para realizar aquellos trabajos forzados y sádicos en el centro de concentración. Existían aquellos prisioneros que ayudaban a los guardias que disfrutaban de maltratar a los prisioneros y que eran incluso más crueles que los propios guardias del campo de concentración.

Todos los prisioneros son transportados en tren, algunos con la esperanza de volver a su casa sin embargo los llevaban a los campos de concentración donde los dividían en hombres y mujeres y seleccionaban a aquellos que no estaban en condiciones para trabajar para llevarlos a la cámara de y a los que si estaban en condiciones de trabajar los lavaban y les quitaban tosas sus pertenencias, dormían en literas.

La segunda fase que vivían los prisioneros era cuando comenzaban a perder sus emociones y sentimientos. Deseaban que los días acabaran, pues en el campo no les daban casi comida y los prisioneros estaban desnutridos, muchos de ellos solo tenían pensamientos acerca de la esperanza de conseguir su libertad.

Los temas de conversación entre prisioneros se basaban en política y creencias religiosas. En el campo de concentración todos los prisioneros se conformaban con muy poco, ya que tenían que estar satisfechos de estar aún con vida, pero no disfrutaban ni siquiera del privilegio de estar solos ya que siempre estaban vigilados por los guardias. No podían disfrutar ni de la soledad, ya que siempre estaban vigilados por los guardias.

Los prisioneros sufrían hambre y sueño y siempre estaban con la preocupación sobre su sobrevivencia dentro del campo de concentración.

Viktor Frankl habla acerca de aquellos hombres que perdían la fe ya estaban condenados y habla acerca de que en un campo de concentración se debe luchar contra la muerte y el sentimiento de querer que llegue la muerte.

Dentro del campamento hablando psicológicamente existían diferentes sentimientos de los guardias, aquellos sádicos, los severos y por último los que habían presenciado brutales palizas dentro del campo.

Físicamente, los prisioneros tenían menos problemas, ellos al salir solo se veían forzados a comer en grandes cantidades y rápidamente. Así como sentían la necesidad de hablar durante mucho tiempo acerca de las experiencias

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