El Lenguaje

• La correspondencia de la escritura con el lenguaje oral

Los niños empiezan a interesarse por lo escrito y comienzan a hacer hipótesis sobre lo qué es este proceso.

Nuestro sistema de escritura está basado por la relación entre fonemas y grafemas. Para que se pueda explicar la correspondencia que hay entre la escritura y el lenguaje oral hay que detenernos en la conciencia fonológica que el niño debe ir adquiriendo a lo largo del proceso del lenguaje.

Los constituyentes fonéticos de la lengua son difíciles de percibir para los niños pequeños, los enunciados que escuchan sirven para ser comprendidos y no para analizar sus constituyentes. La mayoría de los niños se van haciendo más sensibles a los sonidos y a los significados de las palabras habladas conforme ingresan a la escuela.

Por ello es necesario que en el preescolar se les ayude a entender que las palabras que escucha o que pronuncia se entienden de otra manera, debemos aprender a centrar su atención sobre los aspectos formales de la lengua y esto se logrará por medio de diversas actividades.

• El reconocimiento del código gráfico, su relación con sonidos del hablar y con la expresión de significados

Los niños deben estar atentos a tres fenómenos.

El primero es la conquista que le permitirá comprender que la palabra escrita refiere a la palabra oral y no a la persona o al objeto que representa. Las características de una palabra escrita están en relación con las características orales de la palabra y no con su significado.

La segunda le permitirá tener conciencia de que la escritura está formada por palabras separadas unas de otras, es decir, estará paciencia conciencia léxica, la cual es importante para que el niño se dé cuenta que el hablar es más fluido y lleva un ritmo continuo, pero el escribir requiere de ir más lento e ir separando las palabras, pues éstas no van juntas.

El tercero aclarar el mecanismo de codificación de la escritura alfabética: éste pone en relación las unidades sonoras y las unidades gráficas.

• El reconocimiento del principio alfabéticos como código convencional y el reconocimiento de algunos signos y normas (direccionalidad y separación de palabras, por ejemplo)

Los niños empiezan a reconocer qué letras representan qué sonidos. Este punto es muy complejo ya que empiezan con la conciencia fonémica.

Los niños llegan a “ver” las letras que distinguen a las palabras. Las actividades gráficas de escritura, en la medida en que individualizan las letras, conforman un proceso importante para la construcción del principio alfabético. También sirven las copias, con la condición de que sean verbalizadas. Copiando una palabra, describiéndola, utilizando el nombre de las letras para distinguir lo que diferencia a las palabras, los niños adquieren conocimientos importantes que pueden reutilizar en los momentos en los que ellos intentan escribir una palabra que no está delante de ellos para copiarla.

Actividades adecuadas

• Los niños experimenten con formas múltiples de mensajes escritos

La poesía juega con los constituyentes formales, ritmos y sonoridades tanto como los significados.

Los libros donde se ponga énfasis en los sonidos, también donde se propongan actividades cantadas.

• Se logre que los niños comprendan que la escritura tiene significado, es grata, divertida y útil, y se puede aprender.

Las canciones infantiles, rondas, poemas, trabalenguas son actividades para atraer la atención sobre las unidades distintivas de la lengua.

Hacer rimar los enunciados acompañándolos con palmadas

Juegos donde consiste en encontrar las palabras que riman unas con otras, en prolongar las estructuras poéticas simples, en transformar las palabras jugando con la sustitución

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