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El Hombre En Busca Del Sentido


Enviado por   •  18 de Enero de 2015  •  2.257 Palabras (10 Páginas)  •  250 Visitas

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El hombre en busca del sentido es un libro que nos relata de manera autobiográfica lo que tuvo que pasar Victor Frank durante su internamiento en uno de los campos de concentración de la antigua Alemania Nazi. A su vez nos Relata la crueldad con la que los soldados de las SS maltrataban a los prisioneros y explica como incidía la vida en el campo de concentración en la mente del prisionero medio.

En los campos de concentración había dos tipos de prisionero: el prisionero corriente, que sufría los trabajos más duros y recibía la crueldad de los soldados y los denominados “capos”, estos capos eran prisioneros con privilegios y a menudo trataban a los otros prisioneros peor que los mismísimos soldados. Nada más llegar al campo de concentración, que en este caso era el de Auschwitz, al prisionero se le quitaba sus objetos personales y sus documentos de identidad y pasaban a ser un simple número. Después se hacía una primera selección que para algunos tendría un destino fatal. Agrupaban a los enfermos, deformes, débiles o que en resumen, tenían algún defecto para trabajar y los enviaban a alguno de los campos centrales, provistos de crematorios y cámaras de gas en donde procedían a matarlos.

Los trabajos forzados de los prisioneros tenían, a veces, una recompensa en forma de cupón. Dicho cupón se podía canjear por una docena de cigarrillos o una docena de raciones de sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un prisionero ya estaba perdiendo las ganas de vivir ya que cuando cambiaban sus cupones por cigarrillos lo hacían “disfrutar” de sus últimos días de existencia.

Los prisioneros tuvieron que pasar tres etapas como relata el autor, estas son: internamiento en el campo, la vida en el campo y después de la liberación

Fase 1: Internamiento en el campo

Nos habla de que el síntoma que caracteriza esta primera etapa es el shock y nos relata su llegada al campo de concentración Auschwitz. Al principio los prisioneros tenían metas y sueños que realizar después de ser liberados del campo, muchos de ellos soñaban con volver a ver a sus familias, seguir con su profesión, etc.

Pero al pasar de las semanas y meses estos sueños se fueron haciendo mas realistas, dependiendo del punto de vista críticos de estos reclusos. Las ilusiones iban cayendo una una conforme pasaban los días.

Fue una sorpresa para todos los hombres darse cuenta ver como se encontraban a pesar de las condiciones precarias en las que se encontraban. De alguna forma su estado inmunológico cambio radicalmente, era más resistente al dolor físico.

Pasada varias sememas, muchos de estos hombres no hallaron respuesta al sentido de su vida, solo encontraban sufrimiento y la desesperación llevo a muchos de estos a suicidarse de la manera más popular dentro del campo, lanzarse al alambrado eléctrico, que eres un método que retumbaba en la conciencia de todos lo que habitaban allí

Fase 2: La vida en el campo.

Luego de la fase del shock, vino la apatía como un mecanismo de autodefensa. Ese conformarse con vivir lo que estaban sufriendo. Lo más duro era el amanecer, enfrentarse a la realidad del campo de concentración, salir de ese profundo sueño y volver a sentir el dolor de los pies llagados, intentar meterlos en los zapatos mojados. Algunos ya no podían usar sus zapatos porque los pies estaban tan hinchados que no cabían en los zapatos. Trataban de evadir su realidad mientras dormían. Eran condiciones realmente inhumanas. Un dato curioso es que los esclavos no tenían deseo sexual debido probablemente a la falta de alimentación, estaban tan débiles que en lo que menos pensaban era en el placer.

Una de las partes del libro que más me gusto fue cuando él trataba de olvidarse de su realidad y al sentirse verdaderamente solitario, traía a su mente el recuerdo y la imagen de su esposa. En ese momento pudo comprender la magia del amor. Que el amor es el fin último del hombre y que sin él, la vida no tiene sentido. Concuerdo en que aun careciendo de muchas cosas materiales, el sólo saber que alguien le ama a uno de manera especial, causa una sensación de llenura, una felicidad indescriptible, una emoción inigualable. El verdadero amor va más allá de la presencia física o no del ser amado, se internaliza el sentimiento y se ama aún a la distancia. El encontró una conexión con su esposa y platicaba con ella, esa era su forma de escapar de su triste realidad.

El ser humano también utiliza el humor como una forma de alejarse de su realidad. Los prisioneros hacían chistes de los que les sucedía o de los guardias y eso hacía que se olvidaran momentáneamente de tanto sufrimiento.

Una de las aseveraciones más impactantes del autor es que el sufrimiento, sea pequeño o grande, ocupa el todo del ser humano. Se sufre de igual manera no importando el tamaño de la pena. El sufrimiento no tiene límites, siempre se puede sufrir más. De igual manera pasa con las alegrías. Es por esto que cualquier pequeño problema o alegría nos inunda sobremanera y nos puede llevar a los extremos de ambas emociones.

En esta etapa el prisionero también se hizo menos sentimental a escenas que para otros son de horror pero que para ellos eran triviales. Debido a esta insensibilidad el prisionero se rodeaba enseguida de un caparazón protector muy necesario, podía soportar sin mayor dificultad insultos y golpes.

Después de estar hacinados con tanta gente, se añoraba la intimidad, la soledad, estar consigo mismo y sus pensamientos. Sin nada ni nadie que interrumpiera sus pensamientos. Esta es una necesidad de todo ser humano aunque esté en condiciones normales, me imagino que para ellos era una necesidad aún más grande.

Sufrían de irritabilidad debido a la falta de sueño, a no consumir cafeína y sobre todo a la baja autoestima porque antes de llegar al campo de concentración, eran “alguien”, se les reconocía en lo que cada uno hacía y ahora eran sólo un número, ni siquiera un nombre, sólo un número. Además la misma situación de continua agresividad a la que estaban expuestos, los hacía vulnerables a la irritabilidad ahora contra sus propios compañeros. El cansancio era el estado normal.

Luego de la apatía vino el sentimiento de la ilusión por un futuro porque siempre guardaban la esperanza de salir de ese lugar, de ser libres nuevamente. El prisionero que perdía la fe en el futuro, en su propio futuro, ya estaba muerto. La fe es el sostén espiritual tan necesario para cada persona. El estado de ánimo tiene una estrecha relación con la salud del cuerpo, la persona que se abandona

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